11. Dubitación en la habitación

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- ¿Y crees que Nora y Fred puedan terminar juntos?

- Son solo amigos, conozco a Fred hace bastante. Puede que lleguen a terminar juntos, pero lo que puedo decirte es que todavía no me recibo de bruja - nos reímos al unísono. -Para ser más clara, nos conocemos desde la secundaria. Puede que desde que empezamos la escuela.

- Wow.

- Exacto, wow.

- Y...

Se creó un silencio incómodo entre nosotros, parece que no hay tema de conversación. Miro por la ventana del colectivo como todo parece moverse mientras que nosotros estamos quietos. ¿Como es que la vida puede ser tan extraña?

Ahora que lo pienso, no sé casi nada de Marcus. Solo sé que es camarero y que también está en la residencia. Creo, con bastante curiosidad al respecto, que es alguien con muchas cosas que contarnos o por lo menos que él podría contarme. Tengo esa certeza. Así que me propongo preguntarle sobre el.

- Cuéntame algo sobre tí Marcus.

- Okay. ¿Qué puedo contarte? ¿Qué quieres que te cuente?

- Algo, lo que quieras. Sobre lo que quieres hacer en tu vida, lugares a los que quieres viajar, tu familia, etcétera.

- Bueno, estoy estudiando para ser chef.

- Eso sí que es interesante.

- En un futuro quiero tener mi propio restaurante, con mis propios cocineros a la merced y camareros. Es mi sueño. ¿Sabes cuál será mi especialidad?

- No, por favor, no me digas que serán rabas.

- Exactamente Mérida, rabas.

- ¿¿Por qué mundo cruel??- y nos reímos.

- ¿Sabes qué? Me encantó haberte conocido. Me haces acordar a mi hermana, que no le importaba nada lo que pensaran las otras personas. Ella podía hacer el ridículo y no le molestaba que la miraran mal.

- Tendría que conocerla.

- A decir verdad se llevarían de maravilla, tiene la misma edad que nosotros. Se llama Rita.

- No me digas que...

- Me parece raro que no la hayas visto de todas maneras, está estudiando conmigo en la residencia. También quiere ser escritora.

- ¡Marcus! Ella es mi compañera de cuarto.

- ¿En serio?

- ¡Que sí!

- Que casualidad.

- Mi vida parece una casualidad.

- Que raro entonces, por que hubo veces que la he ido a visitar pero nunca te vi.

- Cosas extrañas de la vida, ¿no?

- Eso creo.

- Hemos llegado, allí está la residencia. ¿Tu habitación está cerca de la mía?

-En el edificio de al lado.

-Genial.

Llegamos a los edificios y nos despedimos, cada uno se fue por su lado.

Entro al cuarto y me encuentro con rita despierta en su cama. Celular en mano, auriculares puestos, el momento perfecto para asustarla. Cierro la puerta despacio, dejo las llaves y el bolso en el escritorio y me saco las zapatillas como puedo para no hacer ruido y avanzo despacio hacia ella. Me dejo caer encima y la hago trizas. No puedo más de la risa, mientras que ella grita del susto.

Creo que es pura casualidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora