Capítulo tres

3.1K 389 73
                                    

Pasteles robados
_____________________________

Ron siguió a Harry silenciosamente por la casa de los Dursley. Lo siguió por un pasillo y esperaba subir las escaleras, pero se sorprendió cuando Harry se detuvo en un armario debajo de las escaleras, lo abrió y entró. Ron se quedó allí, confundido hasta que Harry le hizo señas para que lo siguiera.

Ron se metió en el armario, fue sorprendido por unas mantas y almohadas. Había un pequeño montón de ropa en la esquina, también había un pequeño estante con algunos útiles escolares y...

Ron saltó fuera del armario con un grito ahogado.

—Silencio —siseó Harry furiosamente— ¿Qué pasa contigo?

—¡Hay arañas ahí dentro! —Ron susurró aterrorizado en respuesta.

—¿Y? —preguntó Harry molesto, él estaba alrededor de arañas todo el tiempo, no entendía porque Ron estaba tan asustado.

—Y-yo no puedo dormir con arañas —tartamudeó Ron sacudiendo la cabeza con violencia.

—Bueno, no hay otra opción —contestó Harry.

—¿No podemos dormir en tu habitación?

—Ésta es mi habitación —farfulló Harry con enfado, sonrojándose.

Ron lo miró fijamente.

—¿Los muggles duermen en armarios con arañas? —preguntó con incredulidad.

Harry suspiró— No, solo yo. Los Dursley no querían desperdiciar un dormitorio en mí, así que duermo aquí... por supuesto, si no te gusta puedes irte —dijo sin rodeos aunque al decir esto su corazón se hundió. Realmente no quería que Ron se fuera. Le gustaba Ron, era interesante y Harry quería ayudarle.

Ron tragó saliva.

—¿Hay... hay muchas arañas ahí? —preguntó con aprensión.

—No —mintió Harry con firmeza.

—Bueno, creo que puedo intentarlo —aceptó Ron haciendo una mueca.

Entró lentamente en el armario y se sentó al lado de Harry, tomando respiraciones muy profundas. Harry miró a Ron y de repente se sintió mal por él, él estaba muy asustado. Harry no tenía miedo a las arañas, pero le tenía miedo a Dudley y su pandilla.

Harry podía imaginar lo asustado que estaría si tuviera que estar en un espacio cerrado con esos brutos.

Ron sintió algo en su brazo y se quedó inmóvil con la respiración entrecortada, Harry observó lo que Ron estaba mirando con tanto miedo. Una gran araña se arrastraba sobre él.

Harry no sabía porque lo hizo, supuso que fue instinto. Abrió la boca y un siseo inquietante llenó el armario. Parecía que una serpiente gigantesca estuviera allí con ellos, la araña saltó del brazo de Ron y salió corriendo del armario. De hecho, hubo un pequeño forcejeo y de repente una docena de arañas cruzaron las paredes del armario y corrieron hacia la puerta, se movían muy rápido, como si estuvieran corriendo para salvar sus vidas.

Ron se aferró a el brazo de Harry mientras esto ocurría, se sorbió la nariz y trató de no llorar. Después de un momento, soltó a Harry y dio un suspiro tembloroso.

—¿T-tú ahuyentaste a las arañas con tu magia? —preguntó en voz baja.

—Eso creo —murmuró Harry sorprendido. Los dos se quedaron allí por un momento hasta que decidió que era hora de acostarse.

—Deberíamos ir a dormir ahora —dijo Harry en un susurro.

—Si, si —asintió Ron.

El par se acostó en el nido de almohadas y mantas, convencidos de que les tomaría horas conciliar el sueño después de todo lo que había pasado, pero en cambio cinco minutos después ambos chicos estaban durmiendo profundamente.

¡Ya he tenido suficiente!Where stories live. Discover now