꒰ O27 ꒱

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La cara de confusión de el azabache no era de menos. Hacia días que el escritorio a su lado no había nadie. Nadie con quién hablar, compartir en sus horas de trabajo.

Algo en su interior decía que no llegase a preocupar pero no había visto a Momo hace días y comenzaba a sentirse preocupado. Podría estar enferma, de viaje, ¿Habrá pedido una vacaciones? ¿Por qué él no se pedía unas y escapaba a Narnia?

Ya no podía aguantar a TaeHyung por estos días, había estado más frustrado, impaciente y desesperante. Se caracterizaba por tener una noble paciencia pero realmente al punto de Kim no podía.

Sin más abrió el pequeño bombom que hacía guardado en su bolsillo, dio unas suaves chupadas a este con una expresión satisfactoria en su rostro y así sucesivamente seguía y seguía chupando sin pudor. Ese dulce lo mantendría arriba por unas horas o minutos, sabía que la energía del azúcar era de corto plazo pero aguantaría hasta llegar a su casa y caer rendido. No se llegaría a preocupar por la comida, para eso estaba JiMin.

— Necesito a mi pelinegra divertida — suspiró algo enternecido observando la computadora. Explotaría si es que más archivos llegaban a su correo de trabajo o al correo de TaeHyung si es que llegaban más mensajes.

— Parece que te estás muriendo. Tomate un respiro — una sonrisa de satisfacción pasó por los labios de la pelinegra que observaba al decaído azabache.

— Claro, como si pudiera descansar — y en su cabeza hablaba solo hasta que recordó y observó a su lado. Una chica de pelo negro corto se hacía posada a su lado con una blanca, lisa blusa y una falda entallada a su cuerpo del color de su cabello. Su labial rojo dejaba mucho de que hablar y una sonrisa apareció en el azabache al no poder creer lo que estaba viendo.

— ¡Momo! — la chica rio y se sentó al lado del azabache para poderse abrazar cómodamente sin las miradas de los demás. Estas ya no eran tan discretas y prudentes si se trataba de JungKook.

— ¡JungKook! ¡Te extrañe! — unas risas y un puchero por el apodo que su amiga le había dado.

— ¿Dónde estabas? ¿Por qué habías faltado durante tanto tiempo? — los ojos de impresión con respecto al look de la contraria seguían en JungKook. Esta hizo una mueca hasta observar directamente al azabache.

— Necesitaba un respiro. Solo fueron cinco días, no es mucho.

Para JungKook no podía creer la actitud tan despreocupada y brillante de Hirai Momo, simplemente en su mente no cabía una persona tan segura y confiada como ella, no solo por conocerla sino que su sola presencia demostraba eso.

Y quién no estaría feliz para ver a su amiga después de tanto tiempo. En esos días se había sentido solo y presionado, no creía poder aguantar con el exceso de trabajo y aburrimiento de su día a día. Consideraba que luego de no estar con Momo por unos días, se había dado cuenta de lo especial que era la pelinegra para él, una de sus pocos amigos.

— ¿Cómo que no es mucho? Te extrañaba tonta. En estos momentos es cuando más te necesito — Una risa por parte de ambos. Momo observaba directamente a los ojos de JungKook, y este se mantuvo asustado — ¿Qué? ¿Tengo un moco? ¿TaeHyung está tras mío verdad? — Lo último sonó con más miedo que diversión.

Momo rio — No tonto. Tengo que decirte algo — y luego no había más sonrisas y más risas. El rostro de la pelinegra se puso totalmente serio asustando al azabache.

Sin pronunciar palabra alguna JungKook dio la palabra a la pelinegra. Estaba algo asustado porque rara vez Momo lo miraba con seriedad. Ella era más de sonrisas y diversión, como si su felicidad perdurará hasta el final de los tiempos.

un novio para Kook¹ | taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora