𝕯𝖎𝖊𝖈𝖎𝖘𝖎𝖊𝖙𝖊

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géиєѕιѕ ¢αѕтяσ

Mateo se había ido a México por algunos eventos que tenía, ya llevaba al rededor de dos semanas sin verlo.

¿Lo extrañaba? Ysi, pero era algo que tenía en claro que pasaría, tener algo con una persona con fama y muchos eventos nunca debe de ser fácil pero para mi está siendo muy difícil.

- Hola linda. - dijo Óscar sentándose al lado mío.

- Hola. - le sonreí levemente mientras seguía dibujando en mi cuaderno, todos estaban afuera en recreo y yo me había quedado en el salón, en estos momentos quería estar sola.

- Sobre lo qué pasó hace unas semanas... - suspiró - Quería pedirte perdón.

Pensé por un momento en perdonarlo o no por la actitud tan horrible que había tomado contra Mateo - No te preocupes, está bien  - dije luego de un largo silencio y de haberlo pensado. 

- ¿Segura? - preguntó tomando mi mano haciendo que lo mire confundida.

Alejé mi mano - Si.

- Esta bien, no te quiero perder Génesis. - suspiro acercándose a mi.

- No pasará si no me das motivos para alejarme de ti. - solté mirando mi dibujo, sonó mi celular.

- ¿Hola? - pregunté confundida ya que no vi quién me había llamado.

- Hola bonita. - dijo Mateo del otro lado de la llamada, amaba cuando llamaba de la nada.

- Hola Matu. - conteste sonriendo, vi que Óscar me miraba atentamente.

- ¿Que hacés? - preguntó.

- Estoy en recreo ahorita. - conteste guardando mis lápices - ¿Vos? - mire a Óscar que estaba viendo su celular.

- Estoy en la ventana esperando a que voltees. - dijo y voltee a ver extrañada, me sorprendí al instante y corte la llamada.

- ¿Que haces acá bobo? - pregunté emocionada.

- Acabo de llegar y quería verte. - me sonrió, estoy que me muero de amor.

- ¿Te vas a meter en la clase? - pregunté divertida.

- Claro que no tontita. - rió conmigo - Vos te vas a salir de las clases.

- ¿Ah si? - pregunté con la ceja alzada.

- Si vos querés, claro, si no... puedo colarme a la clase - agarro mi cara - Pero quiero pasar tiempo con vos. - dijo acariciando mi mejilla.

- No hagas eso. - dije cerrando los ojos por su tacto acogedor - Voy a ver si me puedo escapar. - le susurré para que Óscar no escuchara.

- ¿Por qué susurras? - susurró Mateo también, me aparte un poco para que pudiera ver a Óscar, cuando lo vió, hizo una mueca - Bue... Te espero en el auto, me avisas si no podés, así me meto en clases. - beso mi mejilla rápidamente para después irse.

- ¿Qué te quedaste viendo por tanto tiempo Génesis? - preguntó Óscar levantándose del asiento, sentí un alivio, no se había dado cuenta de que Mateo estaba acá, si no, capaz me cagaba el plan de escaparme con él.

- No es nada. - dije, comencé a guardar mis cosas en mi mochila y la agarre para luego colgarla en mi hombro.

- ¿Te vas? - preguntó extrañado.

- Si, no me siento muy bien del estómago. - dije haciendo una mueca para que pensará que si me sentía mal.

- ¿Querés que pida permiso y te acompañe a tu casa? — volvió a preguntar.

- No, tranquilo, quédate acá y me pasas los apuntes después. - contesté, no deje que me dijera nada ya que salí casi que corriendo de ahí, capaz se ponía de intenso.

Me dirigí al baño para arreglarme un poco, al darme la vuelta vi que la única ventana de acá estaba abierta, la analicé un poco para ver si pasaba por ahí y luego de un rato salí por está, al tocar el suelo del exterior agarré mi mochila y corrí hacia el auto de Mateo.

- Pensé que no venías, ya me estaba ideando un plan para entrar. - beso mi mejilla cuando entre en el auto.

- Óscar estuvo jodiendo con preguntas, por eso me tarde. -  dije abrochandome el cinturón.

- ¿Volviste a hablar con él? - preguntó arrancando el auto.

- Sí, me pidió perdón por su actitud de la vez pasada. - le resté importancia mientras ponía mi playlists.

- Y bueno... Mínimo se disculpó con vos. - me sonrió de lado?

- Igual, con él que tiene que disculparse es con vos. - dije mirando por la ventana que nos dirigíamos hacia su casa.

- Con que se disculpe con vos me basta. - dije acariciando mi mano.

- Matu, te amo. - dije y sentí como freno repentinamente haciéndome inclinar hacia adelante.

Que suerte que no venía ningún carro atrás, si no, nos hacíamos pollo.

- ¿Que? - preguntó sorprendido.

- Que te amo. - susurré nerviosa, se lo había dicho varias veces cuando era simplemente una fan pero esta vez era muy diferente, porque no era el mismo amor de cuando lo admiraba cómo alguien inalcanzable para mí.

- Diablos. - soltó - Yo también te amo. - dijo agarrándome de la cara para chaparme, Mateo era todo lo que alguna vez pensé tener y aunque siempre tuve miedo de mi primera relación seria, Mateo cumplía toda mis expectativas, todo lo que alguna vez pedí.

Fan ┊Trueno Where stories live. Discover now