Once

6 1 0
                                    

[Emma]

Apagué mi alarma apenas la oí sonar, me levanté y, aún algo dormida y con pereza, me dirigí al baño para darme una ducha. Dejé una toalla allí y la ropa que usaría colgada en la habitación la noche anterior para ahorrar tiempo y asegurarme de que no llegaría tarde.

Las últimas dos semanas anteriores a los exámenes finales suelen ser un tanto (muy) abarcativas y algo agotadoras, por lo que me es de suma importante estar lo más atenta y despierta posible en las clases. Por suerte para Drake y para mí, nuestro proyecto había sido entregado y presentado unos días antes de su suspención.

Como ya era una costumbre para mí, me di una rápida ducha con agua fría y salí envuelta en la toalla, decidida a cambiarme, pero me llevé un buen susto al entrar a la habitación y estoy segura de que me despertó por completo.

– ¡Drake, por Dios!– sujeté mejor la toalla a mí alrededor y tomé una buena bocanada de aire para calmarme–. Me diste un buen susto, ¿qué haces aquí?

– Querías que te ayude con algo, ¿verdad? Pues aquí estoy.

– ¿Se supone que ayuda en algo entrar al cuarto sin avisar? Porque sólo haces las cosas incómodas– volteé para tomar mi ropa, pero no estaba–. Umm, estoy segura de que anoche dejé mi ropa aquí.

– Oh, sí, no pensabas usar eso, ¿cierto?

– ¿De qué estás..?– noté que había ropa sobre la cama, ropa diferente–. Oh no, ni creas que usaré eso.

– ¿Por qué no?

– Pues porque no es... Algo que yo usaría y no va para nada con el estilo que me gusta.

– Exacto: por el contrario, es algo que tú jamás te atreverías a utilizar. Te incomoda, no te hace sentir segura porque nunca usaste algo así y tienes miedo de cómo puedas verte y cómo te vean los demas; créeme, esto es un buen comienzo.

– Oh, entonces, según tú, la ropa que uso determina mi confianza y seguridad conmigo misma– me crucé de brazos.

– ¿Tú no lo crees?

– No voy a hacerlo– hablé negando con mi cabeza al mismo tiempo.

– Vamos, al menos date la oportunidad de usarlo y verte al espejo.

– No, Drake, eso no es para mí, ¿puedes darme MI ropa?

– Te pruebas esto y, si en serio no te gusta o no te convence, te la regreso, ¿hecho?

Lo pensé unos segundos, pero estaba comenzando a ponerme nerviosa teniendo a Drake frente a mí, viéndome con sólo una toalla enrrollada al cuerpo. No me quedaba otra opción, por lo que tomé lo que trajo y me cambié en el baño.

– Bien, ya lo hice– di una vuelta algo lenta–, ¿puedes darme mis cosas ahora?

– ¿Quieres, por favor, mirarte un momento?

Rodé los ojos, suspiré y me puse delante del espejo del cuarto. Sólo que no salió como esperaba.

Al verme en el espejo con aquel conjunto... No me disgusté con la vista, por el contrario, no tenía palabras para decir lo que pasaba por mi mente en ese momento.

Cómo Cambiaste Mi Vida ✔️Where stories live. Discover now