Kimetsu No Yaiba (Lectora)

Genya Shinazugawa

Se supone que tenía que ayudar a alguien contra un demonio, pero parece que llegó demasiado tarde, frente a él estaba un cuerpo femenino sin cabeza, era obvio gracias al uniforme que usaba, aún sostenía esa espada curvada en sus manos, Genya se agachó lentamente, tratando de ver si hay algo para que se identifique.

—¡Hola!.—Una voz femenina escuchó, miro hacia todos lados pero no había nadie, ahora que lo piensa tampoco está el demonio, ¿Podría ser él, oculta su presencia lo trata de engañar?. —Soy _____________ no te preocupes ya no está el demonio, pero tuve un gran problema.—Genya abrió los ojos en grande, se supone que él sería el apoyo, tal vez está cazadora estaba cerca y quiso ayudar con la situación.

—¿Dónde estás?.—

—Mas importante, me podrías ayudar a levantar...—Vio algo moviéndose entre los arbustos, se pregunta porque se esconderá, antes de poder acercarse sintió como la mano de aquel cuerpo la sujeto, casi grita del miedo, pero solo tembló. —Lo siento, no fue mi intención asustarte, es solo que cuando me separó tanto tiempo de mi cuerpo ya no se puede mover como quisiera.—Genya trata de calmarse, diría que es un demonio, pero es casi imposible, no siente ningún tipo de amenaza, además está usando el uniforme.

—¿Este es tu cuerpo?.—Dijo lentamente.

—¡Si!... Por favor lo puedes llevar hasta el arbusto.—El asintió, y ayudo a aquel cuerpo a levantarse, aún seguía temblando, pues este se debía apoyar bastante en él, como dijo ella, ya no lo podía mover bien, así que necesitaba apoyo a Genya para ser exactos.

Hizo que el cuerpo se pusiera de rodillas, y luego busco entre los arbustos, era ella, una linda chica con el cabello en dos bollos, en cada uno tenía un pequeño prendedor de mariposa, idéntico al de las niñas de la finca, estos eran de color rojo. —Realmente te lo agradezco... ¿Me podrías sostener?.—Refiriendose a su cabeza, el devora demonios parece que dejó funcionar ante esa pregunta.

Apenas y pudo conducir el cuerpo hasta aquí, y es que su timidez con las chicas vuelve, además aún le parece algo extraño esto... ¿Es humana?, O mejor dicho ¿Que es?, Al menos sabe que no se trata de ningún demonio. —Ah... Lo sé, es muy raro, te puedo explicar todo si me cargas.—Se armó de valor para así sostener la cabeza de la cazadora quién sonrió agradecida. —¡Muchas gracias!, Normalmente huyen cuando me ven de está manera, he pasado a veces horas para que alguien se atreva a unirme, no puedo creer que peleen contra demonios, pero le temen a una cabeza habladora, muy loco ¿No?.—Sudaba frío, no era capaz de contestar, tan solo infla sus mejillas un poco, no quiere que note lo asustado y avergonzado que está.

La llevo lentamente hacia su cuerpo. —Bien... Hazlo.—El cazador coloco esa cabeza sobre el cuello de su cuerpo, poco a poco sus manos empiezan a reaccionar, y la chica es capaz de moverse al fin, ella la acomoda y así guarda su espada.

Genya tenía pensado huir de la escena hasta que noto los pasos torpes y desorientados de la cazadora que usó un árbol para apoyarse. —Siempre pasa esto después de una dura y larga batalla.—