Island Castel acaba de cumplir 18 años de edad y tras un largo tiempo sin verlo su padre aparece para felicitarla y entregarle un aparato tecnológico llamado VRM (Virtual Reality Mess) como "regalo". Lo que no sabe es que ese "inofensivo" aparato la...
Cascadas, hermosas flores, ríos, animales. Todo era perfecto y estaba en armonía. Island observó a su alrededor y supo que se encontraba dentro del juego. Miró sus manos, luego miró hacia abajo y se dio cuenta de que estaba completamente desnuda. Inmediatamente se cubrió y se escondió detrás de un arbusto. En su brazo había un tatuaje muy peculiar: tres rayas negras en forma de triángulo y un triángulo más pequeño en el centro. Tocó el triángulo del centro y alrededor de sus manos comenzó a aparecer un holograma que se expandía por todo su cuerpo, cubriéndola por completo. Delante de ella apareció un nuevo holograma que le mostraba varios datos, era un círculo, y a medida que movía su mano y formulaba pensamientos, el holograma materializaba lo que quisiera. La voz femenina regresó y le pidió que seleccionara su vestimenta.
Island podía ir por secciones: ropa interior, parte baja, parte de arriba, accesorios, armas... E incluso podía cambiar sus facciones. Decidió quedarse como el juego la había representado: era exactamente ella misma y se sentía igual que en la vida real. En cuanto a la ropa, después de escoger ropa interior, eligió unos shorts entallados, unas botas de escalada, una playera de licra negra, unos mitones, varias armas y objetos varios que le servirían para ir a explorar: unas ametralladoras provistas de balas ilimitadas, un GPS y un celular.
Terminando de escoger, un letrero con dos opciones apareció frente a ella: «Seguir explorando el lugar actual o seleccionar otro destino>>
Eligió la segunda y automáticamente una larguísima lista de ubicaciones apareció frente a ella. Todos los lugares del mundo estaban incluidos y podía escoger el que quisiera, pero antes de que se hubiera decidido, apareció otro letrero: «¿Desea continuar el juego en modo libre o en modo historia?».
Sin haber hecho aún ninguna elección, una pequeña niña de no más de ocho años apareció corriendo cerca de ella y le hizo señas para que la escuchara.
—Bienvenida al mundo de Dume. Debes estar cansada, sigue el camino que más te guste, pero cuidado: no sabes lo que te espera.
—¿Qué me espera? —preguntó confundida.
—Bienvenida al mundo de Dume. Debes estar cansada, sigue el camino que más te guste, pero cuidado: no sabes lo que te espera —repitió.
Island supuso que era parte del juego y decidió escoger el modo historia. En un abrir y cerrar de ojos se encontraba en Tokio, Japón. Era una noche oscura y lluviosa y la gente se encontraba haciendo sus cosas habituales. Caminó por las calles empapándose y al llegar a un edificio de paredes reflejantes contempló su nuevo atuendo, su nueva yo: su cabello se había tornado rosa pastel, estaba atado en una larga coleta y tenía un fleco del lado derecho de su cara; vestía un traje de licra súper entallado con estrellas de plasma, como si llevara un pequeño universo; cuando se volteó vio una nebulosa en movimiento. Llevaba unas botas de gamuza negras y dos rayas de color azul pastel en cada mejilla. Parecía un personaje.
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(Versión del atuendo de Island con botas rosas)
«Primera vez en mi vida que hago cosplay» pensó.
Siguió caminando por la oscura ciudad hasta que se dio cuenta de que las personas no parecían jugadores, sino personajes del juego, ya que se veían sombríos y faltos de expresión. Se acercó a un puesto de pescado y se dirigió al vendedor.
—¿Hola? —se acercó a su rostro pero parecía que tenía la mirada perdida. Observó más de cerca, y se dio cuenta de que tenía una cadena amarrada a su tobillo izquierdo.
