viernes 13

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Closing time
Time for you to go out into the world.

No lo vieron venir.

Llegó cruel, repentino, afilado; poniendo un agridulce punto y final al verano de sus vidas. Sacudió sus cimientos sin ninguna piedad, sin compasión, casi sin querer. Derrumbó todas las murallas que les protegían y les abandonó a la intemperie en mitad del vendaval, débiles y diminutos, impotentes frente a los elementos.

No lo vieron venir, pero esa no fue excusa para que el reloj dejara de pisarles los talones. Porque por mucho que ninguno de ellos estuviera preparado para lo que se avecinaba, el futuro por fin les había alcanzado y no iba a dejarles escapar.

Fue entonces cuando crecieron, de repente, sin previo aviso, sin red ni paracaídas, sin que nada ni nadie les hubiera preparado para el impacto.

Crecieron solos y asustados, sin sentirse más grandes, o más poderosos, o más sabios que antes; solo más perdidos. Más perdidos de lo que habían estado jamás.

Crecieron en medio de la noche más oscura de septiembre, cuando la única luz del barrio les pertenecía y no había más sonido en toda la ciudad que el temblor de sus voces derrotadas.

Aquella noche en la que compartieron miedos y cicatrices y descubrieron que, por muy distintas que estas fueran, todos habían sido heridos por los mismos cuchillos.

Aquella noche de suerte y desgracia en la que, reflejados en lágrimas ajenas vislumbraron por fin su propio dolor. Noche en la que el olor de la cerveza trajo recuerdos de noches futuras que tal vez jamás sucederían.

Noche maldita, hipotética y nublada, en la que la muerte decidió enviar la primera advertencia:

Estáis perdiendo el tiempo.







Sorpresa, je

Palabras ignoradasTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang