LUCES, CÁMARA, ACCIÓN

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Lucius Malfoy miró a los ojos verdes del recién llegado y se mantuvo en silencio. Estaba sentado nuevamente en su cómoda silla de cuero, con una pierna doblada sobre la otra y se mantenía jugando con el bolígrafo sin apartar su vista del hombre frente a él. El gran Harry Potter mantenía una sonrisa cortés en su faz y le miraba con la misma atención, parecía que buscaba algún dejo de complicidad entre el ex mortífago y su ex novia. El rubio se imaginó que estaba allí porque se había enterado de que su relación con la menor de los Weasley llegó a su fin, quizá querría corroborarlo con sus propios ojos. O quizá venía a decirle que nuevamente estaba con la pelirroja, Lucius ya se esperaba cualquier cosa, a decir verdad.

—¿Cambio de look?  

Lucius Malfoy asintió lentamente.

—Me hacía falta un cambio.

—Es extraño no verle con su característica melena larga, pero... admito que le sentó bastante bien el cambio. 

—Agradezco tus comentarios, Potter, aunque estoy seguro que no has hecho el viaje hasta mi oficina únicamente para hablar de mi cabello.

Harry Potter se echó a reír por lo bajo y justo en ese instante se inclinó hacia adelante, buscando quedar más cerca del hombre a pesar de encontrarse sentado al otro lado del escritorio.

—Tan inteligente como siempre, señor Malfoy. Hace un par de semanas me enteré de su ruptura con mi querida ex novia. Me preocupé bastante por usted, así que quise venir a echar un vistazo.

—Si tan preocupado estabas, sí que tardaste mucho en venir, ¿no crees?

—Ocupaciones del Ministerio. No puedo desplazarme con tanta libertad como me gustaría.

Lucius arqueó una ceja en claro gesto de curiosidad.

—Me pregunto qué tanto anda haciendo el salvador del mundo mágico para guardar un perfil tan bajo en las últimas semanas.

Harry sonrió ampliamente.

—Lo sabrá pronto, señor Malfoy. De hecho... —en aquel punto echó una veloz mirada a su reloj de muñeca—. hoy mismo se enterará. Solo faltan unas cuantas horas.

—Me pregunto, entonces —continuó el mago de mayor edad—, si tienes cosas importantes que hacer el día de hoy, porqué estás aquí. No creo que vengas a pedirme opinión alguna, ¿o acaso necesitas la ayuda de Malfoy Corp? 

—La ayuda de esta empresa es lo último que necesitaría.

Lucius sonrió de lado.

—O tal vez serás nombrado Secretario de Finanzas y estás aquí para amenazarme... puesto que piensas que Malfoy Corp. no es tan santa como aparenta. ¿Lavado de dinero, tal vez?

—Jamás he aspirado a ese cargo y definitivamente no estoy aquí por lavado de dinero. Quiero saber en dónde está Ginny.

El patriarca de los Malfoy abrió los ojos con sorpresa y finalmente estalló en una estruendosa carcajada haciendo que Harry Potter apretara la quijada con molestia.

—En serio, Potter... —habló el mago entre risas—. No dejas de sorprenderme. Te superas a ti mismo a cada nuevo día.

—¿De qué está hablando?

—¿Realmente crees que yo tengo la más remota idea de dónde se encuentra Ginevra Weasley? ¿En serio lo crees? ¡Por Salazar! Ni la burla perdonas.

La sorpresa se vio reflejada esta vez en las esmeraldas del hijo de Lily Evans y James Potter. Se notaba que en serio creía que el hombre mantenía contacto con Ginny. Si bien al principio le creyó a su ex novia cuando le dijo que había terminado con el hombre, tan pronto Ginny desapareció de la faz de la tierra las dudas comenzaron a surgir dentro de sí. Por eso fue a la empresa de Lucius Malfoy, necesitaba ver si el hombre realmente estaba lejos de la mujer o si se mantenían juntos en secreto.

SEÑOR AMANTE (Lucius Malfoy y Ginny Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora