K I R A | Crepusculo

→Four

Kira jadeo las palabras se atoraron en su garganta, un sudor frió recorrió su espina dorsal, sus sentidos se magnificaron ante la anticipación. Kira miro a Maureen quien era abrazado por su hermano, había pasado tanto tiempo desde que ella había luchado con un monstro desde que enfrento a aquellas creaturas, Kira respiro jadeante y de repente la preocupación la ataco se giró a ver a los Cullen quienes no sabían lo que pasaba, si ellos recibieran un golpe de algún monstro morirían. Sus cuerpos no actos para manejar tal poder.

— ¿Cuántos se acercan? — Le pregunto a la hija de Poseidón — ¡Maureen!

La hija de la marea la miro preocupada — 2 tal vez 3 una hidra y arpías — Maureen miro a la familia Cullen y a la manada — Hay que sacarlos de aquí Kira ellos morirán si los monstros los golpean

Kira se giró a ver a la familia Cullen y con voz dominante y segura les dijo — Tiene que irse ¡Ahora!

Carlisle frunció el ceño — ¿Por qué?

La manada miraba a Selene confundidos mientras la hija de la luna les explicaba la situación sin más la manada se fue menos Jacob quien se negaba a dejar a Selene sola y desprotegida, la vinculación lo hacía demasiado protector con quien tenía su corazón en sus manos. Kira por su parte a pesar de estar enojada con los Cullen no iba a dejar morir a ninguno, ya había perdido demasiado con su madre. No iba a dejar que la sangre que corría por sus venas cobrara más vidas de las que ya había hecho.

—Se acercan monstros — Informo Kira mientras veía con preocupación a los Cullen — Si la hidra llega a tocarlos morirán — Kira trago saliva — además no está solo según Maureen también se acercan arpías — Vi la negación en la expresión de Edward, Rosalie y Emmett quienes estarían dispuestos a luchar a su lado — No pueden quedarse, estaré más atenta en protegerlos que en matar a los monstros.

—Pero Kira....

—Serán distracción — Dijo Maureen, la hija de la marea miro a Jasper — Tu sabes de guerra — El vampiro asintió — Entonces sabrás que una distracción en el campo de batalla es la muerte segura de un soldado.

—Es cierto — Jasper miro a Carlisle — Tenemos que irnos.

— ¿Qué? ¡No! — Edward era un hombre antiguo de costumbres arraigadas siglos atrás, en donde las mujeres eran el sexo débil y quienes necesitaban protección. Donde los hombres eran quienes las protegían como verdaderos tesoros frágiles, como delicadas flores de primavera — Yo me quedo

Maureen rodo los ojos, sus emociones colisionaron en un revoltijo de sensaciones, Jasper frunció el ceño y sacudió la cabeza nunca en su vida había sentido un cambio tan brusco de emociones de la tranquilidad expectante paso a una furia fríamente controlada era simplemente fascinante. Y es que Maureen era un reflejo del mar, un ser que jamás seria controlado, el que intentara hacerlo se llevaría una no muy grata sorpresa porque al mar como a Maureen no les gusta que los contengan.