Seis

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[Drake]

Me miró algo asustada y un pequeño temblor la atacó.

– ¿Drake? ¿Q-Qué haces aquí? ¿Cómo..?

– Hablé con tu amiga y comencé a venir desde que supe lo que había pasado, aunque tuve que mentir y decir que soy un amigo de la familia para que se me permitiera venir en las horas de visita.

Me levanté del pequeño sillón individual que tenía la habitación con la intención de acercarme un poco, pero lo único que logré fue hacer que ella se moviera, nerviosa.

– apretó sus ojos– Drake, en serio, no me importa lo que quieras hacer; sálvame o mátame, pero sólo hazlo.

"Sálvame o mátame", de nuevo esas malditas palabras que sólo me confunden y, al mismo tiempo, me hacen sentir culpable. ¿De qué?, no tengo ni la menor idea.

– ¿Por qué repites eso?– me miró–. ¿No puedo sólo querer ayudarte o siquiera intentarlo? ¿Tan malo me crees como para ser capaz de algo así?– caminé unos pocos pasos más y me senté en la camilla, guardando la distancia suficiente–. Sé que puedo estar siempre metido en algún problema en la universidad, o ser también la clase de persona chismosa y entrometida que tanto me fastidia, pero en este momento sólo quiero ayudar porque, por alguna razón, me siento culpable de lo que sucedió.

– tragó saliva, aún nerviosa– ¿C-Cuánto tiempo... Estuve aquí?

– Casi una semana, pero avanzaste bien, se esperaba que despertaras dentro de estas dos semanas como mucho.

– bajó la mirada, pero pronto la alzó de nuevo con preocupación– ¿Y mi familia? ¿Qué hay de ellos, sabes algo?

– suspiré, no quería ser yo quién responda eso...– Tu hermana aún está inconsciente y tiene algunos problemas en sus piernas al quedar atrapada entre asientos, aunque nada permanente por ahora según lo que he podido saber, pero está mejorando– «Por favor, no hagas la pregunta que creo que harás...».

– ¿Y mis padres?– «Y la hiciste».

La miré con algo de tristeza y, con cuidado, acerqué mi mano a la suya, intentando lograr que así comprendiera. Pero noté que no funcionaría cuando mantuvo fija en mí su mirada nerviosa y preocupada en lo que esperaba una respuesta.

Mierda, esto será complicado.

– Tus padres... Bueno, ellos– suspiré, no tengo alternativa–... Tu padre ya había fallecido cuando llegaron al lugar– volvió a apretar los ojos con la cabeza gacha– y tu madre lo hizo en el camino.

Luego de decir eso, cubrió su boca en un intento de ahogar las quejas que salían de su garganta a causa del llanto que se esforzaba por contener.

– alzó su cabeza y sus ojos ya estaban cristalizados– Tiene que ser mentira, ellos están bien en habitaciones normales y esta es sólo una de tus estúpidas formas de hacerme sentir mal. Por favor, tienes que estar mintiendo.

Juro por mi propia vida que nunca antes había visto tanto dolor en la mirada de alguien. Lo intenso y profundo que parece estar sufriendo con sólo verla a los ojos era... Destructivo.

– Emma... En verdad lo siento mucho– fue lo único que pude decir.

Dentro mío, un enorme pesar y desconsuelo creció de repente. No había nada que pudiera decirle en realidad para curar la herida que mi respuesta acaba de abrir.

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