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CAPÍTULO 6:

- Y eso es todo.

Las mujeres se levantaron de sus asientos y empezaron a aplaudir con entusiasmo. Ella misma se vio imitándolas. Traer a Sesshomaru a la asociación había sido una muy buena idea y más aún el apoyarle en su campaña. Tal y como esperaba, Sesshomaru había brindado todo el apoyo posible para las mujeres y había jurado permitirles continuar con la actividad y darles más protagonismo. ¡Dios Santo, había hablado de sufragio femenino! Todavía no lo tenían, pero si él, ganaba prometía dar su apoyo para conseguirlo, prometía moverse por ellas. Nunca se había sentido más orgullosa de un hombre.

A su lado estaba sentada la esposa de Sesshomaru. Rin era una mujer menuda de complexión muy delgada. Tenía una encantadora melena castaña lisa y unos ojos color canela que siempre brillaban con cariño. Ella era una de las primeras mujeres que había acudido a la asociación y nunca había proferido una sola queja de Sesshomaru. Al contrario, hablaba de él como si fuera el mejor hombre sobre la faz de la tierra. Un hombre que la adoraba y que la veía como una igual y, como tal, respetaba y tenía en cuenta sus opiniones. ¡Qué suerte tenía Rin!

Sesshomaru se bajó del estrado y en seguida lo asaltaron un montón de mujeres. Todas ellas deseosas de saber si sus palabras eran ciertas y la mayoría de ellas enamoradas de él. Era lógico. Para empezar, Sesshomaru era uno de los hombres más atractivos de Buxton. Nunca superaría a Inuyasha, pero era muy atractivo. Alto, musculoso y con buen porte. Su tez blanca, su melena castaña recogida en una coleta que le daba aspecto de pilluelo y su sonrisa de dientes perfectos conquistaba a todas las mujeres. Además, sus ojos dorados como los del mismo Inuyasha, aunque siempre observaban con dureza, escondían una sensualidad innata en ellos. Sin duda, era un marido perfecto y un gran hombre. Aquel discurso dirigido esas mujeres que no podían votar, fue totalmente desinteresado. Por supuesto, contaría con su ayuda en su campaña como recompensa. Sin embargo, eso era algo que le comunicaría en unos minutos.

- ¡Señoritas!- las interrumpió Rin- Debo recordarles que es mi marido.

Todas las mujeres rieron ante su comentario y le abrieron el camino hacia su marido. Sesshomaru la recibió entre sus brazos con una sonrisa y tras darle un suave beso en los labios que provocó más de un silbido y un piropo, continuó contestando encantado a las preguntas de todas las mujeres.

- ¿Y qué pasará con nosotras?- preguntó una de las prostitutas.

- Si cierra las tabernas nos quedaremos sin trabajo.- continuó otra- Estamos preocupadas…

Sesshomaru les sonrió antes de contestar y todas las mujeres parecieron relajarse.

- No me he olvidado de vosotras.- les aseguró- De hecho, cierro las tabernas por vosotras.

Más de veinte mujeres gritaron emocionadas al escucharlo y empezaron a empujarse para poder abrazarlo y besarlo. La misma Rin, esposa celosa de Sesshomaru, tuvo problemas para impedir que le arrancaran la ropa.

- Por favor, relajaros.- les pidió Sesshomaru- Dejad que me explique.

Las mujeres se quedaron en silencio absoluto al escucharlo y esperaron impacientemente.

- Tengo pensado rehabilitar el viejo edificio de la plaza para que ustedes puedan ocuparlo.- les informó- Además, os buscaré trabajos adecuados en la misma alcaldía, como funcionarias. Unas podríais ser secretarias, otras recepcionistas, otras guías, cocineras, etc. Hay diversidad de trabajos para todas y sé que si recibís la instrucción adecuada, lo haréis todas muy bien.

Se volvió a crear un caos entre las mujeres que rodeaban a Sesshomaru. Desde luego, sus palabras les habían causado un gran impacto y también a ella misma. No se esperaba escuchar algo como aquello y no podía hacerle sentir más segura de su decisión. Sí, apoyaría a Sesshomaru en su campaña hasta el final, y haría lo imposible para que fuera alcalde y ayudara a todas esas pobres mujeres. Por fin aparecía la respuesta al problema relativo a las prostitutas que le había creado tantos quebraderos de cabeza. Sesshomaru fue la solución desde el principio.

ɛʟ ƈǟɮǟʟʟɛʀօ ɖɛʟ ƈʀɛքúֆƈʊʟօ |•INUYASHA•|Where stories live. Discover now