El rubio y el azabache de Sabertooth

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Sting la había estado observando desde hace un rato. Gajeel se estaba metiendo en algo con la joven que a su vez, era defendida por Minerva, la joven señorita de Sabertooth, y Erza, Titania heredera al trono. Para agregarle más leña al asunto, Gray y Natsu también fueron a socorrerla.

Efectivamente todo terminó en una gran pelea "amistosa" entre casi todos los presentes, ya que ni Rogue ni él se habían unido. Y el Jellal junto con Zeref y la muchacha se limitaron a observar de cerca.

Su mente estaba concentrado en la mejor manera de disculparse con ella. Lucy había salido corriendo del bar aquella noche. Y estaba seguro de que fue su culpa. La llevó ahí a mitad de su querido y encantador sueño que " era más divertido que pasar la noche con él, y las mujeres con las que jugaba habitualmente la habían espantado.

Se preguntaba cuál es el maldito asunto que tenía con la maga elemental si a él nunca le habían interesado mucho los sentimientos de los que no formaban parte de su círculo de amigos cercanos.

Él miró desde donde se encontraba a Natsu quejándose con ella sobre cómo obtuvo otro moretón ya que Erza le había pegado por unirse a otra pelea.

No le gustaba algo, pero no comprendía del todo el por qué el muchacho de pelo rosa le estaba irritando ya que ese era su comportamiento habitual.

Pero, sobre todo, tenía unos sentimientos de molestia cuando la veía a Lucy así, todavía sin entenderlo. Ella nunca había hecho nada en particular para ofenderlo.

Pero hay algo sobre ella. Algo que causa un fastidio en el fondo de su mente; como un picor en la espalda fuera de su alcance.

Rogue miró cada movimiento del rubio, estaba entre un dilema: ayudarlo a darse cuenta de sus sentimientos e incrementar su número de rivales o dejarlo en su angustia.

Pero el duque Eucliffe se percató de su mirada, solamente que la ignoró. Siendo consciente de que el azabache le estaba escondiendo algo. No lo presionaría, por supuesto, porque el marqués Cheney a menudo se guardaba las cosas para sí mismo, y él se lo permitía.

Ante sus ojos, Natsu estaba siendo demasiado cariñoso con la maga elemental y Gray, qué demonios? ¿Por qué tiene un sonrojo?   

Cruzando los brazos sobre el pecho, observó con el ceño fruncido.

- patético- murmuró, sobre todo para sí mismo. No era lo que realmente quería decir ni la manera en la que quería actuar. La mayoría de ellos provenían de un mismo lugar: Fairy Tail. Y él, junto con su primo, eran de Sabertooth. Se sentía muy fuera de esa imagen grupal.

- la victoria viene en varias formas- le aconsejó su primo mientras guardaba a su familiar y se levantaba del césped- un triunfo no significa la victoria total de la batalla

- tú...- gruño por debajo, odiaba que las personas sean capaces de leerlo. Aunque no entendía del todo sus palabras.

- ¿qué pasa?- preguntó el azabache dándose la vuelta hacia el departamento de ciencias de la academia.

Sting sacudió su cabeza para despejarla.

- nada- respondió al ver que Lucy se alejaba del grupo de muchachos. Todavía necesitaba disculparse con ella.

Rogue no parecía convencido, pero supo que era un asunto que el muchacho debía de resolver solo. Por lo que se fue sin despedirse de todos.

Cuando el rubio vio a la muchacha buscar sus cosas cerca de un árbol, se le acercó.

- rubia- le saludó incómodo, demasiado como para no evitar sudar.

- hola- gruñó molesta la mencionada por todos los apodos que tenía- ¿necesitas algo?- preguntó buscando sus cosas para retirarse.

Reencarné como la villanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora