6. Secreto por Secreto.

1.6K 149 71
                                    

Capítulo 6: Secreto por Secreto.

Jane P.O.V:

Los Domingos significaban día de limpieza en la residencia Holland, del cual no tenía problema alguno, comenzaba a ver lo que era tener hijos varones en casa, e intentaba  comprender a la Sra. Holland, tener 4 hijos, que ahora eran 3 en casa podía ser un dolor de muelas (o un completo caos) algunas veces.

Como dejar las chaquetas tiradas en las escaleras, el encontrar 3 pares de guantes derechos, que Harry llevara los auriculares puestos cuando su padre le llama por 5ta vez para que baje a cenar, que Sam experimente en la cocina y deje un montón de trastes por lavar, y que Paddy dejara envolturas de golosinas en el armario.

Miraba todo desde una perspectiva diferente a la que tenía en casa, así que ayudaba en todo lo que podía y me ordenaran, después de todo, me daban un techo y comida 3 veces al día, incluso más de lo que podían darles a chicos de intercambio, no quería que pensaran que no era agradecida.

Los recuerdos de mi vida en San Francisco invadieron mi mente anoche mientras trataba de dormir, mi cabeza dio vueltas de tan solo pensar en regresar, o peor aún, de nunca haber podido salir de ahí.

Era por eso por lo que evitaba a toda costa pensar en ello, sabia que había nacido allí, pero no significaba que fuera mi hogar, no estaba muy segura si lo era realmente, pero después de todo, San Francisco conocía lo bueno y lo malo de mi.

No quería pensar más en ello, así que opté por tomar el cesto que la Sra. Holland había dejado para mí para transportar mi ropa sucia a la lavandería y viceversa. Tomé mi uniforme y algunas ropas que estaban sucias, los coloqué dentro de la cesta y la puse encima de mi cama deshecha.

Hice de mi cabello un moño y dirigí mi vista hacia la ventana, había checado el clima en mi teléfono al despertar y pronostican lluvia todo el día. Supongo que los planes que teníamos hoy quedaban cancelados por la lluvia.

Justo a un costado de mi ventana, yacía mi pequeño escritorio que alguna vez fue de Tom, y de solo imaginarlo ahí sentado me hizo sonreír y sobre la silla descansaba la chaqueta de Sam que me había prestado ayer.

Dude en si debía lavarla junto con mi ropa, así que dudosa me acerqué a ella y la tome en mis manos acercándola a mis fosas nasales para inspeccionar si debía lavarla o no.

No olía mal, olía a Sam.

A ese peculiar olor que desprendía Sam.

Tomé la cesta y salí de mi habitación, haciendo el menor ruido posible, una vez escaleras abajo, y cruzando la cocina para ir a la lavandería, la Sra. Nikki había dejado una nota en el refrigerador sostenida con un imán de vaca, disculpando nuevamente su ausencia y la del Sr. Holland, e indicándonos las tareas que los chicos y yo debíamos hacer.

Iba a ser un día tranquilo.

(...)

Me encontraba sentada en el suelo esperando a que mi ropa terminara su ciclo en la secadora mientras leía por 5ta vez, "Flipped" puede que suene raro, pero encontraba relajante el estar en el cuarto de lavandería.

— ¡Quiero respuestas y las quiero ahora!

Una voz que conocía y un golpe se hicieron presentes, eran alrededor de las 10 de la mañana y no había señales de Sam, Harry y Paddy.

Ni siquiera de Tom o Harrison.

Hasta ahora.

Paddy se hallaba en el marco de la puerta con un pantalón de pijama de cuadros verdes y azules y camisa blanca, el cabello alborotado y con una mano apoyada en la puerta de la lavandería viendo a mi dirección.

Quite la vista de mi libro para mirarle por encima y arque una ceja.

Y me lo pensé por unos segundos.

— Si, no, verde, 45, James Franco, el caballo de Napoleón es blanco, Pangea, y el Santo sin duda alguna.

Me miro confundido, tal vez golpeándose mentalmente por no haber planteado su pregunta bien, o porque yo era lo suficientemente estúpida por no entender a qué se refería.

— ¡No esa clase de respuestas! ... Pensé que yo era tu favorito.

¿Y a este que mosco le pico? Mi cara se tornó de confusión.

— Y lo eres Padster, ¿Porqué lo dudas?

—¿Qué tanto se cuchicheaban tú y Sam ayer? — Soltó de golpe.

Abrí los ojos sorprendía, eso en definitiva no me lo esperaba.

Confiaba en Paddy porque era el hermanito que siempre quise tener, pero no tenía por qué llenarle la cabeza con problemas que no eran de su edad, y probablemente de la mía tampoco.

No quería hacerlo con Sam, menos con Paddy, así que me lo pensé unos segundos pensando en algo rápido que responderle.

— Es confidencial, pero tal vez pueda decírtelo.

Se sentó frente a mi cerrando la puerta tras de el.

— Si me lo dices, yo te diré algo.

Fingí pensarlo mientras llevaba mi mano a mi barbilla.

— Estamos hablando de un buen negocio — Estrechamos nuestras manos en símbolo de cerrar nuestro trato. Pero vamos, no le iba a decir lo que Sam me dijo ayer, ya que no podía hablar de ello sin que quisiera avergonzarme por abrazarlo.

Pero tenía que decirle algo a Paddy, así que me levante del suelo y asome mi cabeza fuera del cuarto de lavandería mirando a ambos lados asegurándome que nadie estuviera cerca y así darle más dramatismo al asunto, Paddy imito mi acción, y una vez hecho esto cerré la puerta nuevamente.

— Esto significa que tienes mi total confianza.

Los ojos de Paddy brillaron y asintió repetidas veces.

— Tu secreto estará a salvo conmigo ¡Lo prometo!

— Le decía a Sam que... qué no confío en la forma en que giran los patinadores de hielo — Dije con una seguridad que ni siquiera los policías tenían.

Paddy reprimió una carcajada cubriéndose el rostro, pero de inmediato me miro firme, como si ese fuera lo más grandioso que alguien le hubiera dicho, había funcionado para ser una mentira piadosa.

— ¿Así qué...les tienes miedo a los patinadores? — Su voz transmitía curiosidad y preocupación al mismo tiempo — Si que eres especial hermana mía, pero ahora que me dijiste tú preciado y ridículo secreto, como hombre de palabra, cumpliré mi parte del trato.

Paddy se acercó a mí y puso sus manos formando un túnel sobre mi oído para asegurarse que nadie pudiera escuchar.

Esperaba que me dijera cuál era su color favorito, o la próxima broma que le jugaría a sus hermanos, o incluso su temor más grande.

— Harrison dijo que eras muy bonita.

Pero lo que dijo después hizo que los vellos de la piel se me erizaran y mi respiración se cortara por unos segundos.

— Y Harry dijo que eras preciosa.

————————————————————
Capítulo Actualizado <3

- Naye:)

TWINS || The Holland Brothersحيث تعيش القصص. اكتشف الآن