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Narra Mica:

Loco, al fin hoy me dan el alta. Ya terminé la fisioterapia.

Siento que pasaron 4.000 años, necesito mi camita, mi tele, mi play. Necesito ver a Sabri a Mo... aunque eso implique volver a la escuela y soportar a Sebas y a la boluda de inglés y a todos los pibes también los quiero ver.

Estaba cambiandome, poniéndome un short de jean negro, una remera corta blanca con el dibujo de un unicornio y mis Vans. Me mire al espejo... ahora sí que estoy mejor con esto y no con esa bata de hospital horrible que se te abren y te dejan ver todo el culo.

Valentín siempre me decía que le encantaba esa bata. Claro, fichale tranca el culo a la chica internada ¿No?

Aunque no le dije nada si la situación fuese al revés yo también le ficharía el culo.

Golpearon la puerta y voltee para ver la cabeza de mi mamá asomada por la entrada.

—¿Ya estás?— preguntó alegré. Al parecer no era la única que estaba feliz de salir de acá.

Asenté con la cabeza.

Después de que el doc nos diera todos los papeles y algunas recetas de pastillas para que tome en casa nos fuimos con mi mamá y Ale. Valentín volvió a las competencias aunque no quería (quería quedarse conmigo) pero le rompí lo huevos para que fuera. Sé que le hace bien competir y se que le gusta asique no se "resistió" mucho.

Fuimos con el auto de mi mamá a mi casa mientras yo jugaba al juego ese de que digo una palabra y Ale otra y vas diciendo la frase entera mientras agregas más palabras.

Nunca supe cómo bosta se llama ese juego ¿Tiene nombre?

Me reí por las boludeces que decía Ale y pareció que en un abrir y cerrar de ojos ya estábamos en casa. Nos bajamos y al entrar estaba todo en silencio y de la cocina salía ese olorcito de la salsa cocinandose cuando mi mamá hacía canelones.

—¿Hiciste canelones por mí?— estaba por llorar. Está mujer nunca hacía canelones porque se tardaba toda la mañana en preparar los panqueques, la salsa y la acelga. Resumen: mucha paja.
Decía que daba mucho trabajo y ella había ido a las 9:00 am al hospital a buscarme lo que significaba que cocino bien tempranito... Por mí.

Wua llorar.

Asentó con la cabeza y yo me dirigí a la cocina para hacer el intento de probar la salsa.

—¿A dónde crees que vas?— me agarró del brazo.

—A hacer la degustación ¿A qué más?

Hizo un ruidito desaprobatorio con la lengua chasqueandola.

—Si la vas a comer igual ¿De que degustación hablas?— giró los ojos divertida y yo subí a mi pieza para distraerme con la play.

Entré y estaba todo ordenadito como lo dejé cuando tuvimos el accidente con Mati. Saqué ese pensamiento de mi cabeza y me tiré boca arriba sobre mi cama.

Cómo te extrañe querida amiga.

Voltee a ver mi pieza cuando escuché un ruido. Un golpe seco.

Si me vienen a robar re que pierden su tiempo porque no tengo nada y por suerte el celular se lo dí a Ale para que jugará al Candy Crush.

Miré para todos lados y saque la cartuchera de mi mochila  tratando (como una virga) defenderme con un lápiz nro 06 por si me querian lastimar.

Fuí hacia la cortina que cubría casi toda la pared por la ventana gigante que tenía en mi pieza.

«Tu mirada» •Wos•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora