Trece: No.

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(!)

No pegué el ojo para nada luego de haber escuchado lo que Taehyung dijo y aunque tenía sueño, aquellas palabras me tenían en alerta y muy despierta. Mi madre se marcharía  quién sabe cuántas horas y me quedaría a solas con Taehyung, en mi habitación.

Era un completo peligro.

Virgen no iba a salir, algo me lo decía y me estaba dando demasiado pánico porque no podía hacer nada por ello. Si me negaba temía que me golpeara en zonas, posiblemente, que mi madre no llegase a ver. Él lo haría así. Estuve demasiado ansiosa tanto que cuando ingresó a mi habitación salté de improviso. Estaba aterrada.

—Ya se fue SooAh— dijo él cerrando la puerta detrás de él. Su cabello estaba seco, pero no estaba nada grasoso ni sucio, por lo que supe que él se había bañado también horas atrás. Lo confirmé más cuando él ya no olía a sudor tal como antes y ahora estaba, en su lugar, el perfume masculino que había presenciado en su habitación cuando me escabullí días atrás.

Taehyung se sentó a mi costado, luego de que me hiciera a un lado algo nerviosa, y se introdujo bajo las mantas. Él se posicionó cómodo. Me quedé mirándolo estática, antes de levantarme con la escusa que quería ir al baño. No dijo nada más que me apresurara porque él también se moría de sueño. Bueno, esperaba que realmente quisiera dormir y no buscar mi virginidad. Aunque si él no había besado antes, lo cual seguía sin creer, ¿ahora diría que él también lo era?

Imposible.

Alguien como él era imposible de que fuera virgen. Tenía la maldita apariencia que le gustaba romper vaginas, que mientras más mejor; pero sabía que las apariencias podían mentir muy bien, tal como yo ahora mentía tan bien como si no le tuviera asco y pánico a todo lo que él hacía. Me enjuagué la boca y el rostro, tratando de hacer tiempo y procedí a buscar algo filoso. Sé que era una locura, pero si algo malo sucedía al menos me iba a defender. Aunque si eso pasara, yo terminaría muerta.

Salí del baño con el rostro fresco y a él le vi con los brazos tras su cabeza, tan relajado y expectante por mi aparición. Hizo una seña para que me acercara, así que le obedecí. Él destendió la manta para que ingresara a su lado, luego de estar así, sentí sus manos buscando mi cuerpo con necesidad.

Quedé frente a frente con él, observando sus malditas facciones que me parecían perfectas y me causaban asco a la vez, mientras su mano se había escabullido bajo mi camiseta de seda, tocando mi piel en la altura de la costilla. Su otra mano estaba muy cerca de mi busto. Le oí escuchar tragar saliva, pero apostaba que yo estaba más nerviosa que él, pues no dejaba de rogar, internamente, para que no me hiciera nada.

Cerré los ojos con fuerza cuando él dejó de tocar mi piel y su mano se alzó para tocar mi rostro.

—No estés tensa...—dijo él suavemente, acariciando mi rostro apesar que tenía los ojos cerrados. No dijo porqué no debía estar tensa, así que sabía que él me haría algo. Esperé algún indicio para defenderme, apesar que no había encontrado nada filudo en el baño. Iba a utilizar mi fuerza. No obstante, él me empujó de los hombros hacia atrás para que le dé la espalda. Noté de inmediato que se acunó contra mi, acomodándose sobre mi piel como una pareja de esposos recién casados.

Mi corazón estaba latiendo ferozmente ante el pánico y apreté mis puños sobre mi pecho, apesar que su mano ahora estaba de vuelta en mi cintura y ahora acariciaba mi vientre sin querer.

—Deberías descansar al menos tres horas...Estoy seguro que SooAh no vendrá hasta la tarde.

Él susurró en mi oído, y a pesar que no había ninguna otra insinuación, temblé. Me estremecí tanto que parecía tener un movimiento telúrico en mi interior en ese momento, por lo que Taehyung acarició mi cabello y posteriormente, como si él se hubiera tentado, empezó a besar mi cuello y hombro.

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