Howls 🐺 [JJK] COMPLETA

V e i n t i c i n c o

Antepenúltimo capítulo.

— ¿Dónde estaban? —YoonGi los miró en cuanto entraron a la cabaña— ¿Y quién te dio permiso de sacarlo?

— Yo mismo, ¿Algún problema? —Jimin ni lo miró.

JungKook lo vio dirigirse a la cocina y se quedó de pie allí frente a Min YoonGi. Las palabras de Jimin hicieron eco en su mente por lo cual no dudó en hablar.

— ¿Alguna vez me has mentido sobre algo?

— ¿Qué? —esa pregunta lo desconcertó.

— Sólo me gustaría saber—se encogió de hombros. Hubo mucho silencio, tanto que repentinamente la tensión se vio palpable—Hyung, seré honesto contigo porque es lo que me has enseñado—avanzó a él— ¿Me tienes aquí porque no me quieres ver con HaeYoung o...porque tus sentimientos hacia mí han cambiado?

YoonGi maldijo en su interior, Jimin le había contado. ¿Por qué no le sorprendía?

— Ve al sótano.

— Necesito tu respuesta—se detuvo cruzándose de brazos.

— ¿Cambia algo lo que diga o piense?

— Cambia y mucho—JungKook se mostraba serio. El tema era algo serio—Ningún lobo debe interferir en la relación de otro lobo con su mate—miró sus ojos oscuros—Eres el alfa, seguramente esto ya lo sabes, ¿No? — YoonGi por primera vez se sintió intimidado, desde el marco de la cocina Jimin estaba viendo todo— ¿Realmente Jimin es tu mate?

— ¿Por qué me preguntas estas cosas ahora?

— ¿Por qué no simplemente me respondes?

Parecía que los papeles se habían invertido.

— Sí, siento algo por ti Jeon JungKook—admitió en voz alta— ¿Contento con eso? Y lo que suceda entre Jimin y yo no te incumbe.

Lo primero en lo que JungKook pensó fue en HaeYoung, sintió un gran alivio, él podía volver con ella. Miró a Jimin quien le dio una pequeña sonrisa.

— Volveré con ella.

— No puedes—YoonGi tomó su muñeca.

— La única ley que pasa por encima de un alfa es la de los mates—se soltó—HaeYoung es la mujer que amo y la mujer que marqué, ella es mía y yo soy suyo, no puedes prohibirme verla cuando sabes eso. Si te enamoraste de mí lamento decirte que no siento nada por ti, sólo eres un hermano mayor para mí.

— ¿Qué te hace pensar que todo será felicidad con ella?

— ¿Crees que seré feliz contigo viviendo encerrado en ese sótano? —acusó molestándose por primera vez con él—Confié en ti, YoonGi, te defendí y obedecí incluso cuando no quería.

— Soy tu alfa, hago esto por tu bien.

— No, mientes de nuevo, haces esto por tu propio bien—apuntó— ¿Te has preguntado cuanto sufre Jimin con esta confesión? ¿Te has preguntado el desastre que siento que soy en esta casa por tu culpa? No lo has hecho, eres el alfa, pero eres un mentiroso, te aprovechaste de todos.

— JungKook si regresas no te molestes en volver aquí—amenazó.

El pelinegro sonrió con arrogancia. Se encogió de hombros retrocediendo.

— Gracias, acabas de confirmarme que debo volver con HaeYoung.

YoonGi gruñó estando furioso. Eso no terminaría bien.

🐺🐺🐺

— ¿Hae? —alguien movía su brazo—Hae despierta.

— ¿Qué? —murmuró somnolienta.

—Vamos, debes levantarte—NamJoon lucía preocupado—Vístete y baja a la sala.

HaeYoung lo miró salir de su cuarto y se quejó obedeciendo a regañadientes, tomó un suéter cubriéndose un poco, desenredó su cabello recogiéndolo en una coleta alta dirigiéndose al baño. Lavó su rostro y cepilló sus dientes saliendo finalmente del cuarto, al final de las escaleras fue que entendió que sucedía.

Se acercó sin creerlo y todos voltearon a verla, estaban allí SooJin y NamJoon junto a Jimin y JungKook, pero...

— Oh, Dios mío—en la mejilla derecha del chico había un pañuelo pintado de rojo, él lo sostenía firmemente. Hae notó que Jimin tenía la manga derecha de su camisa pintada de rojo también— ¿Qué...? —intentó mover el pañuelo, pero JungKook la detuvo, sus ojos estaban de un azul oscuro.

—Debemos intentar curarlos—Nam los miró—Si no quieren ir al hospital...

— Notarían que nuestra sangre no es normal—Jimin negó con la cabeza.

— Déjame ver esto—susurró con voz dulce. JungKook la miraba con temor y dolor—No te lastimaré, sabes que nunca lo haría—besó su cabeza. SooJin mientras buscaba el botiquín dejó que NamJoon fuera exponiendo la herida de Jimin en su brazo derecho, exactamente en el antebrazo, desde el codo hasta la muñeca se notaba que unas garras lo habían desgarrado.

HaeYoung tragó con dificultad ante eso. JungKook seguía sin querer mostrar su herida.

— ¿Él hizo esto? —Soo estaba aterrada con la imagen. Se sentó junto a Jimin para curarlo.

— Probablemente tarde una semana en recuperarme—intentó restarle importancia—Intervine para ayudar a JungKook y...gané esto.

Hae miró al pelinegro quien mantenía la vista en el suelo sosteniendo el pañuelo, NamJoon miró a su hermana indicándole que lo llevara a su cuarto para curarlo mejor, quizás JungKook se soltaría más con ella a solas. HaeYoung obedeció acompañándolo, JungKook guardó silencio incluso cuando estuvieron solos, la chica se sentó a su lado tocando su mano.

— Kookie, déjame ver.

— No quiero que lo veas—su voz tembló—Él...él...no es malo.

— Déjame ayudarte—insistió.

El pelinegro tragó con dificultad negando con la cabeza.

— Él me echó, yo lo reté y...le dije que volvería contigo—suspiró—Jamás creí que intentaría lastimarme, por mi culpa Jimin salió herido, por mi culpa su vínculo se rompió, yo...daño a todos los que me rodean, Hae.

Ella no entendía exactamente a que se refería, pero iba a consolarlo.

— Oye, no eres eso, está bien, arreglaremos esto juntos—acarició su mano—Pero debes dejarme ver esa herida, JungKook.

— No creo que sane rápido como Jimin, creo que podría tardar un mes.

— Aun así, debo verlo—acarició su mano—Confía en mí.

JungKook pareció finalmente aceptar, de manera lenta bajó su mano dejando ver el lado derecho de su rostro. A pocos centímetros del ojo se deslizaba un corte hasta casi su cuello, Hae vio la sangre seca y la piel abierta en esa herida, sus ojos contuvieron las lágrimas cuando su chico también lo hizo.

Pero JungKook se sentía dolido y traicionado por YoonGi.

— Hice bien enfrentándolo, ¿Verdad?

— Lo hiciste, bebé. Lo hiciste bien—dio un corto beso a sus labios—Te curaré y te quedarás aquí, estás en casa, JungKook—lo abrazó con cuidado—Estás en casa—acarició su cabello y su espalda.