06; Estrafalarias.

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—Así que este es el amiguito del que tanto nos hablan.

— ¡Un gusto conocerte por fin, compañero espacial!

Reitero, cuando piensas que ya lo conoces todo, siempre llegan ellas a recordarme lo equivocado que estoy. Nada se compara al día en que Chica me presento a las gemelas Puppet y Mai, con la ilusión de que ellas la estaban apoyando mucho con los trajes y que el mío era uno de los que estaba por ser terminado, lo menos que podía hacer yo era presentarme en persona a ver el resultado.

¿Cuál fue mi sorpresa? Que pasé de tener una prueba de trajes a sentirme en un circo.

—Creo que dejé el sombreo en la otra sala, ya vuelvo por él. —Avisó mi compañera de equipo— Tú puedes ir probándote el traje, Freddy.

—Nosotras nos encargamos, linda. —Habló una de las que me creaba un dilema mental, quede confundido por su apariencia, no tenía un cabello largo y femenino capaz de cautivarme, en cambio era corto, tanto que fácilmente puede ser un corte masculino, y sí su intención de verdad era no verse femenina, bien que el objetivo lo conseguía, tanto que mi subconsciente no quiere considerarla como una joven, menos una joven que deba llamar mi atención— Hermana, llévalo al probador.

—Es hora de la transformación. —Suelta la otra con un tonito al hablar que no parece normal, personalmente algo en ellas no me parecía de este mundo, esta chica en cambio sí se diferenciaba mucho más de su hermana, era delgada, casi blanca como el papel, con una mirada inquietante a primera impresión para mí, con un cabello albino tan largo que casi toca el suelo.

Ella me empujó a los probadores, donde ya estaba considerándome su prisionero.

No entendía sus comentarios, ni su humor, menos su forma de actuar, todo era estrafalario, fantasioso y fuera del molde, te sentías en otro planeta con ellas, casi como si estuvieras atrapado en una realidad alterna en donde la razón no tiene sentido, y lo raro era lo normal.

Me sacan del probador, me paran en una base frente un espejo inspeccionado el traje con atención, estoy más concentrado en ellas que el hecho de estar usando mi traje para el evento, frente a un gran espejo que bien puedo usar para admirarme a mí mismo, como la perfección que soy.

—Mmh... nada mal para ser su primer traje terminado, ¿te sientes bien a los costados? ¿No lo sientes ajustado? —Me preguntó la gemela de pelo corto.

Yo me pierdo en ella.

— ¿Eh? —Balbucee.

— ¿Como si el traje cobrara vida y te abrazara por la espalda con patitas de araña? Si es así, entonces todo quedo perfecto. —Habló la otra detrás de mí, yo siento una corriente pasarme por la nuca al tenerla tan cerca.

—Vamos amiguito, di algo, o acaso el ratón te ha comido la lengua. —Se burla la que está delante de mí tomándome del mentón, con esa sonrisa casi gatuna en su cara, y unas pequeñas pupilas de púrpura que se clavan en mí.

Algo se me revuelve inquieto, en muy raras ocasiones me quedaba sin palabras frente a una situación, y menos en presencia de una joven que para colmo ni siquiera tiene la apariencia de un molde femenino que me llamara la atención, una chispa única las envuelve, una que no es de mi gusto personal, no son de mi tipo sin duda, más tampoco busco apartarme.

Quizás... curiosidad.

— ¡Freddy, te ves increíble! —Escucho desde la puerta, al menos ya llegó Chica para salvarme de las garras estrafalarias de estas peligrosas gemelas. Tengan cuidado, estoy seguro que a su forma saben crear razones para amarlas.

「Razones para Amarlas」; FHSWhere stories live. Discover now