Kryptonita Negra - Supercorp

7.

—Buenos días, Kara—Saludó Nía apenas la vio salir del ascensor—¿Larga noche?

—¿Por qué?, ¿Acaso me veo mal?—Cuestionó con nerviosismo mientras revisaba su atuendo y pasaba ambas manos por su rostro en busca de una razón para aquel comentario.

—Para nada, pero J'onn me comentó de tu "misión"—Hizo un gesto de comillas con sus dedos—de vigilancia—Rió con cierta picardía—Me imagino que lo disfrutas.

    El rostro de la rubia se volvió totalmente carmesí.

—Bueno... No diría que es malo, simplemente paso algunos ratos sentada en lo alto de un edificio comiendo mientras cuido de Lena—Se le escapó una sonrisa inocente—Por seguridad, claro, aún no sabemos nada de los secuestradores y ella no recuerda que sucedió—Se aclaró la garganta.

—Ajá—Asintió evidentemente sin creerle, pero decidió dejar el tema para molestarla en otra ocasión—Por cierto, la señorita Grant quiere verte.

    Caminaron juntas hacia el escritorio de Nia y Kara rompió en carcajadas al ver varias filas de comida empaquetada sobre este.

—¿Así funciona el amor en la tierra?, por Rao, cuanta intensidad.

—Así o también cuando vigilas a alguien desde los edificios mientras sonríes con cara de idiota, en vez de atreverte a decirle la verdad—Replicó su amiga deleitándose con el rostro de Kara nuevamente sonrojado.

—B-bueno, será mejor no hacer esperar a la señorita Grant—Se ajustó las gafas—Pero ya que no te vas a comer todo esto, me llevaré un poco.

    Tomó cuatro paquetes y emprendió camino hacia la oficina de su jefa.

—Buenos días señorita Grant, ¿quería verme?.

—Al fin llegas, te he esperado por diez minutos, querida—Dirigió su mirada hacia los paquetes de comida—Así que lo del metabolismo kriptoniano es cierto, se tragan hasta las paredes.

—N-no...bueno si—respondió apenada y suspiró dejando la comida en la mesita—¿Qué necesita, señorita Grant?

—Tengo algo para ti, jovencita—Se acercó y le dejó un papel arrugado en las manos—Creo que es importante que lo leas.

—Es el discurso que Lena preparó para la premiación—La miró soltando una sonrisa impecable—Gracias.

—Ella lo escribió después de enterarse de la verdad, Kara—Rodeó su escritorio y tomó una pequeña caja—Ah, y este es el Pulitzer, con todo este tema de la aguafiestas de la zona no sé qué demonios, no pudimos entregártelo—Comentó restándole importancia.

    Aquel gesto le causó gracia a la joven Danvers, pero tanto ella como Cat, eran concientes de que lo más valioso para Kara, era el discurso que Lena había preparado para ella.

—Una cosa más—Cruzó sus brazos—He tenido quejas de golpes, ruidos extraños y de que alguien deja la bendita puerta de la terraza abierta todos los santos días de la semana—La miró con reproche—Así que necesito traslades tus cosas a la oficina del último piso, saldrás a jugar con tu capita roja por el ventanal de ahora en más, y no te preocupes, no hay cámaras.

—G-gracias, señorita Grant—Hizo un ademán de abrazarla pero se arrepintió—Por todo, estoy agradecida de haberme cruzado con usted.

—Ya, ya, cariño, tienes un talento medianamente respetable así que te ganas algunos privilegios—Le tendió un manojo de llaves—Además, no necesito que destrocen mi edificio, serás heroína pero también eres un poco torpe, querida. Ahora ve a trabajar, el tiempo es dinero, y todo lo que comes no lo paga la señorita Luthor—La observó sonriendo—No aún—Concluyó.