Capitulo 21

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ᴄᴇʟᴇʙʀᴀᴄɪᴏɴᴇs ʏ sᴀɴɢʀᴇ.

El ir a Londres fue tan sencillo para Little Red y Percy Jackson como el ir a una tienda a unas cuadras

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El ir a Londres fue tan sencillo para Little Red y Percy Jackson como el ir a una tienda a unas cuadras.

Percy casi quería reír por eso, antes le hubiera sido tan difícil...

Un jet privado; de el padre de la chica; había bastado para llegar a ese país tan... diferente a Estados Unidos.

Ahora, se encontraban en un apartamento que la chica tenía desde hace algunos años. Sus palabras exactas para decir porque lo tenía habían sido justamente: Eran momentos donde nadie de los nuestros podía verse con otro, o nos matarían al instante, todos estaban sobre nosotros y planeaban acabar con todo lo que teníamos.

Nadie decidió preguntar más, pero Percy ya algo sabía.

Cuando el padre de la chica la había mandado lejos cuando las cosas eran feas y ella era casi una niña.

— No entiendo cómo es que pasamos de sol, a una hermosa tarde nublada — susurro su prometida mientras se acercaba a una ventana, mirando el cielo gris.

— Yo no entiendo cómo subí al avión como si nada...— recalcó Percy.

— ¡No seas llorón Jackson!

— ¡Cállate Di Angelo! Tú deberías estar igual

— Y lo estoy, pero, no me estoy quejando como niño pequeño — se defendió el hijo de Hades mientras reía y Percy no evitó enseñarle el dedo del medio.

— Ustedes son como niños — río Hazel y se puso algo sería. — Uh, debemos hablar de algo importante...— dijo la chica algo preocupada mientras mordisqueaba su labio algo nerviosa.

— ¿Pasa algo querida Hazel? — preguntó la hija de Raymond Reddington mientras la miraba y de manera vaga comenzaba a jugar con su cabello.

— Pasan demasiadas cosas — dijo la chica de cabello castaño con los ojos cristalizados. — ¡Mentí!

— Todos lo hacemos — dijo Percy mientras se acercaba a Hazel, algo perdido, era obvio que se estaba perdiendo algo.

— ¡Lo sé! ¡Pero le mentí a Frank, a Piper, Jason, Will! — la castaña sollozó para sorpresa de la pareja — ¡Le mentí a mis amigos! — dijo mientras negaba — Y lo hice con tanta naturalidad, que casi lo creí...— dijo la chica.

— Hazel...— se acercó Little Red a ella. — En este mundo es normal...nos volvemos unos perfectos mentirosos, no nos duele cuando lo hacemos y no demostramos ningún sentimiento al hacerlo, debería de haberte avisado de eso cuando entraste a este mundo...así que supongo que es culpa mía...— dijo con una sonrisa débil.

— Ese es el menor de los problemas — río Nico.

— ¿Y cuál es el mayor?

— Que no sentí que estuviera mal mentirle a mis amigos...— dijo Hazel en un hilo de voz.

— Descuida Hazel, la culpa pasará pronto...— dijo Percy y se acercó besando su frente de forma fraternal, eso, hizo que Hazel lo abrazara mientras sollozaba en su pecho, Nico estaba cerca y sonreía levemente mirando a su hermana y amigo.

Nico podría mentir, todo lo que quisiera. Pero, desde hace un año, él había notado algo.

Todavía tenía confianza y fé en Percy.

No de manera amorosa, más bien, de forma fraternal, como un líder, ese líder que siempre había brillado en Percy, en su manera de tratar a todos, de caminar y moverse.

Y sabía que podría ayudar a Hazel a superar esta difícil fase de poder notar como es que su manera de mentir comenzaba a afirnarse.

Little Red se acercó a Percy y le susurro algo que nadie pudo escuchar, más que ellos dos, y que a Nico claramente le llamaba la atención.

— Descuida Hazel...— dijo Percy mientras acariciaba la mejilla de Hazel — Se lo difícil que es tener que dar la espalda a los ideales a los que durante un tiempo te apegaste, dejar de pensar en ellos, dejar de ser lo que ellos esperaban, pero, al final de cuentas, tú debes decidir quién ser exactamente porque, si no lo decides, quedarás en un limbo en donde no sabes quién eres, y en dónde quieres complacer a ambos lados...— dijo Percy mientras hacía que Hazel la miraba, la chica sonrió un poco, Percy estaba en lo correcto.

— Tienes razón...pero, no quiero que Frank se aleje...

— Si Frank se aleja...será un grandísimo idiota, porque Hazel eres una chica demasiado especial. Eres una pequeña pizca de felicidad, de inocencia, que cualquiera amaría tener. Nosotros, Little Red, Nico y yo, amamos tenerte, y jamás dejaríamos que te alejarse de nosotros porque te amamos, eres nuestra amiga, casi nuestra familia — sentencio Percy mientras la miraba y Hazel asintió.

— Gracias Percy...necesitaba escuchar eso en verdad...— susurro mientras que los miraba, Nico le sonrió levemente a la chica mientras se acercaba y besaba su frente.

— Te lo dije Hazel, nosotros estamos felices de tenerte aquí, siempre — dijo Nico y la chica sonrío y asintió.

— Gracias...— susurró mientras los miraba y miró a Little Red.

— Seré sincera, Hazel, se lo que sientes, a comparación tuya, yo no mentía a mis amigos, yo mentía a las monjas, vivía en un orfanato, a mi madre jamás la conocí, la única pista que tuve de su existencia fue el nombre que las monjas me dieron, papá evitaba hablar de ellas, y Dembe solo dijo que mamá trajo atontado a mi padre por muchos meses. Yo les decía a las monjas que mi padre era un hombre de negocios, que por eso no solía llevarme a la hora. Y en realidad, papá me llevaba conversando y condiciendo a los que eran sus socios...nadie dudaba de mi palabra — digo la chica — y al igual que tú, me sentía mal, demasiado mal por mentir. Después de todo, nos enseñaban que mentir estaba mal, y que debíamos pedir perdón por ello, la primera vez que jale un gatillo para salvar mi vida...¡Mierda! Me odie, hice todo lo que recordaba las monjas decían, pero, eso no me quitaba lo asesina ni mucho menos traía a la vida a aquella persona que había matado.

La chica miró a Hazel, Nico y Percy estaban en silencio, no conocía esa historia...no lo hacía...

»Mis manos ya estaban llenas de sangre, yo estaba llena de sangre. No podía a veces concebir la idea de que hubiera sido yo la que asesinó a alguien...pero, entonces decidí perdonarme, ayude a mi manera a la familia de esta persona, porque era lo que debía, pues ellos no sabían lo que está persona hacía. Papá me enseñó a ser fuerte, no con golpes. Conmigo misma, ser simplemente yo, aceptar lo que venía con la vida que había pedido. Papá no me arrastro al mundo de la mafia, yo sola me arrastré, yo lo pedí...

Apartó la mirada y resopló, se volvía a sentir una niña pequeña, pidiendo perdón de si misma a nadie exactamente.

»Debes perdonarte a ti misma Hazel, mentir no es lo peor...es algo que a veces hacemos, pero, ¿Les dirías que estás rodeada de celebraciones y sangre? — preguntó y Hazel negó.

No, Hazel no quería decirles nada, este era su secreto, y le encantaba.

Nota:

Bueno :v creo que este capítulo quedó algo de la mierda ;-; no sé si se entendió algo, pero, creo que luego lo editare xd

¡Eh! Tengo inspiración de esto uwu yujuu xd

Debo irme, les amo bai ❤️

¡Oh! dulce venganzaWhere stories live. Discover now