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S T E V E N

Cuando conocí a Spinel pensé que sería como otra paciente loca. Quizás como Peridot que tiene esquizofrenia o como Ruby que tiene TLP y su novia, paranoia. Que sería “fácil” tratar con ella. Intenté tener empatía con ella y demostrarle afecto. Papá me dice que tenga cuidado con ella, que cuando tiene ataques es explosiva. Y supongo que tiene razón. Ella es agresiva cuando la tocan, cuando la sofocan, cuando hay algo que no le gusta.

Con cualquier cosa.

Es difícil tratar con ella.

Además solitaria, distante, no la puedes tocar. Eso ya es raro.

—Estás demasiado cerca —susurré al mirarla frente mío.

—Pero ¿por qué? —la miré asustado.

—¡No lo sé! ¿Sí? ¡Estoy cansado! —ella se sobresaltó y retrocedió. Yo suspiré. Papá y Perla entraron.

—Steven, tenemos noticias —habló papá sonriendo. —Vivirá con nosotros —hice una mueca y la miré.

—Genial —pronuncié irónico y subí las escaleras a mi habitación.

...

Tocó la puerta. No supe realmente quién era, así que solo lo ignoré. Movía mi cabeza, dejándome llevar por una de mis canciones. Me gustaba componer cuando estaba angustiado, frustrado o inspirado, mayoritariamente son canciones que me suben el ánimo a pesar de todo.

Tocaron de nuevo la puerta. Abrí uno de mis ojos y me paré, dirigiéndome hacia la puerta. Dudé si abrirla pero directamente la abrieron, causando que yo suelte un quejido, gracias al gran golpe que me dio.

Supuse que mi padre había tocado y Spinel abierto. La miré adolorido.

—¡Steven! —chilló mi padre y corrió a mí. Spinel me miró en el suelo, sin saber bien cómo reaccionar. Había apretado los puños y mirado a otro lado. —Spinel, dile que lo sientes —habló mi padre intentando ser compasivo. Ella suspiró y jugó con sus manos.

—Lo lamento, fue un accidente —le sonreí. Ella siguió mirándome seria.

—Teníamos la idea de que estaría bien nadar en la piscina con Spinel, ¿no? —susurró ayudándome a pararme. Yo parpadeé confundido.

—Papá, dudo que sea el momento, Connie vendrá en un rato —Spinel dio un brinco y entrecerró los ojos.

—Bueno, pero tendríamos que hacer algo —la miró de reojo —¿no crees que...——

—Papá, puedes irte, la tendré bajo control —él asintió y se estiró. Miró a Spinel.

—Tengo que irme de viaje, ¿está bien? —ella asintió.

—Lo está —se encogió de hombros y se fue a la que se suponía que era... Un momento.

—¡No! ¡No lo está! —le grité a mi padre, al ver que ella se fue. —¡¿Le diste la habitación de mamá?! —él se rascó la nuca.

—Entiendo que te cueste un poco, ya que pasas tiempo ahí cuando quieres inspirarte, pero no tenemos otro cuarto —despeinó mi pelo. —Por favor, solo unas semanas, hasta que podamos hacer algo.

—¡Ya sé qué hacer! —lo miré mal —vamos a contactar a sus... ——susurré.

—No, Steven —me interrumpió —por lo que me dijo Spinel, le hicieron daño.

—Ni siquiera sabes si está fingiendo —me crucé de brazos. Greg suspiró y me miró suplicante.

—Dale una oportunidad —insistió.

—¡Bien! —suspiré frustrado y él me sonrió, para irse de ahí.

Al ver que mi padre se fue, me acerqué a la puerta de mi madre, tocando la puerta.

Ella la abrió de forma brusca y me miró.

—¿Qué quieres? —cuestionó. Yo forcé una sonrisa.

—Quería ver si estabas bien —palmeó su cuerpo, causando que me sonroje y asintió.

—No tengo ninguna herida física —yo agrandé mi sonrisa.

—Uh, claro —susurré. Ella movió la puerta, dispuesta a cerrarla —¡alto! —ella me miró de reojo. —U-Uh... Me preguntaba si querías...

—¿Si quiero...?

Mis favoritos son los peces beta, ¿y los tuyos?”

—¿Quieres ir al acuario? —ella sonrió y sus ojos brillaron al instante.

—¡Sí! —chilló.

Y la puerta sonó.

Autismo | Stevnel [Human Au] Where stories live. Discover now