Presa Por Casualidad - Camren [Traducción]

Capítulo 48

Lauren llegó al apartamento de Camila completamente cansada. Hacía varios años que no andaba igual aquel día, pero se sentía inmensamente satisfecha por haber entregado el máximo de currículos que pudo. 

Ella había usado la llave que Rosa le había dado para entrar y, en aquel momento, se tiró en el sofá. Ella se quitó sus zapatos y miró alrededor. Camila realmente la amaba, porque para poner a una ex-presidiaria en su hogar, dejarla allí sola y con un pastel enorme de dinero en el cajón de su cómoda debería existir con certeza amor y, además, la confianza.

Saber eso llenaba el corazón de Lauren de alegría. En toda su vida, ella nunca había ganado créditos sin tener que dar algo a cambio, una garantía de que no estropearía las cosas. En el mundo donde vivió la confianza era algo valioso y casi nulo, pero Camila depositó toda su confianza en Lauren y ella jamás decepcionaría a la chica. 

La mayor se rió de repente al recordar haber abierto el cajón por la mañana y toparse con una cantidad mayor de lo que ella ganaba en arduos cinco meses de trabajo. Camila definitivamente no tenía idea de lo mucho que una persona de clase baja necesitaba.

Ella suspiró tontamente al notar que ya extrañaba a su novia y no veía la hora de poder abrazarla nuevamente. Sus pensamientos fueron cortados al oír el sonido de la llave en la cerradura, algo que la hizo sonreír instantáneamente y sentarse en el sofá. 

Unos segundos más tarde la puerta fue abierta y por ella pasó una Camila que aparentaba cansancio, cargando una niña bien abrigada, por ya ser noche, en sus brazos.

- ¿Amor? - Camila llamó sin siquiera mirar alrededor, cerrando la puerta torpemente. Tan pronto como se volteó, sonrió, dejando que su mirada se posara en Lauren. 

- ¿Necesitas ayuda? - Lauren preguntó, levantándose y yendo hacia las dos chicas. 

- Sí, pero primero lss presentaré personalmente... - Ella dijo animada. - Judie, ella es Lauren. Lauren, esta es mi sobrina Judie. Vamos a vivir juntas por un tiempo, ¿de acuerdo? - Preguntó a Judie, viendo a la chica asentir.

- Pero Laulen no puede robar mis paletitas. - Lauren se rió con ganas al oír eso. 

- ¿Si no robo tus paletitas está bien vivir conmigo también? - Lauren preguntó y Judie asintió. 

- La tía dijo que no roncas como la abuela. Así que sí. -Esta vez tanto Camila como Lauren se rieron. 

- Hey, nena, necesito que corras a la puerta del final del pasillo y me esperes allí. Necesitas un baño que desafortunadamente no tuvimos tiempo de darte hoy. - Camila dijo y Judie asintió.

- Está todo sucio. - Ella dijo, sintiendo a su tía ponerla en el suelo. 

- Espera en la cama de la tía que yo sólo voy a recoger tus cosas. - Camila dijo y Judie asintió, corriendo al lugar que Camila pidió. 

- ¿Y entonces, en qué necesitas mi ayuda? - Lauren preguntó y Camila pasó los brazos alrededor de su cuello antes de plantar un suave beso en sus labios. 

- ¿Puedes ayudarme con sus cosas? Las dejé en el auto.

- Claro. - Lauren dijo y Camila sonrió agradecida. - ¿Qué fue eso de aquí? - La mayor preguntó al ver la sangre seca sobre su ceja. 

-El día fue agitado. -Camila explicó. -En el camino al coche te explico. - Ella dijo y Lauren asintió. - Lamento tener que traerla justo cuando tu estás aquí, pero es que... 

- Hey... es tu sobrina y tu casa. - Lauren dijo puntualmente. - No tienes que disculparte por nada y, bueno, no voy a robarle las paletitas, así que supongo que está bien, ¿eh? - Camila abrió una amplia sonrisa antes de asentir.