One Shots - CD9.Historias cortas, CD9 y tu.

Razón por la cual vivir- Alonso Villalpando.

Fui a su casa un par de veces pero siempre salía su mejor amiga a rechazarme. No podía sentir celos pues Alonso siempre me dejó en claro su relación y que jamás en la vida se imaginaria compartiendo labios con ella.

Iba a su oficina pero su secretaria siempre me negaba la entrada, aún así se que el recibía mis cartas y chocolates ya que mantengo una buena relación con la chica.

Esta era la tercera vez que citaba a Alonso en nuestra cafetería favorita y esperaba que la anterior fuera la última que me dejaría plantada.

Al paso de veinte minutos pude verlo atravesar la puerta. Llevaba una sudadera roja con capucha puesta y no pude evitar recordarlo de nuevo.

Cuando Alonso trato de quitarme la navaja por accidente le corté parte de la mejilla, no fue herida profunda pero apuesto que dejara marca, una marca que lo hará recordar me.

- Hola me veo obligada a pedir perdón de nuevo por la herida - solo sonrió con burla.

- Ya te e dicho que a sido accidente y no me cansaré de decirlo a todo que pregunté.

- Pues eso no cambia nada, fui yo quien la causó y arruinó tu belleza.

- Mi belleza sigue estando solo le has agregado una característica más - Miro a la mesera.

El pidió un café mientras que yo solo agua.

- Es refrescante. Quiero que sepas que me has cambiado, ahora miro las cosas de diferente manera y no quiero alejarme de ti, no quiero perderte y volver a lo anterior.

- Creí que para eso fueron las heridas.

- Solo tengo miedo, es confuso. Creí que podría olvidarte fácilmente pero no, me has marcado.

- y tú a mí - señaló su rostro mientras reía pero eso me hacía sentir más culpable - Esta marca quedará para siempre al igual que tú en mi corazón.

- ¿Que quieres decir? - Aún era dudoso.

- Me enamoré de ti, no puedo alejarme por mucho tiempo pero te ayudaré. Saldremos de esto juntos y te haré volar, sabrás las verdaderas razones por las cuales  vivir.

Se paró de la silla y beso mi mejilla.
Seguimos hablando de nuestras metas, lo que haríamos para superar mi locura. Ahora el me cuenta de lo enojada que podría estar sus seres queridos al saber que volvería con una loca la cual intento matarlo, pero sin importar eso no me dejaría.

Sus ojos eran tan intensos, no podía dejar de examinarlo, sentí mi corazón acelerarse y mi estómago... Bueno no sé cómo llamar a esa sensación.
Mi mente solo viajaba en cualquier situación, Alonso llevaba un buen rato callado mientras miraba mi ansiedad acelerarse a cada paso.

- No duraste más de treinta minutos - dijo con su voz entrecortada.

Tomé el cuchillo de el de alado y lo clave en la mesa, no podía ser feliz y no entiendo porque. No debo sonreír si no es fingido.

- Te amo pero no puedo, yo no puedo...

Entraron por la puerta unos hombres fuertes con vestimenta negra en su totalidad y me sujetaron a la fuerza.

- ¡Te ayudaré! - gritó Alonso antes de que todo se volviera negro.