ALGO NUEVO

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Ginny se detuvo a unos cuantos metros de la tienda... ¿qué le pasaba? Le daba tanto celos ver como Lucius miraba a otra mujer... ¡maldición! Por qué el hombre del que se había enamorado tenía que ser un maldito mortífago con el orgullo de Salazar.

—¿Qué pasa? —preguntó el rubio llegando junto a ella un par de segundos más tarde.—

—Nada.

—Ginevra...

—Me molesta que tengas que desnudar a una mujer con la mirada cuando estás conmigo —soltó furiosa sin mirarlo—.


No podía creer que Ginny aceptara que estaba celosa, porque ¿acababa de hacerlo verdad? Dejó las bolsas en el suelo y la tomó de la barbilla obligándola a mirarlo de esa forma.


—¡Por Merlín! sólo tengo ojos para ti...

—¡Cómo no! —susurró—.

—¿No me crees? —preguntó y sin esperar respuesta la besó... era más alto que Ginny y como ahora la joven no llevaba tacones, le rodeó el cuello con los brazos y él la levantó un poco del suelo.


Ella lo pegó más a su cuerpo para profundizar el beso... ¡Cuánto lo amaba! Pero aún no podía decírselo, no quería que aquella historia pasajera se terminara tan pronto... no quería pensar en ello.


—¿Contenta? —sonrió—. Porque me debes algo que tienes que darme justo cuando lleguemos... porque no creo aguantar mucho —volvió a besarla, haciéndole notar la erección que quería comenzar a formarse con sólo imaginarla desnuda.—

—No, no —rió ella—, antes te prepararé una cena.

—¿Una cena?

—Sé cocinar ¿eh?

—¿De verdad?

—Para ti todo debe ser sencillo no ¿Lucius?

—Lo es —aceptó socarronamente—, sólo llamo y un elfo me trae lo que quiera.

—Pues ahora seré yo... verás cómo te encanta.

—¡Sorpréndeme! —aceptó volviendo a tomar las bolsas en sus fuertes manos—. No creo que sea tan mala como la del mundo muggle...



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Ginny se puso a hacer la cena para su amado al tiempo que sonreía... Lucius actuaba como niño mimado en ocasiones... había llegado a tirarse al sofá diciendo que jamás volvería a ir al mundo muggle... después se había mirado al espejo y estuvo a punto de desmayarse al observar su ropa arrugada... "Me daré un baño" anunció yendo hacia el dormitorio, dejando a la pelirroja cocinando...


Ella siguió moviendo la sopa desde lejos con magia, mientras encantaba un cuchillo para cortar las papás, cuando unas fuertes manos le rodearon la cintura, obligándola a dar un respingo...


—¡Maldición! —murmuró—. Agradece que el cuchillo no estaba en mi mano o no vivirías.

—Soy mago —le recordó atacando su cuello—.


Ginny ladeó la cabeza para darle más espacio, sus caricias la volvían loca...


—¿Y la cena? —preguntó al sentir su miembro rozarla por detrás—.

—Después —dijo sin dejar de acariciarla—, ahora no... esperé mucho... anda... mañana...

—Lucius, mi comida es muy rica —habló entre beso y beso—.

—ajá...

—Además la hice especialmente para...

—Sí... ajá... —respondió desabrochando el short y tratando de meter su mano—.

—¿Me estás escuchando?

—No en realidad... ¿quieres seguir hablando? —Le preguntó girándola para quedar frente a él y atacar sus labios. La cargó en brazos y llevó hasta la cama, donde continuó con su sesión de besos y caricias... Ginny suspiraba a cada movimiento del mago... se dejó quitar la ropa con lentitud... cuando de pronto...

Lucius bajó el short de la joven dejándola únicamente con sus bragas que no se molestó en quitar, sino que se hizo un pequeño espacio entre ellas e insertó dos dedos...

Ginny dio un pequeño grito de sorpresa... el rubio la sintió, estaba húmeda y tibia... la miró apasionadamente a los ojos y eso bastó para tranquilizarla... comenzó a penetrarla...

La pelirroja no podía describir el torrente de sensaciones que los dedos de aquel mago la hacían sentir... comenzó a lanzar pequeños gemidos que el mago se enorgullecía de escuchar... llevó su mano de finos dedos hasta su pantalón sin querer, al buscar detenerlo... porque no lograba captar lo que él hacía con sus dedos dentro de ella... pero aquel fugaz pellizco para detenerlo, hizo todo lo contrario.

Lucius gimió con fuerza... y a la pelirroja todo aquello comenzó a gustarle... comenzó a arquear las caderas y no dejó de mover su mano en círculos sobre el pantalón de su rubio, quien la acompañaba con sus gemidos, inundando el cuarto de la música del amor y el placer...

Lucius sentía que ya no podía más...


—Vente para mí... pequeña...


Ginny obediente... sintió como su cadera se arqueaba por última vez y soltaba un último gemido prueba de que había llegado al máximo nivel de gozo... jadeó tratando de recuperar el aliento quitando la mano de la zona íntima de Lucius, quien segundos después que ella también había tocado el cielo.


—¿Ya podemos dormir? —le preguntó la pelirroja con inocencia aun recuperándose de aquella extraña sensación.—

—Sí —sonrió él y la abrazó, pegándola a su cuerpo, obligándola a recargar su cabeza en su pecho... ¡cuánto la amaba! Prometió enseñarle todo lo que sabía... todo... y era lo que estaba haciendo... enseñándole todo a su pelirroja...

SEÑOR AMANTE (Lucius Malfoy y Ginny Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora