MI DESTRUCCIÓN

CAPÍTULO 4

-Arthit despierta-Escucho una voz que me resulta bastante familiar pero soy muy flojo para abrir los ojos y descubrir quien es la persona que está interrumpiendo mi hermoso sueño.

-Arthit no hagas que tenga que recurrir al vaso con agua fría-Vuelve a hablar esa voz.

Intento abrir mis ojos pero al instante siento un horrible dolor de cabeza, gruño al recordar que anoche bebí más de lo que me gustaría admitir.

-Pense que tendría que ir a buscar el vaso con agua fría-Exclama  Bright con una sonrisa burlona.

-Que haces aquí?-Pregunté volviendo a cerrar mis ojos.

-Vine a buscarte para ir juntos a la universidad-

-Tan pasado de copas estabas anoche que no recuerdas que pronuncié que no iría hoy-Lo observe seriamente.

-Arthit eres mi amigo-Estaba aún más  serio-Y por esa razón no permitire que pongas en riesgo tu futuro-

-A que te refieres con eso?-

-Los exámenes se están acercando, aún no has asistido a ninguna clase, debes ponerte al dia, no puedes perjudicar tu futuro por querer llevarle la contraria a tu padre-

-No lo hago por esa razón-Lo fulmine  con la mirada.

-Entonces porque razón estas armando todo este berrinche?-

No supe que responder ya que sabia que tenía razón, todo esto lo estaba haciendo para llevarle la contraria a mi padre.

-Eso es lo que pensaba-Volvió a hablar-No tardes, te espero abajo-

Dicho eso salió de la habitación, me levante sin muchas ganas para darme una larga ducha.

Luego de haberme duchado una larga hora como habia mencionado anteriormente, me vestí lo más rápido que podía para bajar y así marcharnos a la universidad ya que se nos había hecho tarde.

-Porque te tardaste tanto-Bright me regaña-Ni mi hermana se tarda tanto como tu-

-No perdamos tiempo y vámonos-Ignore lo que me había dicho.

Subimos a su motocicleta y partimos rumbo a la universidad.

Al llegar todas las miradas recayeron en nosotros.

Había olvidado que ser el popular de la universidad era muy agotador.

Al bajar de la motocicleta me apresure a ir a mi primera clase, al darme cuenta que algunas chicas se están acercando a mi con la intención de coquetearme, cosa que odiaba con toda mi alma, estaba cansado de rechazar a las mismas chicas de siempre pero ellas parecían no darse por vencidas.

Me dirigi a mi primera clase de hoy que consistía en Economía, era una de las clases que más odiaba en mi vida.

Al llegar a la puerta de dichosa clase, respire profundo antes de entrar al lugar.

-Vaya hasta que se digna a aparecer Señorito Rojnapat-Fue lo primero que escuché al entrar a la clase.

Observe a una de las profesoras más malhumoradas de toda la universidad, la Señorita Neen.

No conteste como era de costumbre, lo único que hice fue avanzar hasta mi respectivo lugar y sentarme sin decir ninguna palabra.

La Señorita Neen no dijo nada al respecto ya que me conocía a la perfección y sabía que esto era algo común en mi forma de actuar.

Cuando se disponía a seguir con la clase fue interrumpida nuevamente por alguien.

Todos dirigimos la mirada hacia el desconocido que acababa de hacer acto de presencia en la clase, no le presté tanta atención ya que me daba igual quien fuera.

-Buenos días Señorita Neen-Hablo educadamente el desconocido-Soy nuevo-

-Diganos su nombre Señorito-Exclamó  la profesora Neen.

-Mi nombre es Kongphob Suthiluck-Se presentó el desconocido.

Segui sin prestarle importancia ya que no estaba de buen humor el día de hoy.

-Tome asiento al lado de Rojnapat-Ordeno la profesora.

Al escuchar lo que había dicho, dirigi mi mirada hacia el desconocido que invadiria mi privacidad.

Todos en esta universidad sabían a la perfección que no me agradaba la idea de tener un compañero de mesa ya que siempre solía sentarme solo.

-Al parecer seremos compañeros de mesa-Soltó Kongphob con una sonrisa.

-Lo mejor será que mantengamos distancia, no me gusta relacionarme con las personas-Fui lo más cortante posible.

-Vaya si que tienes un carácter fuerte-Una sonrisa se dibujo en su rostro-Me gustan los desafíos-Exclamo coquetamente.

Lo fulmine con la mirada y no dije nada al respecto ya que me sorprendió un poco su actitud.

Decidí no darle muchas vueltas al asunto y me dispuse a prestar atención a lo que la profesora explicaba, aunque me sentía un poco  incómodo al sentir una mirada penetrante en mi.