Capitulo 9

124 15 4
                                    

|Capitulo 9|

≻───── ≻───── ⋆✩⋆ ─────≺─────≺

Me encuentro recostada boca arriba en mi cama, terminando de procesando las cosas que no sabía o pasaba por alto, pensando que ignorar las desaparecería. Sé que tendré que elegir, no conozco a mi mate y no creo conocerla pronto, siento que es mejor así, no estaría lista para rechazarlo, o rechazar a alguien, en realidad.

Matthew es mi debilidad y al mismo tiempo, lo que me motiva a seguir en el campo de batalla, a mi parecer eso ya había quedado en claro, sería capaz de derrotar millones de demonios por él, pero caería si algo le pasa, que irónico, alguien puede ser mí el centro de mi fuerza y lo que es capaz de destruirla.

No me gusta eso, en lo absoluto, pero supongo que tendré que acostumbrarme a la sensación. Estoy segura de que a nadie le gustaría estar en la posición en la que estuve, explotando mi potencial para salvarnos el pellejo. Fue agotador, me sentía renovada después de ir a no-sé-exactamente-que-lugar.

Y con lo que paso simplemente volví a decaer un poco. Había sobrepasado mis límites, si algo tengo en claro que nunca lo había hecho de esa forma. Tengo que volver a entrenar y con incluso más intensidad que antes.

Al final decido levantarme de le cama y hacer algo productivo en mi día, sí, iré a entrenar, reviso entre los contactos y busco el número del encargado del lugar, hace años que no voy, pero seguro vale la pena.

—Soy Adalia Baxtter, ¿Me recuerdas? — es lo primero que digo cuando contesta, suelta un bufido al otro lado de la línea.

— La chica que no volvió cuando la derrotaron. — se burla, aprieto los dientes y respondo con una tranquilidad muy fingida.

— Sí, la chica que se fue cuando la derrotaron, la misma. — gesticulo, ganándome una buena carcajada de su parte, sigue teniendo el mismo humor.

—Recuerdo que eras muy buena en la lucha cuerpo a cuerpo, siempre dabas pelea, incluso cuando aún no tenías tus... nuevas habilidades. Supongo no llamas solo para que te diga lo buena que eras luchando o para saludar a un viejo amigo, ¿Qué es lo que necesitas?

— ¿Todavía hay cupo?

—No, no lo ha, pero podría hacer una pequeñísima excepción por ti, ¿Qué opinas? — propone.

—Y sé que eso no será algo gratis ¿Qué es lo que necesitas que te consiga, Randall?

—Culpable. —admite— Una de esas pociones que hacía tu madre para sacarte la verdad, ¿Puedes conseguirla?

—Claro. Iré hoy después de conseguirla, ¿En el mismo lugar?

—El mismo lugar, Baxtter. Más te vale no decepcionarme. — dice antes de colgar, buso a mi madre por toda la casa, encontrándola en su pequeña oficina, la cual está repleta de frascos con contenidos desconocidos para mí.

—Mamá...

—No.

—Pero...

—No.

—Necesito volver a entrenar. — le digo, suspira quitándose los lentes que suele usar para hacer pociones, suelen lastimarle los ojos todas esas mezclas de plantas.

—Y yo necesito terminar este encargo. —repone. — ¿Qué es lo que necesitas?

—Una poción para sacar la verdad.

—Están en el rincón de tu izquierda, en la parte inferior. Por favor haz que no me arrepienta de esto, Adalia. — cede mirándome a los ojos. — Ve a entrenar y no abandones a la primera que esas pociones son complicadas de hacer.

ENGAÑOS Y MENTIRAS ✔Where stories live. Discover now