EL REGALO MÁS GRANDE

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Esferas navideñas color plata colgaban del techo como si fuesen planetas, velas románticas rodeaban la cama, y lo que parecía ser una carta descansaba sobre las almohadas. 

Me giré, y él tomó mi rostro entre sus manos.

Haría esto, y mucho más. —Me dijo, con voz dulce. 

En ese momento una canción empezó a sonar, y yo la conocía. 

Nos sentamos en el colchón quedando frente a frente, sin decir una palabra, escuchando aquella melodía que nos unía el alma. 

El regalo más grande - Tiziano ferro. 

El mundo afuera dejó de existir, solo éramos él y yo en nuestro bucle de pasión. 

"Quisiera me regalaras
un sueño escondido,
o nunca entregado,
de esos que no se abrir
delante de mucha gente,
porque el regalo más grande
es sólo nuestro para siempre".

—Cristal... Tú eres el mejor regalo que la vida me ha dado. Después de tantos años siento que estoy donde debo estar. Y solo pido que esto no sea un sueño donde despierte y tú no estés.

—Despertaremos mañana, y estaré entre tus brazos.  —Le dije, conmovida. 

Sin demorarme más me abalancé quedando a horcajadas sobre su cintura, a escasos centímetros de su rostro, nuestros labios se fundieron en un apasionado beso, la yema de sus dedos se coló entre mi blusa desprendiéndome de ella, yo hice lo mismo con su playera.

Con una rapidez increíble me giró para quedar sobre mí, aprisionó mis manos y me besó la piel del cuello hasta llegar a mi abdomen, yo estaba extasiada, fuera de este mundo. 

—Lex. —Susurré—. Es la primera vez que hago esto. —Confesé, con mis mejías tan rojas como el alba de un atardecer.  —Se tierno conmigo.
—Siempre, cariño. 

Y esa noche, alcanzamos el cielo, sin levantarnos de la cama.

CRISTALWhere stories live. Discover now