2014

29 4 0
                                    

Recuerdo el primer día en el que me di cuenta que, según yo, que no podría vivir sin tu apoyo.
Fue cuando terminé con él. Estaba destrozada, recuerdo que no te movías de mi lado en todos los recreos. Igual que mis amigas, fueron un gran sostén. El primer rompimiento fuerte duele. Y después de 1 año duelen más.
Recuerdo que no podía creerlo. Porque terminé con él por su familia, porque nosotros estábamos bien. Pero sabía que tenía que dejarlo ir, no podía seguir así.
Mis 16 fueron muy turbulentos, lo recuerdo como una gran mancha negra. No me arrepiento, era lo que tenía que pasar.
Terminé con Cristián antes de mi cumpleaños. Recuerdo que todos estaban preocupados, querían que saliera, ya que nunca lo hacía.
Organizaron entre todos una salida a una de esas convenciones de anime que estaban de moda. O por lo menos en nuestro instituto se hablaba mucho de eso.
Recuerdo que yo solo quería pensar en otra cosa. Tu estabas muy cerca mío, no querías que me pasara nada.
Y yo solo me dedicaba a hacerme daño, quería escapar de mi dolor.
Cuando lo pienso ahora, era muy tonta, pero a esa edad, ese rompimiento se sentía como un elefante.
Porque era mi primer amor, y a esa edad siempre piensas que es para siempre, que gran tontería.
Conocí a un chico ese día. Me parecía algo nuevo, salí de mi sobreprotectora casa a este mundo extraño y divertido. Parecías mi guardaespaldas, pero después de perderme tres veces te aburriste y te fuiste a divertirte.
Me alivió, mis tonterías eran solo mías y de nadie más.
Ese año estuvo lleno de eso. De convenciones y salidas con gente mayor que yo, mucho mayor.
Y me distancie de ti, te dolía verme así supuestamente, te dolía ver cómo me hacía daño. Pero nunca te dolió hacerme daño.

Mi mejor amigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora