Past, Present and Future (JJBA x READER)

Capitulo 6

- Ash éste siempre desaparece en los momentos más importantes - me queje en voz alta.

- ¿Y qué se supone que tengo que hacer?

- ¿Es enserio? Viniste aquí sin saber que tenías que hacer...como no lo vi venir - estaba algo irritada porque no lo quería cerca de mí - lo que debemos hacer es ir a comer helados.

- ¿Solo eso? - parecía aceptar mi mentira - no te creo, no tiene sentido, además Jotaro no haría eso con una chica como tú.

- ¿Disculpa? Pero en que te basas para decir eso, ¿Dices que soy fea o algo así? Mejor piensa dos veces lo que vas a decirme porque si no te daré una paliza.

- Hablando de helados ¿Vamos a comprar algunos? - dijo haciendo una seña de calor.

-¿¡Me estas ignorando idiota!? - realmente este tipo me ponía de los nervios - además solo bromeaba, Jotaro no iba a venir a hacer eso, solo lo dije porque estoy algo estresada - le dije tímidamente.

- Lo sé, pero creo que sería interesante ir contigo a comer helados.

- Solo te digo que yo no soy como el ganado que pastoreas en la escuela - dije haciendo referencia al manchón de chicas que lo seguían.

- ¿Vamos?

- ¡HEY, ME ESTÁS IGNORANDO! - le regalé un golpe en el abdomen provocando que él se quejase del dolor.

- Perdón perdón, ya entendí solo estaba jugando.

- No te hagas el idiota, vamos de una vez, que estoy con antojos

Comimos helados mientras que buscábamos al muchacho rubio y obviamente le expliqué sobre mi stand en el camino. Después de todo él es amigo de Jotaro y Jotaro es amigo de Kakyoin, con eso me basta para poder confiar en él también.

Buscamos a Dio por tres horas, ya era momento de detenernos.

- Ah...Josuke aquí debemos parar, no creo que lo encontremos - él solo afirmó con la cabeza.

- ¿Te acompaño a tu casa?

- No - a pesar de decirle que no me acompañe, caminó conmigo.

- Quién lo diría ¿No?

- ¿De qué demonios hablas?

- Trajiste al enemigo de mi familia, trajiste a un verdadero villano y aun que no sé como sentirme exactamente pero como te sentirías tú...

- Me siento mal, obviamente, él le hizo daño a alguien que quiero y si le ha hecho daño a él también me ha hecho daño a mí - mire el cielo - que habrá hecho que Dio se volviera tan cruel.

Decidí comprar algunas manzanas en el camino, solo por si acaso. Josuke se despidió de mí cuando llegue a la puerta del complejo de departamentos en donde vivía.

- Ya sé a qué lugar acudir a estudiar para los exámenes.

- Por favor no fastidies, no me hagas pensar que eres un pervertido que me acompaño a mi casa solo para saber dónde vivía y así poderte aprovechar de mí - aunque no me molestaría si no tuviese como novio a Kakyoin a pesar de que el pelirrojo no este enterado de que es mi novio.

- Piensa lo que quieras, chau - se marchó.

Entre al ascensor para llegar al piso donde quedaba mi departamento, caminé por el pasadizo que era muy conocido por mí pero lo que sí era nuevo para mí era ver a un completo extraño (que parecía un drogadicto por cierto), no se le podía ver el rostro ya que era cubierto por una capucha.

- Disculpe señor... ¿Se encuentra bien? - me coloque de cuclillas en frente de aquel sujeto que rápidamente comenzó a despertarse.

- ¿_______? - me sorprendió que conociera mi nombre, alzó la cabeza y resultó ser él que buscaba.

- Dio ¿Dónde estabas?

- ¿Me estabas buscando?

- Sí, durante horas, no sé como explicarlo pero realmente se siente bien encontrarte y saber que estabas sano y salvo - le apretaste la mejilla como si de un niño se tratase - estaba preocupada.

- ¿Preocupada? ¿Por qué? - me levanté y abrí la puerta para que pasara también, cosa que entendió bastante bien.

- Al fin y al cabo eres mi mayor responsabilidad en estos momentos - Dio estaba bastante confundido y lo mejor que podía hacer en estos momentos para ayudarlo era hacer que se relaje por lo menos un poco - Dio ¿Tienes hambre?

- Sí, pero si son tus manzanas sería mucho mejor - ahora entiendo porque me buscó, suspire.

- Tienes que comer cosas variadas sino te enfermarás y morirás - dije riendo a carcajadas, lo que provocó en Dio un poco de incomodidad.

Terminamos de comer y le empecé a explicar con más detalles sobre todo lo que estaba pasando, de que yo lo traje del pasado, sobre los stands y obviamente decidí omitir lo que le hizo a Jonathan, la máscara de piedra y lo de Egipto. Él solo me miraba confundido pero trate de convencerlo de que en estos momentos solo debía confiar en mí y que no lo llevaría a la fundación Speedwagon hasta que él cambiase de opinión. Decidimos salir al parque.

- Cada vez que camino por aquí recuerdo cuando llegue a esta ciudad, no tenía a nadie por eso venía a este lugar para sentirme más tranquila, nos sentamos en un banco.

- Así que aquí venías ya que no tenías a nadie... ¿Por qué dejaste de venir? ¿Encontraste a alguien? - miré las plantas un poco avergonzada.

- Sí...pero esta persona ya la conocía solo que sufrió un accidente y cuando se recuperó vino a Morio.

- ¡Ayuda! - me levanté al oír el grito de un niño pero Dio tomó mi mano.

- No hagas cosas innecesarias, si el niño esta ahí, es por culpa de sus padres.

- No seas tonto, si puedes ayudar a alguien, no lo piensas dos veces, simplemente lo haces - agarré la mano de Dio con mucha fuerza - además tú también vienes conmigo.