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    Los ojos de la heroína se abrieron de golpe mientras era agarrotada por una jaqueca infernal, una de las pocas que había experimentado durante su estadía en la tierra.

—¿Qué demonios?—Cuestionó para si misma haciendo presión es su frente.

    Contempló su alrededor y sus mejillas se encendieron a una temperatura semejante a la del sol terrestre cuando se percató de que se encontraba acostada en ropa interior sobre la cama de la menor de los Luthor.

—¿Qué pasó?—Observó el otro lado de la cama y notó que estaba destendido, alguien había dormido con ella—Acaso yo....

—Al fin abres los ojos—Comentó Lena interrumpiendo sus pensamientos mientras entraba con comida—Estuve a punto de llamar a Alex para que me ayudase a traerte de vuelta—Agregó con cierto tono de burla.

—¡Lena!—Se tapó con las sábanas rápidamente y se sonrojó aún más, si aquello era posible—¿Qué pasó?, ¿por qué estoy así?—Susurró lo último mirando su cuerpo en ropa interior.

—Oye, tranquila—Apoyó la bandeja sobre la cama y le acercó una camiseta junto con unos shorts—Ponte esto si quieres, no miraré—Le dió la espalda para no incomodarla— Aunque no hay nada que no haya visto anoche—Agregó siendo incapaz de contener la risa.

—¿Qué? Espera, ¿qué pasó?, ¿Y por qué tengo jaqueca?—Se vistió en menos de un segundo pero maldijo al notar que aquel movimiento intensificó su dolor.

—Veo que no recuerdas nada—Sonrió antes de continuar—Anoche, cundo te pregunté a qué se debía tu urgencia por verme, me invitaste al bar alienígena con la excusa de que sería bueno conocer tu ambiente, y así volver a fortalecer nuestros lazos—Tomó una dona de chocolate y comió un trozo antes de continuar—Cuando llegamos me ofrecieron unos tragos, pero no quería ser la única en embriagarse, así que me comentaste que existía un trago que podía hacerte efecto. Creí que era una broma, que lo decías por el fin de que no me sintiera mal bebiendo—Se rascó lo nuca avergonzada—Así que con tal de demostrarme que era en serio, te tomaste dos vasos como si fueran agua y antes de que yo pudiera asimilarlo, te estabas totalmente ebria.

—Oh, por Rao—Se cubrió el rostro y soltó un suspiro.

—Fue consecuencia de mi excepticismo, aunque no me arrepiento del todo, fue grato y divertido conocer esa faceta de Kara Danvers—Le acercó una dona y acarició su hombro—Aunque destruiste la barra entera al caer de la banquilla.

—Demonios, debo volver lo antes posible a disculparme y cubrir los gastos de todo ese desastre—Hizo un ademán por levantarse pero Lena la detuvo sujetando su brazo.

—Tranquila, me encargué de eso antes de irnos, tiene lo suficiente para abrir otro bar en el centro de la ciudad.

—¡Lena!—Reprochó Kara mientras la  observaba con cierta molestia—Yo soy la culpable, no debiste haber hecho eso.

—Fue en gran parte mi culpa que terminaras así, Kara.

—No lo fue, y no debes encargarte de mis problemas.

—¿Quieres escuchar como fue el camino de regreso?—La pelinegra la miró con cierta picardía y alzo ambas cejas.

—Está bien—Contestó luego de meditarlo por varios segundos.

—Te arrastré como pude hasta mi auto mientras cantabas canciones en kryptoniano, afirmando que eran baladas de amor, y que me las dedicabas por haber arruinado todo entre nosotras—Dejó aparecer una sonrisa risueña—también, durante el trayecto sacaste tu brazo por la ventana y sin querer arrancaste algunos letreros de trafico—Rio mientras contaba lo último—Al llegar al departamento te traje hasta la habitación, y me hiciste todo un drama porque querías dormir desnuda, afirmando que sentías que el sol rojo te estaba quemando por dentro. Luego de veinte minutos de una discusión bastante confusa, accediste a dormir apenas con la ropa interior—Al terminar de hablar, Lena la observó ansiando captar su reacción.

—Lamento todo esto, en serio, Lena—Dijo totalmente avergonzada—Pero gracias por cuidarme—Completó en un susurro y bajó la mirada a sus manos.

—Siempre voy a cuidarte, Kara.

    La rubia volteó sorprendida al escuchar aquellas palabras, pues , era lo más dulce y sincero que le había dicho desde su gran pelea.

—Lena yo...—El insistente golpeteo en la puerta principal robó la atención de ambas mujeres.

    Lena acomodó su pijama que consistía en unos shorts azules y una sudadera de la universidad de Ciudad Nacional antes de dirigirse a la puerta.

—¿Qué demonios les pasa?—Maldijo Alex entrando sin invitación—¿acaso ninguna de las dos tiene oídos para escuchar el maldito teléfono?—Respiró profundo y disminuyó su tono de voz, aunque mantuvo la severidad—¿Dónde está Kara?, rastreamos su inter comunicador hasta el bar alienígena, porque resulta que mi querida hermana se embriagó hasta las canas con una pelinegra anoche, además de que destruyó la mitad del bar—Posó ambas manos en su cintura y la observó molesta.

    Al escuchar aquellas palabras, la heroína se apareció frente a ellas, la Directora Danvers observó su pijama y luego ejecutó el mismo procedimiento con Lena.

—Más vale que al fin hayan dado el paso, para justificar su ausencia por doce horas—Aquel comentarió tomó por sorpresa tanto a Kara como a Lena, pero Alex no les dió tiempo para responder, ni siquiera para procesarlo—Las dos, DEO, ya. Tenemos a Sam.

    Ni siquiera pudieron cambiarse, la mayor de las Danvers las arrastró hasta una camioneta y las llevó hasta la base en un ambiente de brutal silencio.

    Al llegar a las instalaciones, las tres se dirigieron hacia la enfermería, donde se encontraron a Samantha acompañada por el equipo Flash y aferrada a la pequeña Ruby.

—Sam—Musitó Lena y corrió para aferrarse a ella—Estás aquí—Fue incapaz de retener las lágrimas—Esto es mi culpa, las puse en peligro, lo siento—Sollozó.

—Lena—Respondió esta con alegría—Estoy bien, ¿si?, esto no ha sido tu culpa—Acarició su espalda en un intento de calmarla.

—¿Cómo te sientes?, ¿qué ha pasado?—Preguntó Kara acercandose a ellas—¿Estás bien?

—Lo estoy—Asintió con una media sonrisa—No me han hecho daño, pero no recuerdo casi nada de lo que pasó

—Kara—La llamó J'onn junto a Barry y Alex—Acércate un segundo.

    Sin oposición, la heroína se acercó a los tres expresando confusión con la mirada.

—No quermos que Ruby nos escuche—Aclaró su hermana con mayor tranquilidad.

—Samantha apareció en las afueras de la ciudad, en una nave identica a la Nave en la que apareció Lena—Informó J'onn—Pero a diferencia de esta, Sam recuerda una conversación que escuchó antes de despegar—Miró a Alex con cierta preocupación.

—¿Qué fue lo que escuchó?—Preguntó con impaciencia la heroína.

El arma esta casi lista, configurando el rumbo hacia Argo, señor—Respondió Alex posando sus manos en la cintura.

—Creo que es hora de que hagamos una pequeña visita a mi madre—Concluyó la heroína observando a Lena de manera inconciente.

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Hola! Quería agradecer a la gente que ha leído, votado y comentado, es un verdadero mimo al alma saber que les está gustando💖
Att:Sofi

Kryptonita Negra - SupercorpWhere stories live. Discover now