Doce

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[Drake]

Estuvimos sentados un rato largo hasta que el enfermero y la doctora que atendían a Paulette salieron de la habitación justo cuando Logan llegaba. Emma se levantó en cuanto vio la puerta abrirse.

– Emma, lamento mucho haberte hecho esperar tanto. Antes que nada, me gustaría corroborar que esté presente quien firmó como responsable el día que saliste.

– Sí, aquí estoy.

– Genial. Logan Reed, ¿correcto?

– El mismo– estrecharon sus manos.

– Bien, voy a necesitar que vengas conmigo un momento. Emma, si quieres puedes entrar y ver a tu hermana.

– De acuerdo, gracias, Leslie.

La doctora se fue con Logan y Emma se quedó mirando la puerta de la habitación de Paulette. No amagaba a entrar, pero se nota que estaba luchando con los nervios.

– Si te hace sentir menos nerviosa, puedo entrar contigo– solté y volteó a verme.

– ¿Lo harías?

– Sólo si quieres, sino puedo esperarte aquí.

– No, acompáñame. Nadie me ha dicho nada de cómo está y los nervios me están comiendo viva, creo que voy a necesitar alguien ahí conmigo.

No era difícil darse cuenta de la verdad en sus palabras, sólo bastaba prestar un poco de atención a la expresión en su rostro, parecía que unos segundos más así y se largaría a llorar del nerviosismo que intentaba manejar en este momento.

Le dediqué una ligera sonrisa de costado y, al pasar por su lado para abrir la puerta, tomé su muñeca con cuidado de no hacerle daño.

Por alguna extraña razón, sentía la necesidad de hacerle notar que no está sola en esto y que, pasara lo que pasara, todo estaría bien.

Me aparté un poco y suspiró antes de entrar, pero puedo jurar que su rostro cambió por completo casi al instante, y una ancha sonrisa se coló en él al ver a su hermana cambiando los canales de la televisión.

– Wow, hasta parece que no te pasó nada.

Paulette rió ante aquel comentario y abrió sus brazos en señal de querer abrazarla, algo que Emma no negó en ningún momento, dándole un corto, pero fuerte abrazo.

– ¡Hasta que vienes! Me han dicho que venías todos los días, ¿mejoro y ya no vuelves?– rieron y Paulette puso mayor atención en mí–. ¿Quién es él?

– Él es Drake– volteó a verme e hizo un gesto para que me acercara–, un amigo de la universidad. Vamos a quedarnos en su departamento hasta que pueda ponerme como tu tutora legal y sepa si hay algo que hacer respecto a nuestra casa.

«¿Acaba de decir "amigo"?».

– Emma, ya tengo dieciocho años.

– Lo sé, pero aún estás en la universidad y prefiero que termines tus estudios antes de tener un verdadero empleo. Sabes que he estado trabajando estos años en la universidad, así que tengo algunos ahorros, y también conseguí un empleo los fines de semana

– Okey, okey, entendí. Ahora, ¿él eligió esto qué tienes puesto?

– Sí, ¿pero eso qué..?

– Tienes buen gusto, me agradas– puso ya toda su atención en mí y Emma rió–, ¿cómo la convenciste?

– Digamos que no tuve que insistir mucho, fue ella quien quiso el cambio en primer lugar y eso era lo que tenía más a mano.

– Espera, ¿ella quiso vestirse así?

Cómo Cambiaste Mi Vida ✔️Where stories live. Discover now