𝕿𝖗𝖊𝖎𝖓𝖙𝖆

6.9K 427 51
                                    

géиєѕιѕ ¢αѕтяσ

- ¿Vamos? - pregunto Mateo entrando a la habitación.

- Si. - le sonreí, me agarró de la mano y salimos de esta, en el camino hacia el ascensor nos encontramos con mi hermano.

-  ¿Estás lista? - pregunto mirándome preocupado - Porque si no es así, no vamos y les digo que se pueden ir a la mierda.

Si, nos volveríamos a reunir con nuestro "papás", ni se si podría llamarlos así.

- Si, estoy lista, además... llevó a Mateo. - dije cuando ya estábamos adentro de este.

- Gracias. - dijo mi hermano viéndolo.

- No hay de que bro. - dijo Mateo abrazándome y acercándome lo más que podía a su cuerpo, antes de que se abrieran las puertas nos separamos para que las fans no nos vieran, me coloque el gorro que me tapaba la cara y caminé en dirección a la puerta trasera mientras Mateo iba por enfrente para tomarse unas cuantas fotos con sus fans.

Esperamos un rato más y luego llego Mateo con una campera extra.

- ¿Y eso? - pregunté dudosa.

- Esa no te va calentar mucho y te va a dar más frío por eso fui a traerte esta para que te la cambies. - me la paso.

- Gracias lindo. - le bese la mejilla, Marcos manejo hacia el lugar en el que nos vamos a encontrar con aquellas dos personas .

- Si te queres ir en algún momento me avisas y nos largamos ¿Si? - pregunto Marcos cuando ya estábamos afuera del restaurante.

- Si Marcos. - agarre la mano de Mateo, bajamos del auto y pude notar que incluso él estaba más frustrado que yo por esta situación.

- Te amo. - susurro en mis labios antes de besarme.

- Yo también Matu. - acaricie sus mejillas.

- Vamos. - dijo Marcos, entramos al lugar y dijimos nuestro apellido, un señor nos guió a una mesa en la que estaban dos señores sentados de espalda, solo vi dos sillas extras, ellos obviamente no sabían que mi novio me acompañaría.

- ¿Podría agregar una silla más? Por favor. - le pregunte al señor antes de llegar a la mesa.

- Claro señorita. -  dijo con amabilidad y se fue en busca de una, esperamos hasta que él regreso para llegar al mismo tiempo que cuando pusiera la silla.

- ¿Por qué.. - justo cuando la señora iba a hablar, la interrumpí.

- Es para mi novio. - dije cortante, ellos miraron de pies a cabeza a Mateo de forma despectiva, y de no ser porque vengo buscando la paz les hubiera encajado un par de piñas por varias razones, aunque más todo por esta.

- Hola hija. - dijo la señora levantándose para saludarme de beso.

- Hola Juliana. - la esquive aún con Mateo agarrado de mi mano y me senté en la silla, ella solo miro a su esposo y no dijo nada.

- Vayan directo al grano, Mateo tiene una competencia mañana y tenemos que dormirnos temprano. - dijo mi hermano sentándose.

- ¿Competencia? - pregunto el señor guiando su mirada a mi novio.

- Si, de freestyle. - le contestó Mateo tratando de ser amable, era un sol.

- ¿De freestyle? - pregunto Juliana con voz despectiva.

- Si. - conteste de forma pesada - ¿Qué querían de nosotros? - pregunté acariciando la mano de Mateo, él me miro y sonrió.

- Queríamos volver a verlos. - dijo Lenin.

- Ah, mira que bien por vos. - mi hermano los miro mal - Luego de que nos dejaron sin decir nada cuando yo apenas tenia 13 años y Génesis 10.

- Lo sentimos demasiado, nosotros queríamos estabilizarnos económicamente para poder darles una mejor vida. - trato de excusarse Juliana.

- No hay excusa para lo que hicieron menos una tan tonta como esa ¿Que esperaban que hiciéramos con 13 y 10 años? - pregunté soltando una risa falsa, comenzaba a frustrarme escuchar  su excusa tan estúpida.

- Tienen que entendernos, queríamos darles una mejor vida. - dijo Lenin.

- ¿Realmente nos están pidiendo que los entendamos? - pregunto mi hermano ya enojado, creo que haber venido aqui había sido un error.

- Si, queríamos darles una mejor vida, por eso tuvimos que dejarlos. - dijo Juliana tratando de acercarse a Marcos.

- Creo que vos no deberías de estar acá, ándate. - dijo Lenin mirando a Mateo, que lo único que hacía era tratar de tranquilizarme.

- No, él no se va, nos vamos, nunca debimos estar acá. - dije agarrándolo nuevamente de la mano.

- Gracias por traer al mundo a una piba tan linda. - alcancé a escuchar que les decía Mateo para luego sacarles el dedo — Y por cierto... se pueden ir a la mierda, no la vuelvan a buscar. - agregó antes de comenzar a caminar conmigo.

- Lo siento tanto Matu. - comencé a llorar otra vez.

- Oh no, mi amor.  - me acercó a él para abrazarme - Vos no tenes que pedirme perdón por nada.

- Te traje conmigo, te hicieron de menos y de seguro te sentiste incómodo. - hice un puchero.

- Te acompañe porque me importas mucho y tu vida también, no te iba a dejar sola, que me hagan de menos me re chupa un huevo, la única opinión que me importa sale de la boca que beso.- comenzó a repartir besos en mis mejillas.

- No se que hice para merecerte Matu. - suspire luego de haber limpiado mis lágrimas.

- Yo no se que hice para que te aparecieras en mi vida. - me beso.

Mateo era todo lo que estaba bien en esta vida.

Fan ┊Trueno Where stories live. Discover now