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    Definitivamente no estaba lista, nada pudo prepararla o prevenirla para lo que iba a suceder, para lo que estaba por comenzar, definitivamente, Kara no estaba lista.
    El equipo médico corría hacia la enfermería mientras  Alex repartía ordenes sin descanso ni piedad. Abrumada por el gentío esperó unos segundos mientras los agentes se retiraban cumpliendo las órdenes de su hermana, y apenas se despejó la sala, logró divisar el motivo de revuelo: Lena Luthor se encontraba inconsciente en una de las camillas con el cuerpo destrozado.

—Alex... ¿Pero... cómo?—Preguntó apenas en un susurro—¿Dónde?.

—Kara, gracias a Dios estás aquí—El gesto de la pelirroja disminuyó su tensión por unos segundos —Aún no lo sabemos, simplemente se apareció caminando en los alrededores de las instalaciones, y al detectar intrusos, un grupo se encargó de investigar, topándose con ella, de inmediato la trajeron, pero no logró completar el viaje, apenas subió al vehículo, se desvaneció.

—¿Sólo así?¿Ella sola?—Cuestionó incrédula.

    A pesar de sentir una gota de paz por el hecho de que Lena estuviera bajo su protección, Kara tenía la certeza de que aún quedaban cabos sueltos, y a su parecer, el peligro no había terminado.


     Luego de aquella victoria a medias contra Lex, Lena había organizado una Gala para recaudar fondos y así  cubrir los gastos de las destrucciones que había causado aquella batalla, como siempre, limpiar el caos del que ella no era responsable, sin rechistar, y de forma totalmente altruista.
   Cuando la Gala estaba alcanzando a su fin, una nave irrumpió en el esplendoroso salón y con la velocidad con la que se infiltró, desapareció llevándose a la anfitriona consigo.
    Y se preguntarán, ¿Dónde estaba la heroína de Ciudad Nacional? Pues, se encontraba en un falso intento de robo en el Banco de central de la ciudad, tragándose torpemente el cebo y dejando a Lena totalmente vulnerable, un error que no se perdonó. Pasó horas sin tocar el suelo en busca de una señal, de un escondite, recorrió la ciudad, el país y hasta el continente, siendo incapaz de algo que no fuera acumular una intensa y tóxica mezcla de rabia e impotencia.
    Y así pasaron dos días,  llegando al punto de rastrear a Lillian Luthor en un desesperado intento de conseguir ayuda, ahí fue cuando descubrieron que, al parecer, Lena no era la única Luthor desaparecida, la misma nave había tomado de rehén a su madre minutos antes que a ella, pero la prisión decidió hacer oídos sordos ante aquel evento y no informaron a las autoridades cuando era debido.
    Y de la nada, después de días de búsqueda, ella simplemente había regresado sola hasta la DEO desde quién sabe dónde y quién sabe cómo.

—El equipo de vigilancia ha encontrado restos de una nave en las fronteras de la base, directora Danvers—Informó Brainy mientras unía sus manos mostrando un gesto de suficiencia—Los están trasladando hasta aquí—Se detuvo un segundo antes de marcharse—Oh, y hay un ochenta y tres por ciento de posibilidades de que la señorita Luthor sufra una convulsión en los próximos minutos, se detectaron restos de cabello en la nave, al parecer, pudo haber sufrido un traumatismo al momento del aterrizar—Se retiró sin más.

    Las hermanas Danvers se acercaron enseguida al cuerpo inconsciente de aquella mujer y Alex revisó su cabeza de forma meticulosa hasta dar con una abertura en la nuca de unos cinco centímetros, que aparentemente había dejado de sangrar. 

—Necesito limpiar y suturar la herida, tendremos que hacer una tomografía para asegurarnos de que no tenga daño cerebral—Comenzó a moverse de un lado a otro abriendo cajones y tomando materiales cargando el ambiente de ansiedad.

—Alex, está por comenzar a convulsionar—Afirmó Kara, notando que el ritmo cardíaco de Lena aumentaba de forma irregular—Deja eso y dime que diablos debo hacer—Ordenó la heroína captando toda la atención de su hermana.

    Alex dejó todo a un lado con rapidez y ajustó la camilla de forma horizontal, mientras las convulsiones se presentaban con agresividad.

—Ayúdame a colocarla de lado, con cuidado—Mientras la voltearon una almohadilla fue acomodada elevando su cabeza.

—Bien, ¿a-ahora qué?—Dubitó la rubia con  nerviosismo a causa de los espasmos liberados por aquel cuerpo mientras era sofocada sin piedad por la impotencia.

—Hay que esperar y controlar el tiempo, si tenemos suerte acabará en menos de un minuto.

—¿Esperar?—Rugió la Superheroína, aferrándose a las barandillas, terminando por arrancarlas—¡Carajo!—Maldijo arrojando los trozos de metal a un lado —Acabo de recuperarla ¿y quieres que solo espere a que la suerte decida si ella va a estar bien o se muera en medio de una maldita convulsión?—Hizo una pausa al reparar en que estaba llorando—Ella tiene que estar bien... Aún tengo que decirle, tiene que saber quien soy, tiene que...

—Kara— Alertó su hermana logrando devolver a la heroína al presente, pues Lena ya se encontraba descansando fuera de peligro—Ella está bien, va a estar bien.

—Ella va a estar bien—Repitió en un susurro para fiarse de aquella realidad y descaradamente acarició el brazo de la morena hasta encontrarse con lo que reconoció como las manos más suaves del sistema solar—Vas a estar bien.

   Suturaron sus heridas y le proporcionaron medicamentos por intravenosa, la tomografía, al igual que cada uno de sus estudios afirmaban que ella estaba bien, y a pesar de la magnitud de sus heridas, todas resultaron superficiales. 

    Kara se tomó varias horas para acompañarla mientras intercalaba algunos minutos para resolver los problemas de la ciudad. No toleraba la idea de volver a separarse de ella, pues, la seguridad de esa mujer, se había vuelto su prioridad, su misión.

—Brainy, necesito ver la nave—Solicitó la rubia.

    Su amigo asintió con una pequeña sonrisa mientras la guíaba hasta el depósito principal de la DEO.

—Como puedes ver, es bastante peculiar, parece que han fusionado tecnologías de L-Corp con tecnologías...

—Kriptonianas—Concluyó.

—Exactamente, además de ello, nos percatamos de que esta nave tenía control automático,  las coordenadas a las que se dirigía coinciden con la ubicación de L-corp, pero al parecer, Lena deshabilitó el sistema y cambió el rumbo hasta la DEO, pero sin un volante, el aterrizaje resultó en la catásrtofe que y conocemos.

—Y la señal de la nave principal ¿no ha podido ser localizada?—Acarició los restos de la escotilla sintiendo escalofríos al distinguir la sangre de Lena esparcida en ella.

—El punto de origen de la señal se perdió en el momento en que Lena hackeó el sistema—Hizo una pausa al percibir un bufido por parte de la mujer de acero—Hay algo más, Kara—Esta se volteó tan rápido como le permitió su naturalidad Kryptoniana—Ella no iba sola, detectamos el ADN de otra persona, pero no se encuentra registrada en nuestra base de datos.

—K...Kara—Susurró Lena con la voz gastada desde el otro lado de la base—¿Dónde está Kara?.

Kryptonita Negra - SupercorpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora