Kimetsu No Yaiba (Lectora)

Mitsuri Kanroji

Créditos a la imagen: https://m.weibo.cn/6354006952/4461102039441354

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No puede creer que haya sido capaz de utilizar el aliento del amor, el pilar Kanroji realmente fue muy amable al tomarla como discípula, lo podía ver casi todos los días, a él y su musculatura, debe de admitir que no solo tenía un rostro lindo, si no que también su cuerpo la hacía babear un poco, por supuesto que jamás dio a mostrar eso, siempre guardo distancia como debía, se concentraba en el entrenamiento, mientras él le dedicaba tan bonitas sonrisas, claro ella veía que lo hacía con cualquier persona, todos los trataba con cariño, aún así se sentía especial por el mero de hecho que él la trataba tan bien.

Después de todo en el distrito rojo nunca fue así, sobre todo cuando le dijeron que debía mejorar su "belleza" o jamás crecería como geisha, cosa que jamás deseo en su vida, pero debido a qué la ataron a esa vida no podía hacer mucho.

Hasta que llegó Mitsuri para rescatarla, recuerda bien aquel día, lo convirtió en su cumpleaños ya que ni ella misma sabía la fecha exacta, su querida "Mamá" la había empujado a la tierra, regañando porque trajo algo mal, no le pudo importar menos que se enojará con ella, tan solo se quedó allí, esperando a que diera su típico discurso, y poder seguir con las labores a la cual le obligaron tener.

—¡Esa no es forma de tratar a alguien!.—Pero todo se vio interrumpido escuchando la voz masculina pero extrañamente bonita del pilar, infló un poco sus mejillas, señalando a la mala mujer.

—¿Y usted que se mete?... Esta chica me debe mucho, yo la trató como quiera.—Dijo la mujer molesta, el Kanroji llevo sus manos a la cintura, estaba molesto, aunque realmente no se nota tanto.

—Si su problema es el dinero, entonces...—De su uniforme sacó una pequeña bolsa negra, la mujer la abrió sorprendida, al ver qué había bastante. —Ahora.—Fue con ella, dedicando una adorable mirada, tan solo se sonrojo, ni siquiera noto cuando ofreció su mano, la terminó por levantar, y se sonrojo demasiado, su cara arde, debe estar roja, es seguro.

Después se fueron de allí. —Eres libre.—

—Pero no tengo a donde ir.—Fue lo que contestó, se siente tan apenada. —Gracias por haberme salvado, cuando pueda te pagaré.—

—Hmm. No.—Esa fue su respuesta. —Te propongo otra cosa.—Dijo con una mirada inocente. —Se mi discípula, trabajemos juntos por el bien de todos ¿Si?.—A ella no le importaban mucho las personas, aún así acepto tal propuesta, solo por Mitsuri.

Y así es como había comenzando su vida con el pilar del amor, sonrió al recordar algo tan hermoso.

—¡_________-Chan!... ¿Estás lista no?.—Pregunto el pilar, llegando muy alegre con su discípula, ella asintió animada.

—¡Si!... Mi primera misión, prometo hacerlo bien.—

—Confio en ti, no dudes en enviar a tu cuervo hacia mi si estás en problemas.—Le dio una suave caricia en la cabeza.