Harry Potter y el Viaje mágico

Prólogo

*Lumus*

Harry Potter y el Viaje Mágico

-PRÓLOGO-

La celda en la que Harry estaba sentado era pequeña, húmeda y, debido a la hora tardía de la noche, oscura. 

Representaba la copia de la mazmorra clásica, y si la situación no hubiera sido tan grave, Harry se habría divertido de que Voldemort fuera por ese cliché. 

Por otra parte, reflexionó, no era exactamente el estilo del Señor Oscuro proporcionar a sus invitados involuntarios ningún grado de comodidad. Su mente regresó a cómo había terminado en la miserable celda de la mazmorra.

El plan para la incursión en la Mansión Malfoy  había sido perfecto, al menos en teoría. Todos sus informes sugirieron que con la actividad de los Mortífagos centrada en asesinar figuras del gobierno y cazar a la Orden, las defensas serían mínimas, especialmente porque la Mansión Malfoy  no se consideraba un objetivo vital. Aún así, esperaban encontrar algo, cualquier cosa, realmente, que los ayudara a derrotar a Voldemort, o al menos a ralentizarlo.

Finalmente, habían caído en una trampa. Una trampa muy elaborada y muy planificada que apestaba a una cosa: la traición. 

Alguien había traicionado a la Orden y transmitió los detalles de sus planes. Más de unos Mortífagos los habían estado esperando, y el mismo Señor Oscuro incluso hizo una breve aparición.

La mayor parte del equipo de ataque estaba muerto. Harry asumió que incluso el traidor había muerto en el tiroteo que siguió. No podría importarle menos. 

Si el traidor, fuera quien fuese, realmente hubiera sabido cómo era Voldemort, lo habrían visto venir.

 Por otro lado, Harry Potter, el chico que vivió, el némesis de Voldemort y la última mejor esperanza del mundo mágico, era un premio demasiado bueno como para dejarlo por muerto. 

No, se lo habían llevado. Fue con gran orgullo que Harry se dio cuenta de que se había necesitado una docena completa para derribarlo. Desde que se había graduado de Hogwarts, se había convertido en un duelista impresionante por derecho propio, pero con las probabilidades acumuladas contra él tal como estaban, había sido superado.

De ahí la razón por la que ahora se encontraba atrapado en una pequeña celda, en algún lugar de uno de los escondites de Voldemort.

 Ciertamente, el lugar no parecía pertenecer a una mansión Mortífaga, aunque no sabía con certeza qué ocultaban en sus sótanos. Un gemido bajo devolvió su atención al presente. . . y su actual compañero de celda.

No tenía idea de por qué Bellatrix Lestrange estaba en la celda con él, ni le importaba realmente. Cuando descubrió por primera vez que tenía compañía, sus esperanzas se dispararon, hasta que se dio cuenta de quién era su compañero de celda con la ayuda de la tenue luz de la madrugada.

Mientras ella yacía inconsciente en el suelo, él había considerado matarla, pero eso había sido impedido cuando otros Mortífagos la habían sacado a la fuerza de la celda. 

No sabía lo que había hecho, o por qué Voldemort la estaba torturando, y honestamente, no podía importarle menos, después del tipo de cosas que había hecho, pero sus gritos se podían escuchar incluso en su celda, a veces en lo profundo de la noche.

 Era inquietante, por decir lo menos, y le hizo preguntarse qué había hecho ella para garantizar tal trato por parte de sus propios aliados.

La puerta de la celda se abrió. ¿Por qué crujían la mayoría de las puertas en el mundo mágico? Harry se preguntó distraídamente, encontrando extraño que pensara en ese tipo de cosas mientras estaba en esta situación.