Capitulo 8

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     Al salir de la ducha, estaba un poco más calmada y había vendado mis piernas, nunca me había cortado de esa manera, ni siquiera antes cuando solía hacerlo a menudo, antes de que Abraham lo notara y me hiciera prometerle no volverlo a hacer, pero necesitaba hacerlo, ya no aguantaba más, y aunque no aliviaba mi dolor me ayudaba a desahogarme, además me lo merecía o me merezco más que eso. Luego de vestirme me puse a hacer tareas. Cuando empecé a acomodar mi cama para bajar a hacer la cena vi mi cel lo había olvidado por completo, entonces lo reviso y veo que tengo 9 llamadas perdidas de Abraham, ¿de Abraham? No tenía ganas de hablar con él la verdad, solo quería olvidarme de todo lo que sentía por él, y vi también varios mensajes de texto de Abraham, leí el ultimo que decía "Samanta por favor contesta, estoy preocupado por ti, de repente desapareciste del colegio y te busque por todos lados" yo le conteste, "tranquilo estoy bien no me sentía nada bien así que me regrese a mi casa, no tienes de que preocuparte". Salí de mi cuarto y al entrar a la cocina vi que mi mama estaba haciendo la cena, así que subí a buscar a Ana para que comiéramos.

- Ana: ¡manita! Mira termine al fin mi dibujo, ¿te gusta?

- Samanta: si me encanta -era un dibujo de ella y yo- ¿ya hiciste tu tarea? -con todo esto lo había olvidado por completo.

- Ana: no solo tengo una de matemáticas ¿me ayudas?

- Samanta: si claro -como solo tenía 5 años era muy sencillo solo llenar una de las páginas de su libro de ejercicios. Bueno la ayude con su tarea y justo cuando estábamos terminando se escuchó desde abajo la voz de mama.

- Isabel: niñas bajen a ¡comer!

- Samanta: si mama ya bajamos.

Ese día cenamos, y por la expresión de mi mama aún no había conseguido solución todavía y yo tampoco tenía solución alguna, terminamos de comer y me fui a mi cuarto a dormir, bueno ni siquiera pude dormir, estaba preocupada y triste por lo tanto solo di vueltas en la cama toda la noche. Al amanecer me levante de la cama si había logrado dormir un poco me vestí con un suéter blanco, unos pantalones de jeans negros mis converse negros y un gorro negro sin maquillaje odiaba maquillarme, le di a mi hermana un sándwich de desayuno porque el autobús ya estaba por llegar, y porque realmente no nos quedaban muchas provisiones en casa, eso era alarmante no quería que mi peque pasara hambre, mi mama dejo una nota "tengo que salir hoy más temprano nos vemos a la hora del almuerzo" , luego de leerla tome mi mochila y mi cel y vi que tenía 4 llamadas perdidas de Abraham seguro sigue preocupado o algo así, bueno no importa ya, en ese momento tocan el timbre, yo no esperaba a nadie y es más ya tenía que irme al cole así que abrí la puerta y para mi sorpresa me encontré con ¿Sergio? Si era él, pero que extraño.

- Sergio: buenos días linda, ¿cómo estas hoy?

- Samanta: hola estoy muy bien ¿qué haces aquí?

- Sergio: ¿seguro estas bien? vine a buscarte para que vallamos juntos al colegio.

- Samanta: si creo que estoy bien por ahora ¿tú no vives lejos?

- Sergio: si claro "por ahora" y sí, pero tengo una moto, ¿vamos?

- Samanta: está bien solo porque voy tarde – y me subí a la moto.

- Sergio: acostúmbrate te vendré a buscar todos los días.

- Samanta: gracias – solo dije eso, pasamos el camino hablando hasta que llegamos.

Al llegar al cole estaba Michael y al verme corrió hacia mí, aunque sorprendido por mi compañía, pero alegre de verme parecía que no me había visto en siglos y me dio un gran abrazo lo cual no ocurría a menudo. Es que tampoco solía no entrar a clases, soy una de las mejores de mi salón. Sergio me dejo allí para ir a estacionar la moto.

- Michael: HOLA ¡samanta! Me tenías muy preocupado ¿qué paso contigo? ¿Para qué rayos tienes ese teléfono? ¿Estuve esperándote donde siempre para venirnos juntos y no llegaste?

- samanta: hola Michael –dije y sonreí pues me pareció muy graciosa su actitud- tranquilo sigo viva y no pasó nada, solo no me sentía bien, ya te dije, no tenía ganas de hablar con nadie, nada más, te sorprenderás, pero Sergio me invito a almorzar no pude negarme, es muy lindo conmigo – el me mira extrañado pues el aun no conocía a Sergio y en eso llego Sergio- ¡ah! Te presento a mi nuevo amigo Sergio, fue él quien me trajo.

- Sergio: hola mucho gusto

- Michael: hola Sergio soy Michael, un placer también, y Samanta no me vuelvas a hacer eso de verdad me preocupaste –dijo con una cara tan seria para él que no pude evitar reír.

- Sergio: tranquilo yo estuve con ella.

- Michael: me alegra saber que al menos no estuvo sola, gracias Sergio –entonces comenzaron a hablar de mi como si en serio necesitaba protección.

- Samanta: ¡ey! Se cuidarme sola, hablan como si necesitara que me cuiden y hace mucho que no necesito eso -me enojaba mucho que me trataran como una niña y ni siquiera sabían por lo que estaba pasando no necesitaba a nadie que me cuidara, cuando lo necesite de verdad nadie estaba ahí siempre sola- ¿saben qué? Mejor hablamos luego, bye- dije eso enojada y me fui.

- Sergio: sa...samanta ¿qué paso? –dijo perplejo y confundido- ¿Porque te enojas? No te vayas así por favor – me grito suplicante.

- Michael: sa...Sam no te vallas, regresa no queríamos que te molestaras.

- Samanta: ya déjenme en paz -les grite eso y me fui enojada, en eso choque con alguien- lo...lo siento, estoy algo apurada.

- Xxxx: ¿Sam? ¿Qué te pasa? ¿Porque no contestas el celular? ¿Porque parece que estas enojada?

- Samanta: nada Abraham -sí, era él, justamente él, no tenía ganas de hablar con nadie no me sentía bien- no estoy enojada solo apurada.

- Abraham: ¿qué tenías? Y eso de que estas apurada no te lo creo porque aún falta un buen para que suene el timbre, además sé que no estás bien aun y que estas furiosa, por favor dime ¿qué paso?

- Samanta: no es tu problema si estoy o no bien y no quiero hablar con nadie Abraham, anda y habla con tu novia -estaba tan enojada que no me importo que fuera Abraham, y lo peor es que el enojo no era por lo que acababa de pasar con Sergio y Michael, lo que paso con ellos solo saco toda la rabia que tengo ocultando todo este tiempo, la rabia hacia mi padre, la rabia hacia la frustración que siento por cómo se están poniendo las cosas en mi casa y que no puedo hacer nada, la rabia hacia Vanessa, sus palabras del otro día y a que tuviera razón, y la rabia de que Abraham se decidiera por ella, ese enojo con mi papa, conmigo, con esta pinche realidad que tenía que enfrentar cada día, con Abraham con Vanessa, con mi vida, bueno no toda sino una parte de ella, yo con mis demonios que comenzaban a salirse de control, porque todo se estaba acumulando - y estoy apurada -le dije eso enojada y me fui lo más rápido que pude de allí, no quería responder más preguntas.

- Abraham: pero Sam..... –escuché que grito, pero no me detuve.


     Nuevo cap espero que les guste :) no olviden votar y comentar me vendria bien saber si en verdad les esta gustando la historia.

¿porque me pasa esto a mi?Where stories live. Discover now