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Dieciocho: Vete, por favor.

(!)

Había sido una estúpida total. ¿Ahora qué mierda iba a hacer? Miré mi móvil  viendo la hora. Eran aproximadamente las nueve de la noche y Taehyung estaba dormido. ¿Cómo mierda no pude haber usado condón esta vez? Había estado tan apresurada que realmente pasé por alto el hecho que me metí el maldito miembro viril de un psicópata sin ningún cuidado.

No podía tomar la maldita pastilla del día siguiente ¿o sí? No tenía idea, pero si ya había tomado una días atrás, ¿tomar una ahorita sería grave?

Decidí averiguarlo, pero lo primero que vi en internet fue que tomar más de una pastilla del día siguiente en un mes podría generarme anemia o hemorragia durante mi período menstrual. Eso no sonaba bonito, pero no sonaba mejor el que quede embarazada. Así que me levanté.  Aún era temprano para tomar el bus e ir al centro de la ciudad para  comprar la maldita pastilla. Sabía que Taehyung iba a estar ocupadísimo seduciendo a mi madre y aunque no quisiera admitirlo sabía que esto era mi culpa en toda su totalidad. Yo mierda me había sentado sobre su pene y ahora podría estar fecundado con facilidad.

Con cuidado de que Taehyung  no se despertara, me vestí, en esta ocasión, con otra ropa, como si el pudor hubiese vuelto a mí de repente. Me cubrí lo suficiente y me coloqué los zapatos. Sé que podría generar furia en Taehyung si es que él se levantaba y no me encontraba a su lado, pero en cierta forma quería estar sola, no a su lado cuando vaya a comprar la maldita pastilla y todo el mundo empezara  con los rumores.

Así que me dirigí hacia mis cosas y cogiendo un pedazo de papel empecé a escribir una nota para él. 

He salido a la farmacia. No quise despertarte porque te veías cansado. Estaré volviendo pronto

Te quiero.

—Inna.

Podría utilizar más palabras convincentes,  pero levantaría toda sospecha en Taehyung,  así que ser concisa y directa era lo mejor. Dejé la nota a su lado, en el espacio que había ocupado mi cuerpo. Me retiré de mi habitación y bajé las escaleras con tranquilidad.  Cuando salí de casa agradecí salir más abrigada, porque el viento estaba siendo fuerte. Colocando mis audífonos, andé hasta el paradero. Podría llevarme el auto de Taehyung  si tan solo este no le hiciera despertar con el sonido del motor y las ruedas, además Taehyung probablemente se enojaría más.

Al subir al bus sentí que me miraban mucho, aunque no entendí exactamente  porqué,  o posiblemente estaba sufriendo de psicosis debido a que cargaba con un secreto tan grande y se me veía bastante cansada de la vida.

No pasó mucho tiempo hasta que llegué al centro de la ciudad, donde inmediatamente logré ver el letrero de drugstore  grande y muy luminoso. Gwacheon  no era tan grande, generalmente hablando,  pero en sí lo que abarcaba la ciudad era muy pequeño. Todos se conocían entre sí, todos sabían los secretos del otro. Así que probablemente  sabrían o deducirían que si yo entraba por una pastilla del día siguiente y hace unos cuantos días atrás Taehyung también compró una, podían atar lazos. O era mi madre o era yo. ¿Qué dirían si Taehyung  también había comprado ahí, o en el centro comercial, condones?¿La gente no estaría curiosa de saber con quién Taehyung  estaba follando? En definitiva sería así. Esta ciudad por ser pequeña era la definición exacta de infierno.

El centro de la ciudad consistía en cosas puntuales. Banco, notaría,  casa de empeño, supermercado, restaurantes y lugar que todas las personas frecuentaban seguidamente. Eso no significaba que no hubiesen estos en otras zonas de la ciudad, las habían, pero estas eran mucho más accesibles. Entre todos los restaurantes que había en la zona, estaba Yuyups y otros cafés que muchos de la escuela frecuentaban , a sola una cuadra del paradero que había bajado. Así que esperaba no encontrarme con nadie a esa hora.