Vampire's Food »VKOOK«

56.

Jungkook se sentó en una mesa junto a un gran ventanal, la mesa estaba decorada con flores y con servilletas navideñas.

«¿Por qué no hay nadie aquí hoy ? » se preguntó jugueteando con una servilleta.

Escuchó como alguien se detenía frente a él. — Perdón por hacerte esperar. — habló.

Jungkook levantó la mirada y se encontró con Taehyung vestido como mesero.

—¿Qué desea ordenar? — preguntó con una sonrisa.

Jungkook se quedó atontado y después sonrió en grande. —Taehyung, ¿Qué es esto? — preguntó soltando una risita.

El castaño mordió su labio inferior. — Seré su mesero el día de hoy— respondió con un ligero sonrojo.

El pelinegro asintió. —Dame un menú para ordenar. — pidió.

Taehyung le extendió la carta que se encontraba en una de sus manos.

Jungkook la tomó y la abrió dispuesto a ordenar. Alzó una ceja al ver un solo platillo en este. — Solo hay pasta con tomate...—

Taehyung asintió. —Es lo más fácil de hacer. —

— ¿Tú lo harás ? — preguntó con sorpresa.

—Si. — el ojiazul respondió quitando el menú de las manos del pelinegro. —Pasta con tomate será, enseguida. — soltó para después desaparecer por una puerta, la cual supuso era la cocina.

Una media hora después, un plato de pasta de un tenue color rojizo fue colocado en su mesa. —Gracias. — sonrió.

Taehyung asintió y se sentó frente a él dejando un plato en la mesa.

— ¿Cuándo preparaste tu comida? — preguntó con sorpresa.

Taehyung se acomodó mejor en la silla. — La hice en casa antes de venir. — respondió. —No pude probar tu comida, así que no sé si está sabrosa o no. —

Jungkook observó con detenimiento al castaño, lo fabuloso que lucía en traje y observó su alrededor. Su pecho se infló de una emoción inexplicable, sintió la felicidad desbordándose de su alma.

—Tú... —

—¿N-no te gustó? — Taehyung preguntó preocupado.

—No es eso. — aclaró, observó el dorso de sus manos. —¿Por qué hiciste todo esto por mi? — preguntó.

—Por que te quiero. — el castaño respondió sin duda haciendo que el corazón del pelinegro saltara en su pecho. — Tu lo dijiste antes... No importa si nuestra comida es diferente, me gusta el hecho de poder comer juntos. —

—¿¡Yo dije eso!? — el pelinegro respondió sorprendido.

—No lo sé... De cualquier manera quería hacer esto por ti. — hizo una especie de puchero. — Además, ver a mamá y a ti desayunando juntos me hizo sentir envidia. —

Jungkook se sonrojó.

— Quería algo así para nosotros también, quería comer algo juntos y además... — tomó su mano. —Queria hacerte feliz. —

Los ojos del pelinegro se volvieron brillantes.

—¿Qué es eso por cierto? — el castaño preguntó intentando que Jungkook no llorara. Taehyung se refería a una bolsa que el pelinegro había cargado desde que salieron de casa.

—Ah, eso. — mordió su labio, y la tomó entre sus manos. —Es un regalo para ti, pero... —

La cara del ojiazul se iluminó.