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“Aquí en el jardín”.

Ella se agachó a mi altura y entrecerró los ojos.

“Vamos a jugar a un juego”.


Juntó sus manos. Un brillo inexplicable estaba en sus ojos. ¿Culpa?

“Te mostraré cómo se hace”.

Solo tenía que entretenerla y cuidarla. Ellas me lo pidieron, corrección, me lo ordenaron.

“Quédate muy quieta”

—Esto será muy divertido —susurró. Yo asentí repetidas veces atenta. Sus condiciones eran algo entendibles.

Luego ella sonrió. Eso era lo que buscaba. Una sonrisa en sus ojos, algo incoherente. El sonido de su risa.

“Feliz de escuchar”.

—Feliz de jugar —susurré esta vez.

Drift away



































—¡Espera! —grité. Miré alrededor e intenté calmar mi respiración. —No otra vez... —susurré.

—¿Spinel? —la puerta fue abierta por Steven. Temblé y varias imágenes aparecieron en mi mente:

Connie...

... Steven...

... Una espada.

—La espada —susurré y él ladeó la cabeza. —Nada —me acomodé dispuesta a seguir durmiendo.

Felizmente esperando
por mí misma
bajo el cielo sin fin
contando los segundos
estando solo
a medida que pasan miles de años

Felizmente preguntándose
noche tras noche
¿Así es como funciona?
¿Lo estoy haciendo bien?
Feliz de escuchar
Feliz de quedarme

—Drift Away —balbuceé y me perdí en la noche.

Autismo | Stevnel [Human Au] Where stories live. Discover now