La chica suspira cansada ante los mandatos de la médica. Nayeon a simple vista como la más quieta del mundo, y la realidad se mantiene a una inquieta castaña esperando que la consulta termine.
Era mucho, en serio era mucho para ella.
— Bueno, Nayeon ha mejorado mucho. Tus defensas han subido un poco, las manchas de tus brazos han ido desapareciendo — La sonrisa de la peliazul dejo a JiMin tranquilo — No obstante, eso no quiere decir que deje los medicamentos, no por ahora.
Nayeon sonreía, creyendo que ya todo había acabado, mala suerte cuando Wendy informó que no y que faltaban algunas cosas.
— Nayeon ¿Haz estado siguiendo la dieta que te mande? — La chica asintió con mucho ánimo y una sonrisa por parte de Wendy — Así me gusta.
La peliazul saco de su gaveta una paleta con sabor a mora azul y menta, la extendió a la castaña que la recibo gustosa y con un puchero tierno. JiMin sonrió a la chica y fue cuando sorpresivamente la mayor le extendió una paleta a él, quedándose confundido por unos segundos y aceptándolo penoso después.
— Te mandaré otro examen de sangre como para el otro lunes, seguirá con la dieta. Solo que está vez, daré el permiso de comidas llenas de carbohidratos, ya que Nayeon está por debajo del peso adecuado para ella.
— ¿Cuánto pesa? Señorita Kim — Preguntó un rubio preocupado. Wendy acomodó sus gafas y reviso los datos.
— Nayeon mide 1.65m y pesa 45Kg — Habló una peliazul preocupada.
Su peso era por debajo de lo adecuado.
La mirada del rubio se posó en la castaña, enojado. Nayeon miro sus brazos y sus muslos, efectivamente más delgados de lo que normalmente eran, y aunque eso la alarmó la mirada dulce de Wendy sobre la mirada de fuerza de su tío, la calmaron un poco.
— Pero señor Park no le ponga la culpa a la niña. Según los datos, el metabolismo de la chica es muy alto y para recargar eso, la dieta le ha hecho bajar de peso — Aclaró Wendy con una sonrisa hacía la vista dura del rubio.
Y fue un alivio escuchar eso, ya se hacía que su sobrina era una bulímica o anoréxica.
Afortunadamente solo era cuestión de su genética, y de la dieta que había recomendado la doctora, por lo cual Nayeon se había salvado de un sermón en casa. Después de algunas preguntas de la salud, las recetas, chequeos y palabras aburridas; salieron del consultorio.
La sonrisa resplandeciente de la chica, tuvo a JiMin en un cierto trance.— ¿Qué quieres hacer? — Preguntó el rubio con una sonrisa. La castaña se le iluminaron sus ojos e hizo un puchero no sabiendo lo que quería.
JiMin tomó de la mano a la chica y le dio un fuerte abrazo, no lo tan fuerte como para lastimarla y dejó un beso en la cabeza de la chica. Su amor por esa adorable adolescente crecía cada año, y siempre le daba esa extrema calidez que solo ella podía dar y que le recordaba a su más grande compañera.
Una risotada ya que la castaña comenzó a hacer cosquillas a su tío Mochi en plenas afueras del consultorio privado de Wendy. JiMin se unió conociendo las partes más sensibles de la chica y algunas risas y solo pudo ver el característico brillo que emanan los ojos de Nayeon. Ese brillo que no ve hace un tiempo.
— ¡Quiero comer helado! — Exclamó mostrando una gran sonrisa donde destacaban sus dientes, separándose un poco de su acompañante e inflando sus mejillas — ¡Por favor! — Sus ojos con súplica y falsos lloriqueos, tomaron la sonrisa del rubio que asintió.
— ¡Claro! ¡Vamos que yo también quiero helado! — Y tomó la mano de la castaña, para pedir algún taxi que los llevará a alguna buena heladería o la que Nayeon prefiera.
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un novio para Kook¹ | taekook
Fanfiction𝐊𝕆𝐎𝐊 𝕂𝐍𝕆𝕎𝕊 𝐓𝗛𝐄 𝗟♡𝐕𝔼 A través de los años Jeon Nayeon se había dado cuenta de lo mucho que había hecho su hermano por ellas. Luego de un accidente conoce el jefe de su hermano, viendo en el algo que lo hace el indicado. A un respiro...