Mentiroso, mentiroso.

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-¿Y luego?- Preguntó Isaac, un tanto desesperado, mas de como seguía la historia que por el desenlace con el lobo.- ¿Qué encontraste? ¿Qué debes hacer ahora? ¿Ya le dijiste a Araya? ¿Qué pasó después?

-Tranquilo, tranquilo. Todo bien.- Sonrió el castaño.- Es un antiguo libro, ella lo necesita y yo se lo llevaré en unos días.

-¿Hasta México?- Cuestionó preocupado el lobo.

-Ehh, si. Eso creo, me dijo que cuando lo tuviera le llamara.- Mintió el castaño.- Mejor vamos a dormir ahora.

Isaac no pudo estar mas de acuerdo con Stiles, estaba molido física y emocionalmente, así que después de ese día tan... ajetreado se merecían un buen descanso.

El chico de rizos cayó rápidamente en un sueño profundo, roncando ligeramente y siendo afortunado de no enfrentarse a pesadillas esa noche. Stiles por otro lado no conseguía conciliar el sueño. El libro que había encontrado lo atraía demasiado, desesperado por encontrar la forma de romper ese vínculo. Se deslizó fuera de la cama, pisando el frío suelo con los pies descalzos avanzó hasta su mochila y sacó el libro. Era grande y grueso, encuadernado de cuero con cuarzos incrustados y hojas demasiado suaves para ser de papel, el castaño prefería mantener el material de procedencia en incógnito.
Lo abrió lentamente, no ocurrió nada... Suspiró volviendo a cerrarlo y regresando a su cama, abrazando fuertemente el libro.

Acariciando los cuarzos de portada, que a penas se distinguían en la oscuridad de su cuarto, siguió recordando el camino para encontrarlo.

Al saltar por el agujero oscuro había esperado caer al menos unos dos o tres metros como mínimo, para su sorpresa el fondo estaba mas cerca de lo pensado, intuyó que su linterna no había mostrado esa corta distancia por alguna hechizo para ahuyentar a intrusos.

El golpe sordo de la caída del lobo le asustó lo suficiente para dar un brinco.

-Tranquilo muñeco, sigo junto a ti.- Le susurró el lobo muy cerca de su oído. Stiles movió un codo hasta que golpeo a Ray, quien se quejó a penas.- Lo siento.

-Espacio personal.- Gruñó Stiles. Sacudió con su mano telarañas y polvo que se desprendían del lugar, un extraño calor invadió su pecho, se sentía raro pero no incómodo; al avanzar en la penumbra pudo sentir como ese calor se expandía mas allá de su pecho, mas adelante de donde estaba, había lo que parecía un altar, tres velas blancas encendidas en una repisa, debajo de ella un cofre de madera. -Creí que este lugar era una biblioteca.- Murmuró Stiles.

-Biblioteca mágica, te da sólo lo que necesitas.- Explicó el lobo.- Las cosas que aparecen aquí, solo pueden ser tomadas por aquellas personas por las cuales han sido solicitadas.

-Eres mas que un omega que anda por aquí. ¿Cierto?

-Soy el último hombre lobo guardián de este lugar.- Sonrió Ray, extendió la mano hacia el cofre.- Eso es lo que buscas.

Sin vacilar, Stiles llegó al cofre y al abrirlo su sorpresa fue mayor, estaba lleno de ceniza de serbal.

-Ya veo por que sólo yo puedo tomarlo.- Rió el cazador metiendo la mano a las cenizas, en ese momento el calor en su pecho lo llenó como una llamarada de fuego. Se sentía fuerte y poderoso, con el control de todo bajo su mano. Escarbó encontrando el lomo de un libro, se miraba muy grueso y conforme lo sacaba, se dio cuenta de que ese libro no podía haber estado realmente dentro del cofre sin un poco de magia, era bastante mas grande.- Bien, veamos.- Primero, miró con delicadeza la estructura del libro. Lo que mas llamó su atención fueron los cuarzos azules incrustados en la portada.

Abrió el libro y una luz azul iluminó el lugar, era como si el mismo libro la desprendiera. Las páginas destellaron mientras las letras resaltaban mas y mas hasta expresar un nítido color negro.

El título era simple. "Rompimiento de un vínculo".

-Perfecto.- Suspiró Stiles. Acarició su cadera y levantó el borde de su camisa. Se sorprendió, el nudo celta estaba de un color menos intenso, antes había sido negro y ahora parecía gris.- Pronto ya no estarás.

Después de eso y con ayuda del lobo guardián simplemente salió.  Con asombro notó que ya había anochecido.

-El tiempo pasa muy diferente allá abajo.- Señaló el lobo.- Ya debes irte.

-¿Volveré a verte?

-Seguro, algo me dice que me necesitarás pronto.- Con un guiño salió corriendo por el sendero contrario al camino de vuelta al jeep.

Stiles volvió a abrir el libro pero nada ocurrió, ni luz y tampoco destellos pero sobre todo, no había letras.

-No, no, no.- Se quejó el castaño abriendo y cerrando el libro varias veces, cambiando de página sin obtener nada.- Carajo.

Se volvió a quejar en su cama. Increíble que después de todo el libro no funcionara, al menos una advertencia en la portada hubiera estado bien.

"Cuidado, solo ilumina una vez. Toma una foto si quieres." Y aunque dudaba que eso se pudiera hacer, hubiera sido mas fácil que esperar a que la luz azul llegara de nuevo.

-Un momento... Azul, eso es.- Stiles recordó que cuando había sacado el libro, los cuarzos ya brillaban, reflejando la luz de las velas o bien la de su linterna.

Tomó su teléfono y encendió la lámpara apuntando a la portada del misterioso libro. Los cuarzos brillaban.

-Por favor. Por favor.- Sin apartar la luz de las piedras, abrió una vez mas el libro.

Ocurrió igual que la primera vez, se sintió dichoso al ver las letras negras aparecer una vez mas.

-Apaga esa luz...- Murmuró Isaac girándose para darle la espalda, sobre la cama.

-No hay problema.- El castaño guardó todo y se acurrucó a su hermano, pronto sus preocupaciones sobre vínculos con lobos mentirosos se acabarían.



















































































 










 
 



















 
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Como nota final solo quiero decir que quedan un máximo de 5 capítulos de esta historia. Gracias a los que siguen aquí. Espero le guste está historia.

Voten y comenten.

😊😊 Jess

HUNTER STILINSKI.Where stories live. Discover now