15. Electricidad.

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Capítulo 15: Electricidad.

Sam POV:

— ¿Cuánto me costara dejarme a solas con Jane?

Era viernes por la noche y no había nadie en casa, salvo Jane, Paddy y yo, mis padres habían salido a cenar con unos amigos y Harry ha estado desapareciendo misteriosamente, pero todos sabemos que se va con Louisa, estos meses nos hemos distanciado un poco, es nuestro último año juntos antes de ir a la Universidad. Y se que nos tendremos que ver en días importantes, pero es mi gemelo, siempre hemos estado juntos, así que es un poco duro estar distanciados, pero creo que deberé acostumbrarme.

— Inténtalo con $20 — Dijo Paddy mientras ponía su mano en su barbilla como si se lo estuviera aun pensando, quería estar solo con Jane y Paddy aquí no ayudaba mucho.

— Hecho — Dije mientras sacaba mi billetera de mi bolsillo y sacaba un perfecto billete de $20 dólares y se lo entregaba a Paddy.

— Gracias —Paddy tomo el billete de mi mano y siguió sentado en el sofá sin moverse

— Y bien? — Dije esperando a que Paddy se fuera una vez tomado el billete.

Se lo pensó uno segundos.

— Mmm... no, yo sigo aquí.

— Me quieres ver la cara de estúpida?

— Siempre has tenido esa cara hermano mío.

Justo cuando iba a protestar, Jane entro a la sala con unos shorts de jeans, una Hoddie color aqua y sus pies estaban cubiertos con unos tines, su cabello estaba sujeto en una coleta alta, y no llevaba nada de maquillaje.

Pestañe un par de veces.

Me gustaba verla así, un segundo podía ser la preocupona más responsable del mundo, haciendo montones de tareas al mismo tiempo, ser la chica saludable y deportista luciendo un uniforme impecable entre semana, y al otro, podía ser tan relajada, comer la comida chatarra que le ofrecía, seguir luciendo bonita por naturaleza, y ser ruda, algo sarcástica y divertida al mismo tiempo.

Una chica así, ¿Como no me iba a terminar gustando?

— Que no es la Hoddie de Tom? — Pregunto Paddy.

— Me la presto el día de la fiesta en casa de James, pero realmente me gusto, no se la devolveré — sonrió divertida mirando a mi dirección.

Ahora que lo pienso, no me ha devuelto la chaqueta que le preste aquella vez en el restaurante.

La idea de que le haya gustado hacía que mi corazón se acelerara de la emoción.

— Te luce mucho mejor a ti Peggy — Dije guiñándole el ojo.

Ella rodeo los ojos, y camino a la cocina para tomar una botella de agua, y no pude ignorar el mirar sus piernas, no me mal entiendan, tenía bonitas piernas, pero ese no es el punto, el punto es que le lucían algunos moretones, y cicatrices en ellas, haciéndola lucir mucho más ruda.

No pude evitar preocuparme, sabía qué hacía deportes y practicaba un arte marcial Tailandesa, lo cual era genial, pero, aunque ya no lo hace más, parecieran como si los moretones fueran recientes, no creo que las prácticas de Atletismo hubieran sido tan rudas para haberle hecho esos moretones o inclusive alguna de sus cicatrices.

¿Qué tan rudo podía ser el Atletismo? Solo corres en círculos.

Pero paseaba por la casa luciendo un bonito short de esos que las chicas están usando ahora, sin importarle en lo más mínimo sus moretones o cicatrices, así que supongo que no había nada de qué preocuparse.

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