IMAGINAS | Chicas.

|Carolina Díaz - Imagina|

—Caro, necesito una consejo. - dije ya harta de ver cómo Carlos y Carolina no dejaban de hablar tan animadamente.

—Claro, ¿Que sucede? - pregunto ahora dirigiendo toda su atención a mi.

—Es complicado, vamos. - me levanté de la mesa y ella imitó mi acción, caminé hasta un cuarto muy al fondo, abrí la puerta y dejé que ella pasará primero, luego entre yo y cerré la puerta.

Sin dejarla hablar me abalance sobre sus labios, no me sorprendí cuando ella me siguió besando. Maldita sea, extrañaba demasiado sus besos aunque solo hubieran pasado unas 18 horas desde la última vez.

Lleve mis manos a su cintura y la apreté ligeramente, Caro comenzó a desabrochar mi pantalón y lo bajo un poco, metió su mano dentro de mi boxer y saco mi miembro, nos separamos y le di la vuelta, haciendo que quede de espaldas a mi, baje su short blanco y mordí mi labio inferior al notar su bonita braga de encaje del mismo color.

Saqué un condón del bolsillo de mi pantalón y lo puse en mi longitud, baje sus bragas y abrí un poco sus piernas e hice que se recargara en la mesa que teníamos en frente.

Pase dos dedos por su feminidad y note que ya estaba húmeda, dentro de la habitación, solo se escuchaban nuestras respiraciones profundas. No hablábamos, solo disfrutábamos el momento en silencio. Además de que podían escucharnos si hacíamos algo de ruido y vendrían a ver qué era lo que sucedía.

Tomé mi miembro y lo guíe hasta su cavidad vaginal, Caro jadeo una vez que estuve completamente en su interior y recargo su frente sobre la mesa.

Empecé a embestirla lentamente, pues quería quedarme aquí con ella para siempre, o en cualquier otro lugar pero con ella.

-Ah, dios. - se le escapó un pequeño gemido, apreto fuertemente los costados de la mesa.

—Caro - susurré al momento que hacía solo un poco más rápidos los movimientos - Tu m-me quieres a mi - hablaba entrecortada debido a la excitación y la respiración acelerada - No quieres a Víctor ni a Carlos. - hablé rápidamente, pero aún en susurro y sentí como su cuerpo se tenso, pero no por un orgasmo o similar, sino que sentí su incomodidad.

Caro me alejo y sesión la vuelta con lágrimas en sus ojos.

—Eres una idiota - su voz se rompió y ya no había rastro de deseo y placer en el ambiente, solo uno tenso y melancólico.

Se agachó y sabio sus bragas junto a su short y yo me quite el condón me acomode la ropa.

—Cariño, lo siento. - me disculpé cuando escuché un sollozo proveniente de ella. Trate de acercarme para estrecharla en mis brazos pero se alejó.

—Rompiste mi corazón, y no sé porque demonios aún sigo dejando que tengamos encuentros de este tipo después de aquello. - limpio sus ojitos a mi corazón se encogió al verla de esa manera.

—Nunca fue mi intención herirte, Caro. Pero además nunca pasó nada, absolutamente nada. - pregunté sintiendo también mis ojos picar.

—T e acostaste con Dany. - susurro/grito dolida.

—No nos acostamos, estaba ebria pero no soy idiota. - di unos pasos hacia ella.

—Por dios, deja de mentir _____. Estaban en ropa interior y en la misma cama. - reprochó.

—Solo dormimos, no hubo ese tipo de contacto entre nosotras, es lo que llevamos tratando de explicarles a ti y a Leo, pero siempre nos alejaban. - suspiré.

—Pero tenías chupetones en el cuello. - gruño y reí.

—Eran los que tú me habías hecho un día antes. - me encogí de hombros y en ese momento la puerta se habrío y entro Daniela.

—Amor, ya vamos a grabar. - abrí los ojos completamente sorprendida por cómo me había llamado.

Todo quedó en silencio, mire a Caro y note como sus ojos se empañaban nuevamente.