❝Sweetness❞ ﹙libro 2﹚› Yoonmin omegaverse

[ T O M A 1 9 ]

—Espérame aquí Jinnie, regreso en unos minutos, el descanso de Yoongi no dura mucho — Dice Jimin mientras se baja y cierra la puerta del auto.
Se para en la puerta del edificio y decide tomar un poco de aire para luego soltarlo en un suspiro y comenzar a entrar. Saluda a algunos compañeros de Yoongi que lo conocían y sigue caminando hacia el camerino, pero antes de llegar se encuentra con Suran, la compañera de Yoongi y ésta decide parar a saludarlo.

—Oh Jimin, qué gusto verte por aquí— La chica lo saluda muy amablemente— Yoongi está en su camerino, nos vemos luego— Jimin le agradece y se despide rápidamente de esta misma mientras camina esta vez sin interrupciones hasta donde estaría su esposo.

Comienza a oír como una discusión, Yoongi elevaba su voz como si estuviera molesto y no sabía con quién podría estarlo, al llegar a la puerta del camerino decide quedarse a oír aún sin ver que era lo que pasaba. Su semblante cambia al oir claramente "¿Que tiene de malo que se entere de que nos gustamos? ¿Que tiene de malo que sepa que yo fui el que te hizo esa marca en el cuello?"

Las mejillas de Jimin se tornaron de un fuerte color rojo de la ira que llevaba adentro, no podía creer lo que acababa de escuchar así que se acercó a la puerta y la sorpresa que se llevó fué aún peor.

El Omega y el alfa estaban besándose.

Yoongi estaba dándole la espalda a Jimin y el menor observó cómo Taemin tenía sus manos en las mejillas de su esposo, en tan solo segundos la vida del omega había dado un terrible giro inesperado, deseando por un instante no haber pisado el estudio, deseando vivir en una mentira a enfrentarse al dolor que estaba sintiendo en ese momento descubriendo lo que tenía miedo de asimilar.
Cierra la puerta con fuerza del camerino para darle privacidad a su esposo y su amante, deseando entrar y arrancarle la piel con los dientes a ambos. A Taemin por ser tan descarado pero especialmente a Yoongi por traicionarlo de esa manera, por mentirle en la cara vilmente diciendo que lo amaba, que el cansancio era solo por el trabajo, que no importaba quien se le acercara el solo lo amaba a él. Mentiras tras mentiras, se sentía tan ingenuo por creer cada una de ellas.

Sin poder evitarlo las lágrimas comenzaron a caer sintiendo su corazón acelerado, notando cómo la gente a su alrededor lo miraba, sintiendo su horrible aroma que tanto odiaba.
Con el puño de su sweater seca las gotas cristalinas que caen por sus mejillas, caminando rápidamente hacia la salida, ignorando los gritos de su esposo que parecía estar siguiéndolo.

Jimin sale del edificio caminando hacia el auto de Seokjin, el mayor al notar las condiciones en la que estaba Jimin enciende el auto rápidamente.

Pero el Omega se ve obligado a parar cuando siente que lo toman de la mano. Sus sollozos se hacen presentes y sin voltear intenta safarse del agarre.

—Jimin escúchame, n-no no es lo que crees — Yoongi agarra la muñeca de su esposo y lo atrae hacia el intentando conectar sus miradas.

—¡No! ¡Déjame! — Dice Jimin empujándolo y mirando a su esposo con repudio, sin poder comprender cómo fué capaz de engañarlo de esa manera. — ¡Me has estado mintiendo todo este tiempo! ¡Yo mismo oí todo lo que ese omega dijo! — Seca sus lágrimas y Yoongi se queda sin palabras ante la reacción de su esposo, no quería verlo así, odiaba verlo de esa forma. Tan triste, tan decepcionado, tan lejano a él.
En los años que llevaban juntos Jimin nunca lo había visto de esa forma.
Siempre que lo veía un brillo en sus ojos destacaba, pero en ese momento ese brillo había desaparecido, volviendo a la mirada de Jimin, una mirada de desprecio. — No he sentido calor desde la última vez que dormimos juntos, ya no me abrazas, anoche nos vimos después de días y no fuiste capaz de darme un beso. Yoongi ¿Cuando se detuvieron los te amo, los besos, las flores y los detalles? ¿Dónde dejaste eso que decías sentir por mi? — Yoongi simplemente se había quedado sin habla, no sabía cómo responder, no sabía cómo tranquilizar al amor de su vida— Yoongi teníamos todo, teníamos las ganas, el amor, los sentimientos, las palabras, las emociones, las miradas, las sonrisas y los besos.— Jimin comienza a soltar lágrimas mirando a su esposo con indignación — Teníamos todo, pero apareció él y entiendo, era obvio que ibas a decidir irte con él. Al final dejaste de quererme, era algo que sabía pero, anhelé estar equivocado.— Jimin se da la vuelta negando, sin poder contener todo el dolor que llevaba dentro suyo, con un nudo en la garganta y su corazón palpitando rápidamente con su mano se quita el anillo de casamiento y se lo tira a Yoongi — Quiero el divorcio — dicho esto se sube al auto rápidamente. El cual Seokjin no tarda en acelerar.

Yoongi se queda allí en la vereda sin poder creer lo que estaba ocurriendo con su vida, sin saber que hacer para ganarse el perdón de su esposo.
Sabiendo que él jamás le fue infiel, pero estaba destrozado por notar que su vida de a poco comenzaba a desmoronarse.

Su felicidad se acababa de ir en un auto, su razón de existir lo odiaba y estaba sufriendo por él.
Al alfa patea un cesto de basura que había allí para luego levantar el anillo de su esposo del suelo y comienza a caminar hacia su auto, sin importarle lo que podía pasar en su trabajo. El solo quería estar con su esposo y explicarle todo.

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— Tienes treinta y seis llamadas perdidas y cientos de mensajes — Seokjin se sienta en la cama donde su mejor amigo estaba acostado, tapado con las suaves mantas pero aún así dándole la espalda al mayor para que no vea que estaba llorando, aunque era más que entendible que estuviera así, Jimin no quería verse frágil.

—Apaga el celular Jinnie — dice con su voz suave y su mirada perdida. — ¿Y los bebés?

—Estan muy bien a cuidado de tus hermanos y Hoseok. — Seokjin acaricia el cabello de su amigo y lo mira apenado, odiaba demasiado tener que verlo así.— es estúpido preguntar pero ¿Cómo te sientes Jiminnie?—

— No para de dolerme todo— aprieta sus ojos dejando que sus lágrimas caigan— Parece que en cada minuto que pasa me rompo más.

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Hello darkness my old friend.
Maratón 2/3