capitulo 4

5 0 0
                                    

Maraton 2/3

Narra Abraham:

Salí de la clase de geografía y había buscado a Samanta todo el día, pero no sabía nada de ella solo que había llegado al cole y estaba preocupado por ella, nunca faltaba a ninguna clase o eso me habia dicho Michael, el chico que andaba la otra vez con ella y por eso le pregunté; y le tocaba entrar conmigo a geografía y no lo hizo.

- Xxxx: hola ¿tú eres amigo de Samanta?

- Abraham: si soy su mejor amigo ¿porque? ¿Tú quién eres?

- Xxxx: disculpa soy Sergio y soy nuevo en el colegio

- Abraham: a ok mucho gusto yo soy Abraham

- Sergio: si igual, y ¿no sabes donde esta samanta? necesito hablar con ella.

- Abraham: no, tengo toda la mañana buscándola, porque sé que vino al cole, pero no la consigo.

- Sergio: ¿dices que eres su mejor amigo y no sabes donde esta samanta? ¿O donde podría estar al menos?

- Abraham: si soy su mejor amigo y no sé, ya te dije tengo toda la mañana buscándola y ya me tiene preocupado porque vino al cole, pero no la consigo.

- Sergio: si yo fuera su mejor amigo seguro sabría dónde está, o mejor dicho ella estaría conmigo y no sola, me voy a buscarla chao.

De verdad no sé qué se cree este imbécil, es nuevo y va a venir a decirme como ser amigo de samanta, y ¿Qué se supone que necesita este nuevo hablar con ella? aunque es verdad, si fuera un buen mejor amigo estaría con ella sé que no está bien y la deje sola. Bueno debo seguir buscándola.

Narra samanta:

Estaba allí viendo correr la sangre por mi pierna y entonces escuche a alguien cerca del cuartico así que guarde la hojilla en mi mochila, limpie mis lágrimas y con el pañuelo que llevaba en mi bolso limpie mi pierna y acomode mi pantalón y salí tenía los ojos rojos, pero me daba igual, tenía como 10 llamadas perdidas de Michael, pero no tenía ganas de hablar y le escribí un mensaje, diciendo "tranqui chiquillo estoy bien no te preocupes te escribo más tarde ¿sí? te quiero".

Luego salí de allí y de pronto....

- xxxx: hola linda te estaba buscando

- Samanta: hola Sergio y para que me buscabas

- Sergio: es que me pareció extraño no verte ni en clase ni en el cafetín, ¿qué hacías ahí encerrada? ¿Y porque estabas llorando?

- Samanta: nada, no es importante- dije y sonreí.

- Sergio: claro que lo es y aunque no me lo digas y sonrías con esa linda sonrisa que tienes sé qué te pasa algo, tu mirada me lo dice ¿ya comiste algo?

- Samanta: ahora que lo mencionas no pero no tengo hambre de todas formas.

- Sergio: sé que soy un extraño para ti, pero no me gusta verte con esos ojitos hermosos tristes, y no pregunte si tenías hambre, te voy a invitar a comer y no acepto un no por respuesta ¿ok?

- Samanta: ¿pero a dónde?

- Sergio: bueno como sabes no tengo mucho en la ciudad, pero te llevare a uno de los pocos lugares que conozco y te sacare esa tristeza como que me llamo Sergio.

- Samanta: dudo que puedas hacer eso –dije con una risa algo sarcástica- y como te dije no tengo hambre

- Sergio: dije que no aceptaba un no por respuesta, y ya está decidido.

- Samanta: pero.... -y no me dejo terminar la frase me tomo de la mano y me llevo a su moto no puedo creer que tenía una moto- Sergio no me montare allí.

- Sergio: claro que si tranquila yo te cuidare no te va a pasar nada y este será para ti un día inolvidable, ya verás -yo necesitaba distraerme dejar de pensar y pues Sergio estaba siendo muy lindo y aunque es un completo extraño, me ofreció la oportunidad de escapar, aunque fuera solo un rato de mi vida, de este infierno que era mi vida- entonces... ¿qué dices? -dijo eso y me ofreció su mano, lo pensé por un momento más y entonces decidí aceptar no tenía nada que perder.

- Samanta: ok está bien -dije eso y tomé su mano y nos subimos a su moto.

Y mientras íbamos avanzando y la brisa golpeando suavemente en mi rostro, recordé que vi en el rostro de Sergio una alegría inmensa un entusiasmo que no había visto que yo causara en alguien alguna vez, solo al ver que tome su mano, y ese brillo de alegría en sus ojos cuando le dije que si iría con él, esa alegría y ese brillo que nunca había visto en Abraham por mí, y ese mismo brillo y esa misma alegría que vi en los ojos de Abraham al estar con Vanessa, al recordar lo que había pasado comencé a llorar iba abrazada a Sergio pero no pude evitar llorar, Sergio detuvo la moto al darse cuenta que estaba llorando.

- Sergio: ¡ey! Samanta -me miro preocupado- ¿qué paso? ¿Hice algo malo? ¿Porque lloras? – estaba realmente preocupado por mí, pero yo no podía dejar de llorar y me sentía tan estúpida de no poder dejar de llorar.

- Samanta: n....no tu no hi...hiciste nada -dije llorando- aquí la i.... inútil y patética s....soy yo -comencé a sentirme rara, mareada entonces perdí el equilibro y casi caigo.

- Sergio: por favor no digas eso, que sé que no es verdad, aunque te conozco poco se y estoy seguro que eres perfecta., pero ¿samanta te sientes bien? ¿Te llevo a un hospital?

- Samanta: no a un hos...hospital no promételo -lo menos que necesitaba ahora era un hospital donde llamarían a mi mama y le causaría más molestias.

- Sergio: si, está bien lo que digas –se veía realmente preocupado, pero no podía dejar de llorar y me estaba sintiendo muy mal.

- samanta: y....yo soy...- y no pude terminarla frase sentí que se me fue el mundo y estaba todo negro.

Narra Sergio:

Y de pronto samanta cayó en mis brazos no despertaba yo estaba asustado no sabía qué hacer y le prometí no llevarla a un hospital, que promesa ¡tan tonta! Hice así que la tome en mis brazos y pues me senté con ella en mis piernas en el suelo yo estaba llorando de impotencia, aunque la conocía poco ella me hacía sentir que debía protegerla, y el que estuviera pasando por tanto dolor me acentuaba esa sensación, era tan bella y estoy seguro que estaba llena de virtudes y atributos, y no sabía qué hacer. Cuando de pronto ella despierta.

¿porque me pasa esto a mi?Where stories live. Discover now