꒰ O43 ꒱

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JiMin observó a las menores otra vez algo confundido. Bueno, ¿Qué confundido podría estar cuando vio lo que vio?

Realmente ni siquiera esperaba en su vida ver a Nayeon así con alguien, había aceptado el beso porque lo consideraba como el crecimiento de su sobrina, pero ya eso con solo quince años a penas, no.

Solo frunció su ceño mirando hacía la nada, claro, JungKook hermano mayor y no ha pasado por esas.

Aunque era mejor, ni sabría cómo reaccionar, tal vez se le iría el aire y adiós a JungKook.

Sí, mejor que él se encargue de esas cosas.

Y Nayeon solo formaba un puchero, ella pensaba que sentarlas a las dos mientras su tío pensaba el sermón que podría darles era injusto. En su defensa ella solo estaba teniendo un lindo acercamiento con su Yeonnie, disfrutando de sus lindos y suaves labios. No era nada malo y solo intensificó su puchero.

Era una muestra de cariño para que su Yeonnie supiera cuánto la quería. Solo que esta vez nada más sintió la necesidad de acercarse un poco más, de que fuera diferente y no tan tímido, incluso había pensado en poner su-

— Nayeon y Jeongyeon — El rubio sonrió a ambas para que tuvieran confianza.

No, no las iba a regañar. No estaban haciendo nada malo, realmente Nayeon solo estaba haciendo lo que cualquier adolescente a su edad hace, nada más solo no esperaba llegar más allá de eso porque en serio el cuento de la cigüeña se iría a la basura.

Si lo pensaba mejor de alguna u otra forma sentía sano que Nayeon explorará otras cosas, claro, que no tan rápido todo a su tiempo.

— Chicas dejen de mirarme como si las estuviera regañando. No lo voy ha hacer — Tanto Jeongyeon como Nayeon dejaron sus ceños fruncidos y se tranquilizaron un poco — Solo quería tener una charla con ambas.

Nayeon tomó la mano de Jeongyeon sigilosamente por detrás del mueble.

— Chicas sé que ustedes ya tienen pues esa edad y creo que deberían saber algunas cosas antes de-

Jeongyeon le tapó los oídos a la inocente Nayeon que solo frunció su ceño pero no dijo nada. JiMin rio por la imagen asustadiza de la chica peliazul; impresionantemente se había familiarizado con Jeongyeon luego de descubrirlas a ambas la primera vez y luego al enterarse que era la hermana menor del enamoramiento de JungKook.

Los Jeon atraen a los Kim, uy.

— ¡No íbamos ha hacer eso! — La peliazul cerró sus ojos nerviosa y la inocente Nayeon estaba confundida.

El rubio dejo de reír y solo sonrió a su sobrina y a la peliazul.

— Está bien, está bien — dijo parándose — Traigan a Somi, vamos hacer galletas.

Jeongyeon solo asintió y se llevó a Nayeon para buscar a Somi.

Para JiMin solo pudo sentirse tranquilo al ver que Nayeon estaba creciendo, experimentando y viviendo. Reconocía que extrañaría en algún momento ver a esos dulces ojos llenos de inocencia de su sobrinita, pero no podía pedirle quedarse en ese mundo de color y rosas que le había creado JungKook.

Tampoco culparía a JungKook, Nayeon era feliz en su mundo de felicidad y dulce. Donde tal vez se ha quedado como una niña.

Solo que era tranquilizante saber que ella si estaba haciendo lo que los adolescentes hacen, si estaba viviendo su vida, si estaba feliz. Nayeon no estaba estancada en ser una niña para siempre, ella dejando salir de a pocos sus alas.

Porque no quería ver a Nayeon estando triste, siendo alguien que se preocupa por otros y jamás por si misma.

— Cometí un error con uno. No lo haré con dos más — Miró el retrato de JungKook por el frente preocupado.

un novio para Kook¹ | taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora