IMAGINAS | Chicas.

|Sofia Carson - Imagina|

—Scarlett, ¿Me podrías pasar la sal, por favor? - pedí a la mejor amiga de mi tio Chris, quién inmediatamente me miro sonriendo y me pasó el salero.

Sentí como alguien apretaba un tanto fuerte mi pierna por debajo de la mesa, y al mirar a la responsable, noté que era Sofia.

—Gracias - le agradecí a la mujer quien asintió antes de guiñarme el ojo y seguir hablando con mi tía.

Reí un poco cuando volví a sentir un apretón.

—¿Qué crees que haces? - susurro mi novia un tanto sería.

—Solo quiero sal para esto. - señale mi plato con una porción de carne.

—Me refiero al porque se lo tenías que pedir a ella. - dejo de mirarme y se concentro en su comida.

—Porque es quién lo tenía más cerca. - me encogí de hombros con una pequeña sonrisa.

—Como sea. - fue lo último que dijo en la cena.

—¡Es hora del intercambio! - exclamó mi tío Robert y todos corrimos a la sala con emoción.

Vi como Sofia planeaba sentarse lejos de mi, por lo tanto la tomé de la cintura y la senté a mi lado.

Ella me sonrió e inevitablemente hice lo mismo, para luego dejar un beso en su mejilla, provocando su sonrojo.

—¿Quién empieza? - pregunto Lizzie mirándonos a todos.

—¡Yo! - exclamó Scarlett y se levantó para coger una caja de regalo de color azul. - Bueno, a mi me tocó... _____. - sentí como mi novia se hacia a un lado y le tuve que poner de pie para acercarme a la rubia, quién me abrazó muy fuerte y luego me dio el regalo.

—Gracias, Scar. - agradecí y ella sonrió orgullosa para luego retomar su asiento.

—¡Ábrelo, ___! - ánimo Sebastian y empecé a abrir la cajita.

Saqué el contenido el cual era un bonito vestido rojo junto a unos pequeños aretes.

Después a mi me tocó darle a Jeremy y así seguimos,  lo único que no le gusto, fue que  Holland no le quitaba la mirada de encima a MI novia.

Cuando termino el intercambio, yo me puse de pie bajo la atenta mirada de todos.

—Yo... Quiero aprovechar que estamos aquí reunidos para dar un gran paso. - tomé la mano de Sofia e hice que se pusiera de pie - Me gustaría hacerte una pregunta que definirá nuestro futuro - sonreí tomando una pequeña cajita de terciopelo azul rey - Sof, ¿Te quieres casar conmigo? - sonreí y escuche los aplausos y gritos de los presentes. Realmente estaba nerviosa, pero era la más la felicidad que sentía en estos momentos.

—Yo... - me miro con esos preciosos ojos que tanto amo - No - respondió y retrocedí unos pasos, ¿De verdad había dicho que no? - ¡No puedo esperar a que nos casemos! - empezó a reír y sentí como si el alma me volviera al cuerpo.