¡Ya he tenido suficiente!

Capítulo doce

¿Sólo un sueño?

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—¿Estás seguro de que estás preparado para esto, Bill? —preguntó dudoso el señor Weasley.

—Es como dijo Moody, se sentirá más cómodo con la entrevista si él piensa que es un procedimiento estándar. Tenerme allí en lugar de ti o mamá me ayudará a transmitir que esto no es un gran problema. No queremos que entren en pánico y analicen demasiado las cosas, si eso sucede, se confundirá lo que él cree que queremos que recuerden con lo que realmente recuerdan.

Se volvió hacia la otra persona presente. La auror Bell estaba vestida con una túnica informal y tenía una mirada suave que tranquilizaba a la gente.

—Será mejor que sigamos adelante. McGonagall me acaba de contactar y me dijo que lo tendría en su oficina a las ocho —su voz era tan suave como sus rasgos y Bill podía ver fácilmente por qué estaba asignada a este caso.

McGonagall aún no estaba allí cuando atravesaron el fuego, por lo que la pareja tomó asiento en unas sillas cerca de su escritorio.

—Recuerde ser tranquilo con él—dijo la Sra. Bell.

—Lo sé —dijo Bill.

Hubo un silencio incómodo.

—¿No tenía una hija que casi tiene la edad para ir a Hogwarts? —preguntó Bill, tratando de aliviar la tensión.

—Katie —dijo la Sra. Bell con cariño—. No puede esperar a venir aquí. De lo único que puede hablar es de jugar en uno de los equipos de quidditch.

Bill sonrió, pero antes de que pudiera decir algo más, McGonagall cruzó la puerta con Madame Pomfrey y Percy, quienes lucían nerviosos.

—¿Cuenta? —preguntó, confundido.

Percy sabía que su hermano mayor había sido sacado de clase antes y nadie lo había visto desde entonces. El hecho de que estuviera aquí ahora con un extraño en la oficina de McGonagall lo puso en guardia.

Bill puso una sonrisa cansada.

—Hey, Perce —dijo cariñosamente.

—¿Qué está pasando? —preguntó Percy con confusión— ¿quién es ella?

—Ella es la Auror Bell, quería hacer un par de entrevistas más. Sin embargo, necesita a alguien mayor de la familia para supervisar, por eso estoy aquí. La profesora McGonagall y Madame Pomfrey están aquí como testigos.

—Ya dije todo lo que sé —dijo Percy frunciendo el ceño.

—Por supuesto que sí —dijo la Auror Bell asintiendo— Sin embargo, a veces, cuando estamos estresados, nos olvidamos de algunas cosas. Pensamos que con una pequeña dosis de bebida tranquilizadora podrías pensar en cosas que antes estabas demasiado nervioso para recordar.

—Tengo que estudiar para un examen —murmuró Percy distraídamente, sabiendo que una dosis de calmante lo dejaría inútil por el resto de la noche.

—Hablaré con tus maestros para la reprogramación —interrumpió McGonagall.

Percy parecía más alarmado por eso que por cualquier otra cosa.

Si estaban tan desesperados por entrevistarlo...

Auror Bell volvió a intervenir después de leer su rostro.

—Solo queremos hacer esto lo antes posible. Ya sabes cuánto tiempo puede tomar procesar los datos —dijo con dulzura.

—Está bien —cedió finalmente Percy, aún luciendo incómodo. Algo sobre esto no le parecía bien, pero no podía pensar en más objeciones.