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Narra Mica:

—Micaela! Es la última vez que te llamo. Levántate que llegas tarde a la escuela o te levanto a sopapos ¿Escuchaste?— habló mi mamá entrando en mi pieza por sexta vez tironeando de mis sábanas para destaparme. La muy maldita sabe que no puedo dormir así.

Saqué mi cara demacrada de la almohada para mirarla con la mejor cara de ojete que tenía. Odio levantarme, va... Que me levanten porque por voluntad propia ni en pedo me levanto.

—Tu uniforme...— dijo tirandolo sobre la cama— y apúrate.

Saqué ganas de dónde no tenía para levantarme y empezar a cambiarme antes de que vuelva y me putee. Es lunes la concha de  su madre! Hoy tengo clases con la vieja chota y ortiva de matemáticas. Puse todavía más cara de orto.

Cuando termine de ponerme mis zapatitos, mi camisa, mi corbata y mi falda a cuadros baje para almorzar.

Una paja tenía.

Lo único bueno de que sea lunes es que es lunes 29.

29= ravioles. Vamo' lo pi'.

Comi como pude tratando de no  mancharme la camisa. Milagrosamente lo conseguí porque normalmente soy re chancha para comer.

"Ah, pero cuando vas a otras casas la señorita es re fina." Grito mi propia conciencia. A lo que me reí. Era verdad ¿No lo hacen todos a eso o soy la única pelotuda?

—¿Quien te entiende? Te levantas con cara de orto y ahora te cagas de risa de la nada.— dijo mi mamá lavando los platos sucios que quedaron.

—Es lunes ma— dije como si eso fuera suficiente explicación.

Cuando termine subí al baño para maquillarme un toque.
Rimel, corrector de ojeras, un poquito de crema, perfume y desodorante.

Termine de peinarme y baje a saludar a mi mamá para irme a la parada del micro.

—Chau ma, te amo— dije dándole un beso en la mejilla.

—Cuidate y trata de no conflictar con la Señora Romano porque te va a complicar la vida y te va a hacer reprobar la materia.

Giré los ojos. Vieja chota, la odio. No creo que haya profesora más insoportable que ella.

—Solo es una vieja pelotuda que quiere que todos seamos tan miserable como ella— aclaré rovoleando los ojos. El odio con la vieja boluda era mutuo.

—Ya te quiero ver a vos de grande...— dijo.

Ashhh, sali de mi casa antes de empezar a discutir con ella también. Mora y Sabri estaban en la parada distraídas con su celular. Tanto que ni se dieron cuenta cuando llegue.

—Ey gilas ¿Todo viento?

—Eu perri, sipi todo vientovich.—respondio Mora—¿Y Bosnia?— preguntó.

—Tenes que dejar de ver a Coscu boluda— le digo riendo. Ya me había contagiado el " afa afaerrrteee" y el "clave amigooo"— todo bien por suerte.

Mire a Sabri que seguía con el celular y no me contestó el saludo ¿Que le pasa a la wacha gila está? Ahre la re bardeaba.

—¿Y a esta que le pasa?— le susurré a Mora.

—Un chico supongo, no se mucha bola no le doy porque me saca cagando cuando le pregunto— dijo encogiéndose de brazos.

Me senté al lado de ella y aún así no se daba cuenta de mi presencia, pero alcance a ver qué estaba hablando...¿Con Mauro?

¿Que hace hablando con el?

—Ey— dije tocándole el hombro sacándola de su transe — ¿No me vas a saludar?

«Tu mirada» •Wos•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora