¡¿Eres Un Alfa?! © [BLACKVERSE #1] ✓

I. MATES

𝒎𝒂𝒕𝒆𝒔

Y ahí se encontraba, el nuevo Alpha de la manada Black está hecho un ovillo en medio de sus sábanas y almohadas sobre su cómoda cama matrimonial, disque tomando una siesta antes de su evento de presentación. Se suponía que su siesta duraría treinta minutos, pero ya han pasado dos horas y el alfa sigue en el país de la inconsciencia.

Oh bueno, eso era antes de que Mizuki Lee apareciera hecha una furia.

—¡Kaleb! —una dulce voz realmente conocida interrumpe sus acaramelados sueños, balbucea un poco y vuelve a caer en los brazos de morfeo. No se despierta hasta que siente un golpe suave, como si Mizuki le hubiese pegado con una almohada. Ah, esperen, lo hizo.

—¿Mizuki? —preguntó entrecerrando sus ojos en modo rendija, tuvo que esperar un momento hasta que su ceguera acabara gracias a la luz del cuarto. Pudo distinguir como su mejor amiga estaba delante suya, con un rostro para nada amigable y con las manos en sus caderas como una madre enojada.

—¡¿Qué crees que haces?! —oh, si que Mizuki estaba enojada. Entonces recuerda su presentación, palidece un poco pero aún así gime sin dolor. No quería salir de sus sábanas por al menos cinco horas más-. Vístete o nos iremos sin ti.

Suspiró y acató las órdenes de Mizuki llendo disparado hacia su armario.

Mizuki Lee es su mejor amiga y hermana de otra madre desde que tiene memoria, Mizuki es una beta y tienen la misma edad. Siempre han estado juntos, no hay un Kaleb sin Mizuki y tampoco hay una Mizuki sin Kaleb. Ella es realmente hermosa ante los ojos de Kaleb -y los del todo el mundo-, su cabello es rojizo parecido al fuego, sus ojos son verdes y brillantes, su piel es carmesí y tiene la estatura promedio de una beta.

Cuando su madre aún vivía, creía firmemente en que ambos serían mates, pues la química entre ellos siempre ha sido inexplicable. Pero no, Mizuki conoció a su mate en su primera transformación. Es una preciosa omega de cabello rubio y ojos azules, bastante amigable y cautivadora. Su nombre es Kagami, y Kaleb no podría estar más seguro de que ella nunca lastimaria a su hermana de otra madre.